Una nueva nota de la serie de la investigadora Carola Ochoa sobre los rugbiers víctimas del terrorismo de Estado. Hoy recordamos a Guillermo “Willy” Parejo, militante de la JP, de la JTP y Montoneros. Rugbier de Club San Fernando. Desaparecido en marzo de 1977.
Guillermo Alberto “Willy” Parejo nació el 31 de julio de 1950, hijo de Alberto Jorge Parejo y Natividad Joaquina Rodríguez de Parejo. Su familia era muy conservadora. Tenían mucha conexión con el Club San Fernando.
Willy, hermano de Alejandro y Cecilia, estudió junto a ellos en el Colegio José Gervasio Artigas, durante el primario y secundario. Allí obtuvo su título de maestro, pero jamás ejerció. Todos ellos vivían cerca de la Estación de San Fernando también con su abuela Bely.
Rugbier de Club San Fernando. Jugaba en la posición de fullback y se convirtió en una de las figuras más emblemáticas del club fernandino.
Cuando lo secuestraron tenía 26 años. Amaba la música y solía escuchar a la banda británica Jethro Tull.
De personalidad retraída, era conocido por su inmutable carácter tranquilo. Muy callado. En la cancha, sus amigos le llamaban “Willy” y “Fairlane” evocando una propaganda del auto de los 50′, donde se destacaba su “andar sedante”. Trabajaba en la Municipalidad de su ciudad, en tiempos donde la mayoría de los jóvenes trabajaban, estudiaban y militaban.
Su compromiso revolucionario
Willy fue militante de Juventud Peronista (JP). Juventud Trabajadora Peronista (JTP) y Montoneros.
El compañero y amigo César Luis Nieto, conocido por todos como “El Gallego Nieto” y también militante en aquella zona norte de Gran Buenos Aires, recuerda a Willy como “un compañero que era de familia radical, pero que se hizo peronista, después le tuvo que explicar al padre porqué era peronista. Eso pasaba mucho, cantidad de jóvenes radicales se hicieron peronistas. Es más, la abuela de los Parejo era una referente de los radicales y no entendía que había pasado, porque otro nieto, Alejandro Parejo, también se había pasado, militando en FAR y luego en Montoneros como su hermano”. Y suma otra circunstancia –trágica- donde también actuaron juntos: “Cuando lo matan a Julio Troxler en septiembre del ’74; hablamos de ese mismo Julio sobreviviente de los basurales de José León Suárez, asesinado por el gobierno genocida de Isabel de Perón y López Rega, que había creado bandas paramilitares para asesinar a jóvenes idealistas.; ‘Willy’ me vino a ver, muy consternado y destruido emocionalmente me dice: ‘Mirá lo que pasó con Julio’. Y entonces salimos a pintar con aerosol. Fuimos los dos solos. Willy’ vigilaba y yo pintaba. Y lo hicimos en el Colegio Normal. Escribimos: ‘Lo que no hizo la Fusiladora lo hicieron las Tres A traidoras’. Así lo recuerdo”.
Otro compañero, “El Gallego” Nieto lo recuerda:
“Willy era como mi hermano menor. Nos conocimos trabajando en la Municipalidad de San Fernando. Siempre tuvo presente que no había que “municipalizarse”, es decir vagar por los bares, zafarse un par de horas, lo que era muy común por entonces. El se propuso estar al pie del cañón. Hizo un gran trabajo gremial y lo reconocieron como un trabajador en serio. Lo escuchaban porque lo respetaban.”
Sus hermanos
Cecilia Parejo es la hermana menor de Willy. Lo recordó como un joven muy particular, tranquilo, sereno, con un sentido del humor amplio. Muy determinado en lo que quería lograr para sí y para los demás.
“Recuerdo una mañana en que me levanté a desayunar y Willy, que había salido la noche anterior, saludó a su hermana.
-¿Y, Willy, cómo te fue anoche?
– Anoche me robaron- contestó con su característico aplomo-.
-¡Cómo que te robaron!. ¿Porque no nos despertaste?
-Me llevaron el gamulán y les pedí que no se llevaran mis gotas nasales “Lidil”. Me vine con frío pero aquí están las gotas.
Así era mi hermano, sin querer preocupar a nadie. Nosotros nos fuimos de San Fernando mucho antes de que Willy desapareciera, porque la Triple A nos baleó la casa, mi cuarto, durante una noche en que yo dormía. Nos salvamos y enseguida nos mudamos con mis padres y mi abuela a distintas casas de amigos que nos albergaron. Willy ya no vivía con nosotros y nunca pudimos saber donde estaba alojandosé. Lo veía clandestinamente cuando quedábamos de acuerdo. Nos llamaba cada mes y medio hasta que a fines de 1976 dejó de llamar.”
En cambio, Alejandro, el hermano de Willy con el que se llevaban 3 años, tiene pocos recuerdos de él, ya que se fue a vivir con su novia, un pecado imperdonable par los padres de Willy (especialmente su madre), prohibieron a Willy visitarlo en el departamento donde vivía la pareja en Caba. Pero un dia, Willy apareció en la puerta del hogar de su hermano y lo invitó al Cine Sindical de Victoria. Después de terminada la película, charlaron un rato largo y el momento parecía muy cómico, ya que ninguno de ellos decía a que organización revolucionaria pertenecía. Alejandro recuerda el momento: ” Yo le dije que era R y el me contestó “¡Yo soy M!”.
Hoy, Alejandro lo tiene muy presente en su mente y corazón.
Su secuestro y cautiverio
No se puede precisar bien qué día lo secuestraron. Su hermana Cecilia recuerda que su paradero era desconocido. Solo se veían en un bar cercano al Banco Galicia donde trabajaba su hermana.
“Willy llamaba a mi trabajo y quedábamos en vernos. Cuando dejó de llamar supuse su detención. Cuando ella quiso reconstruir la detención de Willy, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) dedujo que pudo haber ocurrido entre marzo y abril de 1977, ya que una testigo detenida en el Centro Clandestino de Detención ESMA, Alicia ‘La Cabra’ Milla, expresó que al llegar reconoció a Willy, porque en más de una vez habían participado juntos en actividades militantes. Lo vio muy torturado y en julio de 1977 no lo vio más. Milla supone que los militares lo ejecutaron en los vuelos de la Muerte”.
Placa por Willy
Se colocó una Placa conmemorativa para la Memoria del rugbier de Club San Fernando, Guillermo Alberto “Willy” Parejo. Fue el 24 de marzo de 2018.
Participaron del acto su hermana Cecilia y familiares, junto a funcionarios del Municipio, concejales y organismos de derechos humanos.
Cecilia Parejo, hermana de ‘Willy’, manifestó su emoción. “Es recordar a un desaparecido y ayuda a que podamos decir ‘acá esta Willy. Es fundamental que haya este reconocimiento y es algo que hace rato se viene trabajando, siguiendo lo que arrancaron primero las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo quienes no permitieron que la memoria se mancillara. Y a partir de allí, la lucha de tantas familias. Yo agradezco al Municipio de San Fernando profundamente porque es nuestra casa, nuestro hogar y acá pasamos toda nuestra vida. Hablo en plural porque éramos una familia sanfernandina desde mis abuelos, y que hoy Willy tenga este lugar para que se lo recuerde, es lo más”.
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