A raíz de un artículo publicado hace dos semanas de manera intempestiva las autoridades de la agencia decidieron el despido de dos periodistas que no tenían ninguna sanción en su legajo.
Télam despidió a dos trabajadores de la agencia por la publicación de la siguiente nota aparecida el fin de semana previo al supermartes y a la que le adjudicaron, sin nada que los justificara, las peores intenciones: “Los tenedores de las Lebac por 673.000 millones de pesos que vencerán el martes son en su mayoría inversores extranjeros, y en ellos estará puesta la mirada durante la licitación mensual ordinaria de estos instrumentos del Banco Central (BCRA) en medio de la compleja crisis cambiaria que derivó en un pedido de ayuda por miles de millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI).
En términos de dólares, este vencimiento equivale a 28.000 millones de dólares, de los cuales alrededor del 36 por ciento está en manos de bancos y de inversores institucionales, entre otros la Anses, por lo que se espera que este porcentaje, como mínimo, será renovado.
La parte restante tiene como tenedores a los inversores minoristas, una proporción menor pero no determinada según las consultas al mercado y, por sobre todo, a inversores extranjeros que fueron los que iniciaron la corrida contra el peso a través de la venta masiva de Lebac, un proceso que continúa actualmente.
De allí, la importancia de lo que ocurra en la licitación del martes próximo, ya que la parte que no se renueve irá, indefectiblemente y en una buena parte a la compra de dólares, una demanda que impulsaría, de efectivizarse, el precio de la divisa al alza.
El monto de vencimientos de la próxima licitación es más del 50 por ciento del stock total de Lebac que asciende actualmente a poco más de 1,2 billones de pesos.
“El vencimiento de Lebacs del próximo martes es el principal factor de tensión. Los inversores locales se encuentran actuando con mucha cautela y gran histeria, mientras que comenzamos a observar un mayor optimismo por parte de inversores externos y bancos de inversión”, señaló el viernes pasado un informe de Delphos Investment.
La tasa de rendimiento de las Lebac que vencen el martes tocó un máximo del 70 por ciento en el mercado secundario en la negociación del pasado viernes, hasta que el Banco Central decidió intervenir comprando letras por 30.000 millones de dólares, haciendo caer esa tasa al 47 por ciento en vísperas de la licitación.”
La dirección de la agencia oficial decidió despedir a Ángel Jozami (autor de la nota) y a su editora Fernanda Arce, que llevaban muchos años trabajando en Télam. Las autoridades justificaron con estas palabras la medida: “Los dos periodistas desvinculados pusieron en duda un capital importantísimo de cualquier medio periodístico, como lo es la confiabilidad de su información y la credibilidad antes sus abonados y lectores, dos de los pilares que la actual conducción de Télam, gracias al compromiso de sus periodistas, va recuperando luego de los oscuros años de pérdida de prestigio”. Una posición que define el lugar desde donde salió el comunicado.
La posición del gremio
Las negociaciones para la reincorporación de Jozami y Arce fueron infructuosas y los responsables se comprometieron a trasladar la cuestión a Hernán Lombardi, secretario de Medios. Algo que suena más a una dilación a un intento de reconsiderar la medida. Frente a eso, la comisión interna de Télam decidió un paro por tiempo indeterminado y emitió este comunicado:
“La agencia Télam se encuentra en paro por tiempo indeterminado a raíz del despido arbitrario e ilegal de dos periodistas, ordenado hoy por el Directorio de la empresa bajo la excusa del “erróneo” contenido de un cable. El Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBa) rechazó los despidos y anunció medidas de fuerza para revertir la decisión.
Las trabajadoras y los trabajadores de Télam nos declaramos de paro por tiempo indeterminado y convocamos a una Asamblea General a realizarse mañana a las 13.45 en el sexto piso del edificio de Belgrano 347.
La medida de fuerza fue ratificada luego que el SIPREBA, junto con todas las representaciones sindicales existentes en la empresa (SITRAPREN Y APBA), asistiera a una reunión con el presidente de la empresa, Rodolfo Pousá, y otras autoridades del Directorio, en la que las tres representaciones reclamaron que se revirtieran los despidos como paso previo a iniciar una mesa de diálogo. La empresa no dio ninguna respuesta en el momento y se comprometió a dar una después de consultar con el ministro Hernán Lombardi.
En tal sentido, la CGI considera vital puntualizar:Los despidos de los compañeros Angel Jozami y Fernanda Arce se produjeron, según la empresa, a raíz de un cable con supuesta información errónea publicado el 13/5/2018.
La responsabilidad de todos los materiales que emite la agencia por su servicio periodístico es, siempre y como en cualquier medio, de las máximas autoridades del sector, el personal jerárquico elegido por el actual Directorio de Télam.
No fue, en este caso, ninguno de los trabajadores despedidos.
El sistema operativo del servicio periodístico está preparado para la corrección de materiales. Por alguna razón se decidió (la empresa decidió) que el cable en que se basa el despido no fuera corregido; sino que se propuso montar el disfraz de un error para promover un conflicto. Más aún, el cable no fue tampoco eliminado. No pocas veces, cuando a las autoridades periodísticas les parecía conveniente, se eliminaron cables del sistema. En este caso, el texto sigue en la cablera desde el domingo 13.
El redactor y la editora despedidos habían dado ya sus explicaciones a las autoridades de la redacción. Después de eso, se dio por “superado” el episodio. Nunca se los apercibió, ni se les abrió un sumario, ni se los intentó suspender. Nunca se adoptó con ellos ninguna medida intermedia que sancionara su presunta responsabilidad.
La agencia señaló que los dos despedidos “pusieron en duda un capital importantísimo de cualquier medio periodístico, como es la confiabilidad de su información y la credibilidad ante sus abonados y sus lectores”. No es el principio que rige otros materiales sin contexto, sin las célebres dos versiones, recortados groseramente o burdamente inclinados.
Tampoco ayuda a la “credibilidad” ante abonados los sucesivos recortes en funciones, cierres de suplementos y sectores, bajas de coberturas (no se viaja a elecciones ni en países vecinos y seremos, seguramente, el único medio con un solo redactor y un solo fotógrafo en Rusia 2018) y cancelación de viajes dentro del país, aún aquellos a los que la agencia es invitada.
En consecuencia, convocamos a todas las compañeras y los compañeros a una masiva Asamblea General mañana a las 13.45 en el sexto piso del edificio de Belgrano 347.
Hay que agregar a estas denuncias de la comisión interna que el clima en la agencia oficial dista de ser el mejor, con constantes sanciones, apertura de un registro de jubilaciones anticipadas, cambios intempestivos de funciones y una permanente imposición de trabas al trabajo de los periodistas. Detrás de todo está el fantasma del ajuste.