Para el escritor argento-catalán que firma este panfleto, anche traductor de nota y zaguero expeditivo (hoy más que nunca), se vino el acabose literario. Basta de escribir pavadas. Se decreta por la presente: LEER PARA ATRÁS, desde 1939. Archívese. (Ilustraciones: Laurie Lipton)

Sucesivos procesos de infantilización de la humanidad han derivado en un empobrecimiento sostenido de la ficción narrativa, poniendo al lector contra las cuerdas del hastío y la intemperie intelectual. Hoy el agente es quien establece el canon, el editor paga los cócteles a su propia empresa de catering y el crítico habla de sí mismo en el espacio donde debía hablar de los libros que no leyó. En cuanto a los autores, están más pendientes de publicar su segunda novela antes de la primera que de atarse las manos a la espalda con alambre de púa, y se maravillan cada vez que una metáfora temblorosa asoma la trucha por el horizonte de sucesos de la página en blanco. Los traductores lloran por costumbre o mueren de inanición, los distribuidores bombardean con embalaje pesado a los libreros y los libreros tienen pesadillas virtuales donde el ectoplasma de los e-libros los devora como la bruja de Hansel & Gretel. Ante este panorama desalentador y en vista de la carencia absoluta de pensadores sensibles, surgen por doquier iniciativas cuyo tenor no es una contralto, como por ejemplo este

Manifiesto NOLM:

Un espíritu (Gespenst) planea por todo el orbe, es el espíritu del nuevo orden literario mundial. su grito unánime es: ¡basta de escribir! la literatura tal como la conocemos hoy en día es insoportable y los lectores de la tierra nos levantamos y decimos: basta. basta de nuevas obras más viejas que la chancleta. basta de patéticas muestras de exhibicionismo indolente. basta de mierdas pinchadas a un palo selfi. basta de narcisitos con esnorquel. ha llegado el momento de instaurar por la fuerza el nuevo paradigma y dejar que el antiguo se pudra en su urna de latón. a tal fin, se procederá a implantar un primer paquete de medidas extremas que tendrán carácter irreversible y retroactivo inmediato.

  1. A) quedan derogados y serán destruidos por medio de virus y bacterias, dependiendo de su soporte, todos los textos narrativos posteriores a 1939 (fecha de creación, no de edición).
  2. B) quedará prohibida la producción y reproducción de nuevos textos de ficción en todas las lenguas a partir de ahora.
  3. C) la medida afecta a la narrativa, quedando exentos el ensayo duro y la poesía lírica**, siempre y cuando no camuflen textos narrativos bajo una apariencia adulterina.
  4. D) los lectores que deseen leer narrativa deberán hacerlo recurriendo a todas las obras de ficción anteriores a 1939, sin límite de antigüedad. quedará instaurada así la modalidad de lectura conocida como: LEER PARA ATRÁS.
  5. E) pensando en aquellos lectores que no pueden prescindir de la compra y eventual lectura de una obra fácil de narrativa, se reunirá con carácter anual un concejo mundial de sabios o idiotas (segual) que dictaminará cuál es el best-seller único del año (BAU), el cual será publicado en todas las lenguas y agotará su vida útil en el curso de un año natural desde su aparición, dando paso al best-seller anual siguiente y así sucesivamente.
  6. F) no hay reclamos que valgan. los textos que quedan fuera, fuera están. da igual si son de luis borges, de simenon de beauvoir o de mihail pindongy: a la basura.
  7. G) el segundo paquete de medidas será comunicado oportunamente, o sea que tranquis.
  8. H) larga vida al nuevo orden literario mundial. todos a LEER PARA ATRÁS (o tragarse un BAU de alta toxicidad).

* En 1939, Golan N’Gopalen se pone a escribir El tercer policía, Faulkner publica Palmeras salvajes y Borges escribe Pierre Menard. Ferdydurke, de Gombrowicz, es de 1937. La guerra de las salamandras, de Capek, del 36, igual que En las montañas de la locura, de Lovecraft. Kawabata se pone a escribir País de nieve en 1935; de ese año es Historia universal de la infamia. Anteriormente ya se escribieron Los siete locos (Arlt) o Berlín Alexanderplatz (Roth, Joseph), Sin novedad en el frente, Macunaíma, En busca del tiempo perdido, Los engranajes (y todo Akutagawa!), Morfina, América (y todo Kafka!), El gran Gatsby, El hombre sin atributos, Viaje al fin de la noche, Murphy, Las olas, Vuelo nocturno, La montaña mágica, El buen soldado Svejk, Tarzán, ¡Bambi, el Ulises, El Golem, todo Ubú, Las once mil vergas, Colmillo blanco, los Cuentos de Eça de Queiroz, Los cuentos de la selva y algún cuentito de Salinger, El banquero anarquista, Desesperación… no hay vida que alcance para leer todo esto (no digamos ya lo anterior), y eso que están quedando afuera, ay, Pedro Páramo, los cuentos de Primo Levi, las locuras de Lem…

** el ensayo duro y la poesía lírica quedan exentos por motivos más que obvios. ah, los guiones de cine, series televisivas*** y similares quedan prohibidos también, así como las obras de teatro. habrase visto cara dura más grande.

*** las series televisivas son El Mal. todas. en especial las “inteligentes” o “muy logradas” y no te digo las “críticas”. son como el mosquito del dengue: dales un charquito y te comieron el páncreas.