Marxismo e Historia Argentina quedó excluida de la oferta académica 2018. ¿Cálculo político? ¿Revanchismo? ¿Simple censura?
Es un correlato de lo que sucede a nivel nacional, esta cuestión de querer ocupar todos los espacios corriendo a los adversarios. La carrera se había comprometido a respetar la oferta de materias”, señala Pablo López Fiorito, ahora ex titular de la asignatura Marxismo e Historia Argentina. López Fiorito fue candidato en una de las listas opositoras al espacio que ganó la conducción de la carrera de Ciencia Política en las elecciones de octubre. La directora de la carrera, Elsa Llanderozas, está alineada con Cambiemos. La flamante decana de Ciencias Sociales, Carolina Mera, guarda silencio.
La decisión de dar de baja la materia la adoptó la Junta de Carrera, donde la lista Alternativa Plural hegemonizada por el radicalismo obtuvo el 72 por ciento de los votos en las últimas elecciones. “La propuesta nació hace una década y durante tres años integró la oferta. Todos los integrantes de la cátedra trabajamos ad honorem. La decisión, en definitiva, reduce la posibilidad de explorar los vínculos entre las diversas tradiciones de la izquierda y el nacionalismo popular en la historiografía argentina”, dice López Fiorito.
Tender puentes entre los universos del marxismo y el nacionalismo populista sigue siendo una labor inacabada donde late desde siempre el significado esquivo y problemático del peronismo. Un terreno complejo que transitaron Rodolfo Puiggrós, John William Cooke, Jorge Abelardo Ramos, Juan José Hernández Arregui y Jorge Enea Spilimbergo. También la propuesta estética de Ricardo Carpani y el Grupo Espartaco, por citar algunos nombres de una lista que incluye al mexicano José Vasconcelos y al peruano José Carlos Mariátegui.
A partir de ahora, el ejercicio de pensar esa relación, muchas veces eludida por el claustro y otras veces pensada en términos binarios, habrá perdido un espacio académico que aunque pequeño buscó que la discusión siguiera viva. La materia figuraba entre las previstas para 2018 hasta un día antes de la votación. “Lo grave es la pérdida de espacios democráticos. Esto nos llama a estar alertas ante la réplica en la universidad del modelo persecutorio que se ejerce desde el Estado nacional”, dice López Fiorito.
El grupo de estudios, que hace tres años concitó la atención de 15 estudiantes, pese a no contar con ningún amparo institucional, dedicó tiempo a reflexionar y debatir las cuestiones ligadas al programa de la asignatura. “Este año tuvimos a nuestro cargo una de las mesas en las Jornadas de Sociología organizadas por la facultad. Se presentaron unas veinte ponencias. En los dos últimos cuatrimestres cursaron unos 40 estudiantes”, puntualiza López Fiorito.
La propuesta se enriqueció con los aportes de invitados como Federico Schuster, Horacio González, Hernán Ouviña, Martín Cortez, Cristian Castillo y Martín Ogando. No fueron los únicos. La propuesta de pensar al macrismo desde una perspectiva marxista sumó profesores e investigadores como Sebastián Mauro, Emilio Cafassi, Sergio Morresi, Dario Capelli, Pablo Bonavena, Mario Toer, entre otros.
“En el último año invitamos a Nestor Kohan, Eduardo Grüner, Ruben Dri y Mabel Thwaites Rey a debatir con los estudiantes aspectos teóricos, epistemológicos y políticos. No todos piensan como nosotros. Estamos convencidos que en el intercambio entre quienes quieren lo mismo pero piensan distinto está la posibilidad de un paradigma alternativo. La materia fue pensada para desentramar los muros ficticios que se han construido entre la izquierda y el movimiento nacional. Hemos demostrado, cuatrimestre tras cuatrimestre, que ese vínculo es posible, fecundo y necesario. Esperemos que las autoridades de la carrera y de la facultad vean lo interesante de la tarea”, dice López Fiorito.
Hasta allí la cuestión académica. Sin embargo quedan flotando algunas preguntas. La principal, ¿qué motivó que la materia quedara ausente de la oferta académica 2018? ¿Fue un factor político? Entre los docentes de la materia sobrevoló el temor a que el resultado electoral influyera en la asignación de materias. “Algunos argumentaron que no había que preocuparse. Pensaban que el sector del radicalismo que está al frente de la carrera respetaría la diversidad. Que en última instancia son una cuña en la alianza Cambiemos”, explica López Fiorito.
El comunicado emitido por la cátedra señala que seguirán presentando la materia ante la Junta de Carrera y el Consejo Directivo: “No nos basamos en una decisión caprichosa. Creemos en lo que hacemos y sabemos que nuestra labor aporta en cantidad y calidad de contenidos. Seguiremos trabajando para que la universidad pueda acompañar al pueblo para salir del tristes momento que atraviesa”.