Con una prosa clara y potente, que no excluye la rigurosidad de la información pura y dura, “Rouge – Una mirada sobre los juicios por los crímenes de la dictadura”, de Rodolfo Yanzón, es un libro indispensable para la comprensión del pasado reciente de la Argentina y de la lucha por los Derechos Humanos en todos los planos, a la vez que muestra cómo la Memoria, la Verdad y la Justicia deben servir de pilares para la construcción del futuro.

La construcción – que también es un rescate – de la Memoria, la Verdad y La Justicia no sólo requiere una lucha permanente que lleva décadas en la Argentina, también exige una comprensión clara y precisa – es decir, transmisible – de los fenómenos históricos, políticos, económicos, sociales y jurídicos que la han hecho necesaria, de los obstáculos que venció y los que todavía debe vencer en un camino que no termina, de lo indispensable que resulta un “Nunca Más” que no quede reducido a una fórmula que alude a un pasado siniestro que se supone irrepetible.

Por eso Rouge, el libro que Rodolfo Yanzón presentará el próximo miércoles 9 en el Auditorio Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional es una obra tan necesaria en estos momentos, cuando con otro maquillaje se repiten algunos de los discursos que hicieron posible el terrorismo de Estado. Porque la Memoria, la Verdad y la Justicia no sirven si no tienen presente, quedan reducidas a lo testimonial si no son capaces de construir futuro.

El título mismo del libro, en apariencia críptico, alude de alguna manera a eso. Un rouge, un lápiz de labios rojo, fue el arma que utilizó la militante montonera Graciela Daleo para escribir “Milicos asesinos. Vivan los Montoneros” en el baño de un restaurante al cual la habían llevado los marinos represores que la tenían detenida-desaparecida en la Escuela de Mecánica de la Armada para “celebrar” la victoria argentina en el Mundial de 1978.

Rouge es entonces una declaración de principios, un aporte a la resistencia todavía necesaria para evitar repeticiones trágicas del pasado en el futuro.

“Una mirada sobre los juicios por los crímenes de la dictadura”, es el subtítulo de Rouge, explicación que puede llevar a suponer la amenaza del encuentro con un texto farragosamente jurídico. Se dirá de una vez: no lo es en absoluto.

Rodolfo Yanzón es un cronista privilegiado de los hechos que cuenta. Abogado y militante por los Derechos Humanos ha sido y es protagonista de esa lucha. Es, además, un escritor de los buenos – tiene publicada una novela, Mandíbula, de notable factura – capaz de contar y explicar con la sencillez necesaria para la comprensión de los fenómenos complejos.

Rouge, el libro de Rodolfo Yanzón, editado por Nuestra América.

“Yanzón elige un modo de contar. Una aproximación desde múltiples vectores históricos que conforman un fresco impactante del devenir que eclosionó con la última dictadura, paroxismo de la crueldad. (Rouge) Es un texto imprescindible porque no sustituye a otros, no pretende ser un libro total. Y, por eso mismo, lo es”, escribe con acierto Félix Crous en el prólogo.

La Guerra Fría como contexto, la Doctrina de Seguridad Nacional que llevó al mayor genocidio latinoamericano del Siglo XX, los intereses económicos transnacionales detrás del accionar del terrorismo de Estado, la búsqueda de impunidad de sus perpetradores directos e indirectos, la resistencia de los organismos de Derechos Humanos, los vaivenes políticos – las idas y vueltas – de los diferentes gobiernos de la democracia formal recuperada el 10 de diciembre de 1983 frente a los crímenes de Lesa Humanidad y sus responsables, el reflejo de esos vaivenes en el campo judicial, las estrategias jurídicas – sostenidas por la lucha en las calles – contra la impunidad vilmente consagrada por leyes e indultos, el desarrollo mismo de los juicios… Todo eso cuenta Yanzón con una fluidez que no excluye la contundencia de los datos duros ni el anclaje jurídico.

En esto último, el trabajo volcado en Rouge es fundamental porque pone al alcance de cualquier lector, de manera muy clara, un trasfondo jurídico y corporativo judicial – y por ello también político – que muchas veces ha quedado en las sombras.

Félix Crous lo explica en el prólogo mucho mejor que este cronista podría hacerlo. “Nadie podía apostar al Poder Judicial como actor de la justicia para los crímenes de la dictadura. Sin embargo, las estrategias correctas, la perseverancia, la potencia de las razones invocadas, fueron capaces de transformar al poder judicial que bien conocemos en justicia. Pero solo hasta topar con los responsables civiles de los delitos. Los beneficiarios, los patrones de los matarifes. En ese punto, cuando la ley penal parece rozarlos, el Poder Judicial vuelve a su performance histórica y los ampara. Vencer ese límite es la tarea pendiente. Y eso se ve, claramente, en la obra de Yanzón”, escribe.

Por lo que relata, por lo que explica, por lo que saca a la luz, por su claridad y por su potencia argumental, Rouge – ya se dijo – es un libro fundamental para mantener vivas y en movimiento la Memoria, la Verdad y la Justicia, para que los testimonios del pasado y la lucha por la justicia del presente sirvan de bases sólidas sobre las cuales construir un futuro diferente al que los mismos poderes que perpetraron el genocidio quieren hoy imponerle a la sociedad argentina.

La lucha por los Derechos Humanos también sirve para eso, es eso. Porque como dice Yanzón al final de Rouge: “Los derechos humanos serán resistencia, o no serán nada”.

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