La violación del domicilio y la brutal golpiza recibida por la periodista y referente del colectivo trans Claudia Vásquez Haro como intento de silenciar las voces que denuncian la violencia estatal.
Un video en primera persona nos cuenta el relato de un intento de homicidio. La protagonista es Claudia Vásquez Haro. La cámara realiza un paneo de la habitación y vemos las almohadas regadas de sangre, un palo también manchado de sangre y por un momento nos damos cuenta de que la noticia más naturalizada hubiera sido su muerte.
Pero no, esta vez la víctima sobrevivió porque pudo defenderse, pero escuchó el mensaje: “Te voy a matar para que dejes de hablar”.
¿De qué habla Claudia Vásquez Haro para que quieran asesinarla? Habla de las permanentes violencias a las que son sometidas las mujeres trans y travestis por parte de la policía, las fuerzas de seguridad y el Poder Judicial.
El mismo día que Claudia Vázquez Haro fue salvajemente atacada en su domicilio del barrio La Loma de la Plata, el 13 de mayo, había sido elegida como la primera mujer Trans para formar parte del Fondo Internacional Trans.
Claudia Vásquez Haro nació en Trujillo, Perú, es docente investigadora de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, militante política y presidenta de la Asociación OTRANS, un espacio de empoderamiento donde travestis, transexuales y transgéneros se reconocen como sujetos políticos.
A partir de la Ley de identidad de género se produjo un giro en el movimiento y la militancia trans. La creación de espacios como OTRANS se enfocó en la necesidad de trabajar fuertemente por la erradicacion de todo tipo de discriminación por cuestiones de identidad de género, orientación sexual y convivencia con el VIH/Sida, para posibilitar la inclusión social, la igualdad de trato y de oportunidades del colectivo.
La Ley vino a resolver un problema de identidad que hace a los derechos personalísimos, pero aún falta profundizar el acceso a un trabajo formal, a la educación y a la salud.
En esta lucha, Claudia Vásquez Haro denunció ante las autoridades la constante vulneración de los derechos hacia la comunidad trans y travesti y otros colectivos de diversidad sexual. Como las autoridades provinciales y nacionales no han tomado medidas de protección en este sentido, sus denuncias fueron presentadas ante los organismos internacionales como la CEDAW y el Comité contra la Tortura de las Naciones Unidas.
Tres días antes de concretarse el ataque hacia la dirigente, el Comité se expidió expresando su preocupación por la persecución a mujeres migrantes trans y travestis en Argentina por parte de las fuerzas de seguridad, tanto por requisas vejatorias como por condiciones humillantes de trato y detención.
Las denuncias de Vásquez Haro llevaron los casos de Angie Velázquez y Pamela Macedo Panduro, ambas travestis, migrantes, jóvenes detenidas en la Unidad 32 de Florencio Varela en la Provincia de Buenos Aires, que fallecieron en condiciones precarias de detención en las cuales no recibieron la asistencia médica necesaria ni la protección del estado.
El Comité contra la tortura expresó que “se investiguen todos los casos de detenciones arbitrarias, violencia y malos tratos a personas por su origen extranjero, orientación sexual e identidad de género, a fin de enjuiciar y castigar a los autores y suspender a los agentes implicados en los mismos”. Además exigió que se capacite a los efectivos de las fuerzas de seguridad federales y provinciales para que respeten la dignidad de las personas durante las requisas personales.
El agresor de Claudia Vásquez Haro fue identificado, su nombre es Leo Mendoza y en este momento se encuentra detenido a disposición de la justicia. Sin embargo, Claudia Vásquez Haro y la Organización OTRANS han denunciado que se trata de una clara intimidación con el objetivo de acallar las voces que se alzan contra la violencia estatal y disciplinar a las lideresas y activistas de los movimientos que defienden los derechos de los colectivos trans y travestis y migrantes.