Tomás Méndez, un caso de periodismo basura
Anoche, en ADN, el contagio, no chequeado periodísticamente, de unos cuarenta empleados de una clínica fue utilizado para practicar un sensacionalismo que pudo provocar pánico y atentar contra la salud pública. Hoy el gobierno de la Ciudad confirmó la existencia de casos, pero eso no cambia – por el contrario, potencia – la manera irresponsable con que se cubrió la información. Todo por “la primicia”, hasta “mandar al muere” a un cronista.
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