Las cuentas que saca El Pejerrey Empedernido son para cortarse las aletas: calcula, con fundamento, que un buen puchero en esta Argentina de precios (des)cuidados cuesta tanto como un kilo de ostras. Eso sí, la vieja olla podrida llena un poco más que los moluscos.
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Este sábado El Pejerrey Empedernido – se supone que después de empedirnarse neologísticamente un par de tubos – se puso a cantar como Rita Pavone, pero lo que en realidad les quiere contar es que si no pueden comer ostras, las sardinas bien preparadas son – diría Nico – lo mismo.
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No tenía razón Heráclito con eso de que nunca nos encanutamos en la misma fase.