Con la participación de más de 69 colectivos de artistas, investigadores e integrantes de organismos de Derechos Humanos, este sábado, a partir de las 14, se realizará una “acción colectiva relámpago”, contra la desfinanciación y el maltrato del gobierno.

Con tantos retrocesos que se vienen registrando en las políticas de Derechos Humanos –con la desaparición forzada de Santiago Maldonado como el caso más dramático- no puede sorprender que de algunas cosas se hable menos. Es el caso del vaciamiento de las actividades que se venían desplegando en los distintos espacios de la ex ESMA. Allí los trabajadores vienen resistiendo contra la desfinanciación, la insensibilidad de muchos funcionarios macristas, la mala leche, la ignorancia o la desidia. Todo hace creer que la política oficial es la de desgastar o pretender quebrar a los laburantes.

Como parte de la pelea que vienen dando desde el principio, combinando arte y política, este sábado habrá en la ex ESMA un conjunto de actividades más que atractivas englobadas con el nombre de Arte Urgente.

Arte Urgente, dicen los trabajadores, “se propone como una acción colectiva relámpago” que incluirá a más de 60 colectivos de artistas, investigadores e integrantes de organismos de derechos humanos. Las actividades se realizarán el sábado 30 de septiembre en distintos edificios y espacios abiertos del predio.

Todo comenzará a las 14, cuando se presenten múltiples intervenciones y acciones artísticas, audiovisuales, gráficas, performáticas y fotográficas. A las 17, habrá una acción performática colectiva en la plaza central de la ex ESMA con  todos los colectivos participantes apuntando a un asunto crucial: serán las vísperas del 1 de octubre, cuando se cumplen dos meses desde la desaparición de Santiago Maldonado.

Los laburantes de la ex ESMA dicen: “Estamos convencidxs de que el Espacio Memoria y Derechos Humanos ex ESMA puede funcionar como una potente caja de resonancia de distintas acciones de activismo artístico, no sólo por ser un lugar destinado a la promoción de los Derechos Humanos, sino porque en tanto espacio recuperado y convertido en Sitio de Memoria representa un hito fundamental en la historia de las luchas de los organismos. Es también un ámbito de reflexión sobre las prácticas del terrorismo de Estado perpetradas durante la última dictadura cívico-militar argentina y sobre las luchas sociales y políticas de nuestro pueblo con sus resonancias en el presente”.

Subrayan también la necesidad de “imaginar nuevos modos de hacer, de articular y de ocupar el espacio público”. Y dicen que entienden como activismo artístico “una multiplicidad de prácticas creativas o modos de producción de formas estéticas y de relacionalidad que anteponen la acción social a la tradicional exigencia de autonomía del arte”.

“Muchas de estas prácticas –recuerdan- son impulsadas por artistas y no-artistas, a veces vinculados con movimientos sociales, comunicadores y activistas. En las últimas décadas, y especialmente en torno al 2001, los activismos artísticos ganaron visibilidad como una dimensión importante de los nuevos modos de intervención política”.