Abundan en los medios las notas de argentinos que hicieron las valijas, se mudaron a otros países y les pasó todo lo bueno que no encontraron por acá. Pero las que se publican no son las únicas que retratan los éxitos de los compatriotas que están conquistando el mundo. Aquí algunas de sus victorias.
Claro, si este es un país de mierda, como te dicen todo el día en la tele. Así que renová el pasaporte y rajate a donde sea que en cualquier lugar que encuentres vas a estar mejor que acá. Si no lo creés, fíjate estas historias donde todo es superación, papas fritas y good show.
“Es argentino, emigró a Bélgica y a los diez días ya podía comprarse una pava eléctrica, una de marca, no cualquiera.”
“La historia de la cordobesa que se fue a Qatar a poner un restaurante de comida argentina y Maradona le compró tres empanadas de jamón y queso.”
“Es porteño, lo apasiona la vida salvaje y se fue a vivir al desierto de Gobi. ‘Allá todo es mucho más limpio’, declaró mientras ordeñaba a una camella”
“Ella es biotecnóloga, dejó todo para irse a vivir a Los Ángeles, trabaja de babysitter y cuidó a una sobrina de Julia Roberts.”
“La historia del rosarino que se hartó de la Argentina, se radicó en Miami y hoy vive rodeada de argentinos.”
“Se fue a Nueva Zelanda a probar suerte, trabajó muy duro y consiguió tres hijos pelirrojos que saben hacer el Haka.”
“En su Mendoza natal se sentía un fracasado, se fue a Barcelona y siguió fracasando, pero en una ciudad con mucha más onda.”
“Es neurocientífico, se fue a Estados Unidos, vende salchipapas en Central Park y casi sale en una película de Woody Allen.”
“’Acá en Suiza no podés tirar ni un papelito en la calle, que enseguida te hacen una multa’. Es argentino, hace veinte años que vive en Europa, pero no puede dejar de hablar usando estereotipos.”
“Es egresado del Conicet y se puso un maxiquiosco en Wisconsin, a tres cuadras de donde vive Robert Redford. ‘Una vez lo vi de lejos, no sabés lo viejo que está”.
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