¿Cómo puede ser que la cuna de la reforma del 18, y de los movimientos obreros sea también el bastión más fiel del frente posliberal y suicida? Algunas respuestas posibles vienen desde Córdoba, a pedido de Socompa.
I
Nada ha cambiado. La sustancia es la misma aunque creamos que los actores son otros.
Ser centro tiene sus dificultades sus sueños y sus frustraciones. De este modo comienza uno a transitar una ciudad que es por demás el reflejo estanco de un país “armado” desde lo más recóndito de su cerebro por comunicadores “express” y una suerte de pauta publicitaria que reconoce siempre una “honestidad” intelectual con las causas ilustres. Usado como adjetivo o sustantivo, “ilustre” es capaz de contener a muchos, pero en el sentido que lo vamos a utilizar aquí irá perfilando al ciudadano medio votante de todo lo que sea distinto a la expresión de lo popular, lo democrático y nacional. La palabra Cordobés connota un acertijo y una certeza. El acertijo se centra en la entraña negra de un partido demócrata que ha ido anexándose al sueño dirigencial peronista que siempre quiso pertenecer a la “sociedad”. Y siguiendo estrategias de guerra rezó que el mejor enemigo es el enemigo con trabajo. El peronismo cordobés esgrime en su ADN una suerte de Unión Democrática acérrima apoyada por los sectores más concentrados de la economía y del poder finito sojero. Ambos sectores se autoalimetan como un gusano que tuviera dos cabezas y un solo cuerpo.
II
Este peronismo amañado al peor Perón ha sabido denostar su propia doctrina y adecuarse a los nuevos tiempos de una inusitada deshumanización posliberal y suicida, teniendo en cuenta que el modelo propuesto tiende a generar más pobres, más vulnerados y más frágiles.
Un ejército zombi transita las calles, ve la tv en los bares, sube a los “óvnibus”, sin preguntarse nada que no esté en el glosario de preguntas que se disparan desde las usinas de los medios concentrados y desde los púlpitos de las iglesias.
III
No solo no existe la pregunta fuera del libreto, sino que tampoco existe ese otro que alguna vez supo interactuar en una charla demostrando que hay vida fuera de uno mismo. Hoy nadie ve al otro y todos son sospechosos si se dice algo que no esté acorde a lo establecido desde los medios. Al igual que en Invasión, la película donde actúa Nicole Kidman, muchos tenemos que aprender a comportarnos sin demostrar si quiera un parpadeo diferente al resto ya reclutado por temor a ser “reinsertado” o “marcado”, en el mejor de los casos.
IV
Muchos han escrito acerca del dualismo cordobés haciéndose la pregunta: ¿Cómo puede ser que la cuna de la reforma del 18, y de los movimientos obreros sea también el bastión más fiel de este frente posliberal y suicida?
Córdoba no supo construir un referente político en el tiempo capaz de sintetizar algo diferente, ya que todos los circunstanciales referentes que han surgido – digo los alternativos- han estado siempre vinculados a la cuestión práctica y al poder de lo inmediato. No es menos cierto que una de las provincias más golpeadas por la estrategia de aniquilamiento de la dictadura se encarnó en Córdoba devastando la representación sindical y matando a sus dirigentes y que fruto de ello, en muchos casos, los que vinieron pos dictadura, no pudieron perforar su techo ideológico o servil.
V
El peronismo de Córdoba se diluyó en UNION POR CORDOBA, cambió las reglas de la participación política, y se inclinó de manera precisa hacia los sectores de los que otrora estaba distante y de los que era adversario histórico. La convivencia de sectores diferentes –por sus abismales contradicciones- en un frente electoral tuvo por resultado la domesticación de los ideales “peronistas” por la seducción de los ilustres de la meritocracia liberal del partido perfumado.
VI
Sin abandonar su dialéctica y su retórica el peronismo perfumado, fue a través del tiempo, demostrando a los cordobeses que no debían desconfiar de los que cuidaban el gallinero y la casa de los patrones, lo que equivalió a ganar la provincia una y otra vez.
Ya quedaba atrás definitivamente la experiencia de Obregón Cano –tan negado por el peronismo perfumado- la existencia de Tosco, de Atilio López y otros como un mal recuerdo, casi un hueco negro y vergonzoso que tuvo su corrección con el levantamiento de la policía de Lacabane en los 70 para satisfacción de los sectores “ilustres” que volverían a respirar de manera más permanente con la dictadura.
Esta es la certeza. Córdoba fue ensayando diferentes formas de auto referenciarse a través del tiempo. Ya en tiempos de Angeloz se escuchaban los conceptos de “isla” y otros más, hasta el más efectivo creado por el peronismo perfumado y tan bien denominado “cordobesismo”.
VII
Este territorio mediterráneo ha sabido acompañar de manera impecable las políticas más desiguales desarrolladas a nivel nacional manteniendo una retórica populista. La tradición cordobesa gusta de las asociaciones de beneficencia y de las acciones solidarias de las ilustres personas y condena las políticas públicas que han intentado revertir la tendencia natural a la producción de pobres. El Estado es para pocos, la justicia para menos y los pobres para todos.
Las postales nocturnas de la nueva ciudad se llena de durmientes que pueblan las calles noche tras noche y como un fenómeno resurgido de los 90 pululan los vendedores callejeros en las esquinas o en la peatonal céntrica. Todo esto acompañado por una presencia policial cada vez más rigurosa.
VIII
Córdoba no duda. Para el cordobesismo la dictadura fue necesaria, los hippies son una plaga, y las vacaciones del próximo verano un tema a dirimir con el correr de las horas. Todo esto mientras sea posible tener a un presidente de ojitos claros que nos hable de la felicidad y el esfuerzo, claro, o mejor dicho, off course.
La hipocresía del cordobés medio no tiene más límite que su propio reflejo y gusta de sonreír anulando de ese modo los instintos más salvajes. Todo le da lo mismo mientras no lo toque.
¿Alguien habrá relevado la cantidad de countries existentes en las distritos más concentrados, alguien habrá relevado la superficie de cada uno de ellos…? Los ogros dejaron de ser ogros, cambiaron de género y amplían sus horizontes para seducir a quien les cuida la imagen. La derecha cotiza en bolsa y los pobres, mientras estén controlados, serán asistidos por los ilustres.
“Bienvenido a la Docta”.