Durante una entrevista en la que repasó el año y medio de gestión en pandemia, el director de la Biblioteca Nacional, Juan Sasturain, explicó que con el objetivo de “recuperar la disponibilidad plena”, la Biblio despide el 2021 con “El mito gaucho” -la primera muestra presencial en mucho tiempo- y el lanzamiento de “La otra aventura”, una serie totalmente autogestionada que emitirá la TV Pública. (Fotos: Florencia Downes / Telam).
Si durante la pandemia aprendimos saludablemente a optimizar nuestro trabajo en modo virtual, hoy nuestro compromiso ineludible es el servicio. La Biblio debe ser de nuevo ese lugar público donde la gente entra a leer, a pasear o a estudiar”, dice Juan Sasturain en el marco de una entrevista en la que repasó el año y medio de gestión durante la etapa más dura de la pandemia y en la que adelantó las novedades que llevará adelante una Biblioteca Nacional que aspira a instalarse como nave insignia de todas las bibliotecas del país.
“Ahora, todos nuestros gestos tienen que estar en función de la apertura y la disponibilidad plena, que la Biblioteca cumpla su tarea primera de poner los libros, las publicaciones y los documentos al servicio del público en general y de los investigadores sin salirnos de las pautas que nos propone el Estado, porque los libros y los bienes culturales existen solo en tanto y en cuanto alguien les da sentido con el uso”, enfatiza Sasturain.
En febrero de 2020, Sasturain asumió con la idea de avanzar en la digitalización del acervo y la intención de recuperar el intenso movimiento cultural que caracterizó la gestión de Horacio González entre 2005 y 2015, debilitada en los siguientes cuatro años por los recortes macristas. Sin embargo, a un mes de ocupar el cargo, los decretos de aislamiento ante la emergencia sanitaria obligaron a posponer planes y trabajar en modo virtual.
A un año y ocho meses de aquel momento, la Biblioteca Nacional avanza ahora en un apertura progresiva que aspira a “cambiar el chip”. El tránsito fue arduo, pero la pandemia también dejó cambios que persistirán. “Para compensar el abandono de las puertas cerradas activamos al máximo nuestro sitio web, que en pocos meses multiplicó un mil por ciento las visitas -explica Sasturain-. Generamos contenidos audiovisuales que fueron un boom, un cambio cualitativo que llegó para quedarse. Así como la instrumentación virtual de la histórica Escuela Nacional de Bibliotecarios fundada en 1956, a la que se inscribieron más de tres mil aspirantes de todas las provincias y del exterior, una cifra que nos excedió larguísimamente”.
En lo inmediato, uno de los objetivos de la gestión es que la Biblioteca recupere sus habituales de visitantes. “Recién ahora podemos aspirar a acercarnos lentamente a un número de visitas que tradicionalmente oscilaban entre las 1500 y las 2000 por día -señala Sasturain-. El primer lunes de septiembre se habilitó el edificio con protocolos y saludables pies de plomo para los usuarios, el 20 de octubre abrimos sin turnos y funcionó bien, sin cuellos de botella. Además, en noviembre recuperamos nuestras doce horas diarias de funcionamiento. Podemos decir que volveremos, como todo el país, a la ansiada normalidad”.
Ssaturain cuenta que a lo largo del año y pico de pandemia rigurosa mucha gente fue a trabajar, a poner el cuerpo regularmente y que el espacio físico estuvo cuidado, protegido, “funcionando en una especie de estado latente que ahora retoma su vitalidad”.
A tres días de haber recuperado la Feria de Editoriales en el playón de Agüero y Las Heras -que llegó luego de una prueba piloto con la muestra “Hijxs” en la planta baja del edificio-, Sasturain anticipa la recuperación completa de la presencialidad con la muestra “El mito gaucho”, que se inaugurará entre fines de este mes y principios de diciembre en la Sala Leopoldo Marechal y que estará abierta hasta el próximo otoño.
Esta primera exposición en un espacio cerrado cuenta con un catálogo ilustrado de más de cien páginas, que reúne una decena de artículos escritos por críticos y especialistas de la gauchesca, como Guillermo David o Jorge Dubatti. “Ese es el tipo de muestras que tenemos la intención de hacer circular por nuestras sedes a partir de 2022”, señala Sasturain.
Por otra parte, en los próximos días concluirá la selección de los finalistas del concurso que concibió la directora del Museo del Libro y de la Lengua, María Moreno, y que recogió el Ministerio de Cultura: el “Premio Nacional de Cuentos de Amor Silvina Ocampo. Amé dieciocho veces, pero recuerdo sólo tres”. El veredicto se dará a conocer en diciembre y se editarán los ganadores el año que viene.
“Además, estamos en vísperas de tener nuestro propio programa en la TV pública, un viejo anhelo -asegura Sasturain-. Se llamará ‘La otra aventura’, un título que le pedimos prestado, o le afanamos, a Bioy Casares. Terminamos de editar el primero de una primera serie de cuatro programas, sobre un total de doce, que tendrán formato de una hora. Seguramente serán para el año que viene”.
“Sacando el título, es todo absolutamente nuestro: la idea, el guión, la dirección, la producción y los medios técnicos -enumera el autor de “El último Hammett”-. Serán entregas temáticas que incluyen elementos ficcionales, entrevistas y testimonios. ‘Futuro’ y Fantasmas de la Biblio’ son las primeras entregas. La idea es trabajar con nuestro patrimonio y enfatizar su sentido federal, representativo de la totalidad cultural del país y memoria viva de la Nación”.
Cuando Sasturain asumió en febrero de 2020 la dirección de la Biblioteca Nacional nombró a María Moreno al frente del Museo del Libro y de la Lengua, que reabrió sus puertas el 29 de septiembre del año siguiente, en su décimo aniversario, con un lúcido texto donde la escritora explicaba la paradoja de tener dislexia -una secuela del ACV que sufrió en julio último- y dirigir un museo de la lengua. Una de las primeras decisiones de Moreno fue restituir a Horacio González al frente del sistema de publicaciones que había ideado siendo director de la Biblioteca. Sin embargo, hubo tiempo para un solo rescate editorial, el de Alberto Szpunberg, que se realizó en forma virtual en junio de 2020. Un año después, González falleció y el área quedó a cargo de Sebastián Scolnik.
“En la Biblio se ha vuelto a poner en funcionamiento la editorial que había sido desactivada en la gestión anterior, pero también hicimos dos monumentales entregas virtuales de la revista La Biblioteca con la impronta de Horacio, las cuales contienen algunas de las mejores cosas que se han publicado sobre la pandemia en pandemia”, detalla Sasturain.
“Horacio tuvo tiempo para proponer los primeros títulos de una colección de narrativa argentina muy accesible, de textos breves, que lleva por título ‘De par en par’. Cada edición reúne dos cuentos de diferentes autores, a veces muy lejanos entre sí, pero unidos por el tema, el tratamiento o algún otro factor común. Los textos están presentados por los escritores que los propusieron. Hay varios títulos en carpeta. El primer volumen estará compuesto por ‘La lluvia de fuego’, de Leopoldo Lugones, y ‘La luna roja’, de Roberto Arlt, con una introducción de Horacio, acaso su último trabajo como editor. Sale ahora, antes de fin de año, con el regreso de nuestra actividad editorial”, dice Sasturain.
La Biblioteca vuelve al papel después de seis años con una docena de títulos que están haciendo fila para salir antes de fin de año. “Veremos con cuántos llegamos. No es fácil recuperar la fluidez que requiere la producción editorial, siempre compleja desde un organismo oficial que piensa en hacer libros buenos, lindos objetos, necesarios, baratos y que no se queden en los estantes sino que circulen, se vendan, que sean saludablemente comerciales, capaces de atraer al público no sólo por la excelencia de su contendido sino también por el atractivo y la belleza de su apariencia. Ese es el desafío de acá en más”, se entusiasma.
A “De par en par” la seguirán las obras completas de León Rozichner con los inéditos “Memorias de la ciencia” y “Hacia la escritura arcaica”. En lista de espera figuran también tres títulos de los Cuadernos de Lenguas Vivas curados por Moreno: “Babel del odio”, “Antología degenerada” y “Winkul Mapu”; además de la antología “Gauchesca y peronismo”, la primera entrega de una serie de entrevistas hechas por Guillermo Saavedra a escritores y personalidades de la cultura bajo el título “El Banquete”, la versión definitiva y en papel de la obra de Szpunber comentada “Los guardianes de Piatock” y la poesía completa de Luis Luchi a cien años de su nacimiento, en este caso en dos voluminosos tomos.
“También es importante el lanzamiento de la colección Papel de Kiosco, dedicada a la historieta y el humor gráfico, donde vamos a dar a conocer obras y autores del acervo de la Biblioteca que no pasaron por librerías porque usaron como soporte revistas y diarios”, dice Sasturain. El primer título será “Las Aventuras del Negro Raúl”, de Raúl Lanteri, primer autor argentino de una historieta con personaje fijo, que apareció en 1916 en la revista El Hogar. También están en carpeta títulos de la dupla Oski-César Bruto, y la obra del gran Roberto Battaglia. “Pero eso el año que viene, como tantas otras cosas”, finaliza Sasturain.
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