Daniel Arias

Del Amazonas al agronegocio suicida

El cambio climático aplicado a la Argentina

No es solo Brasil, la deforestación y Bolsonaro, el “capitán Motosierra”. Nuestro país genera y sufre su propio horizonte de desastre allí donde se tala para alimentar chanchos chinos y ganancias financieras. ¿Y en la ciudad de Buenos Aires? “La transformación no para”, para citar uno de los slogans más cretinos de nuestra historia.

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El último Jumbo

Un mamut chiquitito que quería volar

El 6 de diciembre pasado salió de la línea de ensamblaje el último Boeing 747 Jumbo Jet. El primer monstruo, símbolo de época y grandes negocios, fue fabricado por primera vez en 1968 y luego otras 1573 veces. Cómo fue posible que ese mastodonte imposible volara llevando hasta 660 pasajeros, algunos de ellos casi menesterosos.

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Réplica a un artículo publicado en el gran diario argentino

Peligroso y radioactivo serás vos, Clarín

Dos pseudo conocedores del tema atómico denunciaron desde las páginas editoriales de Clarín un presunto riesgo nuclear en el AMBA por incidentes sucedidos en las centrales Atucha. Aquí se desmenuza la inconsistencia de la denuncia, atribuible acaso a la ignorancia o a los intereses de afuera, que siempre vieron en nuestro desarrollo nuclear competencia económica e insolencia.

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El Proyecto Pampa: Patria no, colonia sí

Hidrógeno verde, el gran verso rosado

Con alto entusiasmo del gobierno nacional y el provincial, y más el de la empresa australiana involucrada, el país cedió en Río Negro un territorio tres veces mayor que Tucumán para que allí se produzca una maravilla presunta del cuidado ambiental: el hidrógeno llamado verde. El emprendimiento es más que discutible: desde el punto de vista ambiental, el de los costos y desafíos, el del interés económico para Argentina. Es más, por ahora no hay mercado para el lindo hidrógeno llamado verde.

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¿Hay petróleo en la costa o moros nomás?

Vaca Muerta en la mar, altura balnearios

Según fuentes oficiales y no tanto frente a las costas del Atlántico bonaerense hay petróleo, mucho petróleo. Cantidades que podrían duplicar las reservas argentinas actuales. O sea, una barbaridad. Extraer ese petróleo implicaría desafíos operativos enormes, cálculos de rentabilidad bien finos y riesgos ambientales serios que se deben discutir con información de altísima calidad.

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