Ahora promociona un remedio que “inmuniza” contra el coronavirus. Como antes le hizo prensa a Sai Baba, al cirujano psíquico y al Maestro Amor. Esta nueva estafa viene de la mano de otros charlatanes, con dudosos antecedentes, a los que Domínguez, dinero de por medio, publicita, defiende y de quienes,  si la cosa se pone espesa,  no se hace cargo.

El 21 de mayo, un programa de canal 13 expuso a Claudio María Domínguez promocionando un producto que se ofrece para “inactivar” el coronavirus. El conductor de “Hacete cargo” contestó con un desafío: “si (revisan el archivo) y digo que tal comida o producto curan el coronavirus, que vayan y hagan la denuncia en ANMAT”. De hecho, esas fueron las afirmaciones que denunció la periodista Andrea Taboada en el ciclo televisivo Los Ángeles de la Mañana cuando mostró que su programa promovía un “kit inmunológico” que el mismo Domínguez había asociado con una respuesta útil para el COVID-

Pero hay una larga historia de los que están detrás de los últimos productos que promueve el “coach de vida”.

En 1968, Claudio María Domínguez era un nene insoportablemente parlanchín conocido por sus participaciones en el programa de preguntas y respuestas que conducía Jorge Cacho Fontana. Desde entonces le quedó el apelativo “niño Odol” (lo de “prodigio” ha quedado devaluado). Hoy es un señor grande –aun insoportablemente parlanchín– que vive de alborotar las buenas consciencias y de promocionar charlatanes.

En los últimos años se replegó de prácticas que, si bien le proporcionaron holgados beneficios materiales, dañaron su imagen pública. El costo de hacerle prensa a fraudes como el cirujano filipino Alex Orbito o al Maestro Amor había sido alto. Lo pagó con algunos años de ostracismo. Después de dos o tres recaídas decidió que el mejor negocio era venderse a sí mismo.  A comienzos de 2019 consiguió un espacio en C5N para publicitar las charlas, talleres y seminarios que da en todo el país. Por motivos de dominio público, debió trasladar su rutina online, con el consiguiente perjuicio económico. Y aquí lo tenemos otra vez, en el ojo del ciclón.

Si bien nunca dejó de dar consejos médicos en sus largas peroratas, indistinguibles de sermones seculares, desde que empezó la pandemia acentuó esas referencias, centrándose en la oferta de productores de bienes y servicios “alternativos” que no le soltaron la mano tras los escándalos que protagoniza desde 1995, cuando inició su carrera de gurú mediático promocionando a Orbito, sobre quién escribió El milagro de los sanadores filipinos. Los magos de Dios y presentó un informe más próximo a la promoción descarada que al periodismo en el noticiero de Canal 9, ese mismo año.

El pasado jueves 21, la periodista Andrea Taboada, panelista del ciclo Los Ángeles de la Mañana (El Trece), contó que Dominguez difunde en su programa de C5N un producto que, según sus promotores, “aumenta las defensas” e “inactiva el HIV y el coronavirus”.

Clarín se comunicó con Domínguez mientras grababa “Hacete cargo”, nombre del programa en C5N que parece un espejo invertido de la actitud de Domínguez ante cada estallido mediático que protagoniza, sea como promotor de la cirugía psíquica, el Sai Baba, el Maestro Amor o mientras condujo el programa “Por un mundo mejor”, en el que desfilaban charlatanes de toda laya a quienes no invitaba por poseer algún talento o conocimiento sino por el dinero que estaban dispuestos a pagar para darles difusión. Ante el periodista de Clarín, el “difusor espiritual” descargó la responsabilidad en los anunciantes. “Jamás promocionaría la cura del coronavirus”, destacó. Tras protestar por la forma en que fue presentado el caso del “kit inmunológico” en el programa de El Trece, propuso buscar en el archivo sus intervenciones desde el inicio de la pandemia: “Yo desafío, con mucho amor, a que escuchen mis 110 programas de este año; y si yo digo que tal comida o producto curan el coronavirus, que vayan y hagan la denuncia en ANMAT”.

Salvo mala fe, Dominguez no puede hacerse el desentendido sobre las propiedades que le atribuye su anunciante. El ciclo conducido por Ángel de Brito mostró parte de un programa emitido en abril pasado donde el conductor de Hacete cargo hizo una explícita referencia a la cura del coronavirus:

 

“Estamos hablando de una pandemia a nivel de inconsciente colectivo.  ¿Está muriendo el planeta? ¡No! Están muriendo los que tienen que irse según una decantación biológica lógica. Cada día en el planeta nacen 400 mil personas, mueren 200 mil. Entonces, esos 200 mil que mueren ¿son del coronabicho? ¡No! Es el 0,01 por ciento. Tampoco te tiene que dar miedo. Es parte de un equilibrio biológico. Lo que sí vos deberías decir, ‘puedo no ser parte de esas mil del día de hoy. De mañana’. Obvio. Para eso, modificá el karma. ¿Qué hago? Viví una vida tuya. Viví una vida energéticamente tuya, no vivas una vida implantada. ¡Entendí, Claudio qué hago!? ¿Me como la cúrcuma? ¿Me hundo el tercer ojo con el limón con el bicarbonato? ¿Me agarro el kit inmunológico que contiene la plata coloidal, los probióticos y el ácido ascórbico, porque mi cuerpo no fabrica la megadosis de vitamina C necesaria? ¿Eso tengo que hacer? ¡Sí!”, dijo Domínguez el pasado 11 de abril en su programa Hacete cargo (C5N).

Los que “tienen que irse” alcanzados por el coronavirus pueden zafar del karma. Existe, según Claudio María, una indicación para escapar de la “decantación biológica lógica”: hay que utilizar cierto “kit inmunológico” que prepara y comercializa uno de sus auspiciantes.

 

Un empresario alternativo

El programa “Los Ángeles de la Mañana” presentó uno de los anuncios difundidos en las redes sociales por el distribuidor que ofrece el kit, el “empresario alternativo” Gustavo Mendiburo.

En la placa leemos que el Kyojin (un probiótico) “aumenta las defensas” e “inactiva el HIV y el coronavirus”. Luego agrega: “Beneficios. Kyojin produce antivirales naturales que no generan resistencia. Con alta producción de ‘surfactinas’ eficientes para inactivar virus con envolturas como las del resfrío,  gripe, HIV/SIDA y coronavirus”. Según Taboada, el costo del kit asciende a 2.300 pesos, delivery incluido.

Aparte de los PNT del ahora famoso “kit” en su espacio en C5N, en sus redes sociales acompañó las iniciativas de Mendiburo. En una entrevista a Mendiburo que transmitió de su cuenta en Facebook, Dominguez escribió:

“Genios toda la explicación con lujo de detalles sobre el kit inmunologico que me trae desde hace años Gustavo Mendiburo, cuyo celu y WhatsApp es 11 64XXXXXX. Vean la nota y empápense sobre el tema. Es muy necesario, en estos momentos y siempre.”

Si Domínguez se hubiese empapado en el tema del kit que promocionaba, hubiese leído en la página web de Kyojin:

“Estos lipopéptidos producidos por B. subtilis poseen potente acción contra bacterias (enterococos, neumococos, salmonelas, etc.) y hongos patógenos, pero son además son potentes antivirales. Por ello previenen y combaten el resfrío común, la gripe, el SIDA, al rotavirus y otros virus que produzcan diarreas.”

“También podrían prevenir del Coronavirus al poseer el mismo una cubierta lipoproteica que puede ser desintegrada (destruída) por las surfactinas e iturinas que produce B. subtilis como fue demostrado contra el virus del SIDA, el VIH.”

La sede de Kyojin se encuentra en Rosario, Argentina, y en su página web afirma dedicarse al “desarrollo, producción e innovación responsable de probióticos”.

En la entrevista a Mendiburo, que Domínguez ya borró, le explicaba a su audiencia que es “un amigo de años” con quien mantiene el siguiente intercambio, él le proporciona “el producto” y Domínguez lo promociona.

Otro de los auspiciantes del programa de Domínguez fue también Laboratorios Crinway. ¿Quién acercó a Domínguez aquellos productos para promocionarlos? Aquí reaparece Mendiburo, el creador del kit inmunológico que pretende “inactivar” el coronavirus.

Gustavo Mendiburo es un empresario que, pese a no tener formación médica, aparece en entrevistas y acciones proporcionando recetas y recomendaciones terapéuticas. En 2011, era Gerente Comercial de Crinway S.A., empresa dedicada a la producción, venta y distribución de “Polen Reconvertido” (en el video se lo ve recibir un premio “en nombre de Norberto Ken” otorgado en el salón “las Provincias” del Senado de la Nación el 17 de noviembre de ese año, realizado con el auspicio de la Asociación Argentina de Esclerodermia y Raynaud -A.A.D.E.Y.R.). Se desvinculó de Crinway en 2019, cuando comenzó a difundir, en sus redes sociales y en los chivos de Dominguez, una firma unipersonal: GM Distribuidor.

Entre 2011 y 2013, el directorio de Crinway S.A. estaba constituido por Norberto Edmundo Kawczynski (Presidente), con domicilio en Del Perdigo Nº 690, Fátima, Pdo. De Pilar, Bs. As., Francisco Gabriel Felisiak (Director Suplente), con domicilio en Pacífico Rodríguez 5085, piso 5º, Villa Ballester, Pdo. De San Martín, Bs. As; Roberto Felisiak, con domicilio en Pacífico Rodríguez Nº 5085, piso 5º de Villa Ballester, Pdo. De San Martín, Bs. As.

El producto estrella de Crinway era el llamado “Polen Reconvertido”, comercializado desde 1989 y presentado “oficialmente” el 11 de marzo de 1994 en el Hotel de Las Naciones. A.A.D.E.Y.R. premió a la empresa en sus simposios en 2009 y 2010. El activo apoyo de esta onegé dedicada a contener a los enfermos de esclerodermia sistemática progresiva acaso encuentra su explicación en el hecho de que su titular, Nieves Loretta Bustos Cavilla, desde que ingiere el producto, “mejora mi sistema inmunológico”, expresando su gratitud en testimonios que fueron incluidos en los avisos del presunto laboratorio. (“Convivir – Líder de prensa natural”, 12/2012). En 2010, la Legislatura de la CABA distinguió a Bustos Cavilla como Personalidad Destacada de los Derechos Humanos.

De acuerdo con una disposición número 4393 fechada el 3/06/2015, la ANMAT aprobó la inscripción de la firma “como Importador y Exportador de Miel acondicionada para su venta directa al público y de Suplementos Dietarios, que no requieran refrigeración”.

La ANMAT autorizó a Crinway a vender un suplemento dietario, pero como alimento. En su sitio web, Crinway presenta al producto en los siguientes términos:

“Este superalimento natural actúa en diferentes desórdenes orgánicos, permitiendo que el organismo sea el encargado de llevar a la normalidad la anomalía”, recomendándose “a personas que por su actividad producen un gran desgaste psicofísico. Se observan beneficios en estrés, depresión, próstata, cansancio generalizado, anemias, etc.

Por supuesto, la ANMAT exige a las empresas dedicadas a la comercialización de suplementos dietarios “ajustarse a las pautas éticas consignadas por la ANMAT en la Disposición N° 4980/2005, norma que establece, entre otras limitaciones, que los anuncios NO deberán incluir frases y/o mensajes que atribuyan al suplemento dietario acciones y/o propiedades terapéuticas, sugieran que es un producto medicinal o mencionen que diagnostica, cura, calma, mitiga, alivia, previene o protege de una determinada enfermedad”, aclarando además que la ANMAT “fiscaliza las publicidades, a fin de reducir los riesgos para el consumidor”, llegando a “imponerse sanciones a las empresas responsables”.

El doctor Ken era un pastor

Como se recordará, el premio que recibió Mendiburo en el Senado en 2011 era para un tal “Norberto Ken”. ¿A quién se conocía así en Crinway? Era el seudónimo que utilizaba Norberto Kawczynski, presidente del presunto laboratorio, quien afirmaba ser doctor en biología pero, en realidad, era pastor del Templo del Dios Vivo, ubicado en la localidad de Manuel Alberti, partido de Pilar, a 42 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires.

El 3 de octubre de 2014, el templo evangélico de Kawczynski fue centro de una tragedia cuando una columna de cemento cayó sobre un chiquito de diez años, David Rosso, ocasionándole la muerte después de un mes de agonía en el Hospital Austral. El padre de la víctima, Julio Rosso, denunció las promesas incumplidas de Kawczynski de pagar la internación (solo se hizo cargo de 300 de 800 mil pesos en gastos) y que las deficiencias edilicias del templo estaban alineadas con otras irregularidades: la iglesia no estaba asentada en el Registro de Cultos, no estaba habilitada por el municipio.

La municipalidad de Pilar clausuró el templo el 20 de diciembre  y cinco días después,  el pastor había reunido el dinero para pagar los planos y la multa.

Desde entonces, Kawczynski, hoy de 77 años, quedó desvinculado de Crinway, siendo Gustavo Mendiburo su única cara visible hasta 2019.

En marzo de 2012, el dueño de una dietética de Ostende escribió una carta pública. Dice allí que probó el producto y notó no solo que no le causó efecto alguno sino que “ninguno de los tubitos que tomé tenían el mismo gusto”. Cuando visitó el laboratorio en Villa Ballester, le sorprendió descubrir que “de laboratorio no tenía absolutamente nada (…) elaboraban el producto en una cocina, sin los implementos necesarios de limpieza e higiene, detrás hay una iglesia evangelista, donde captan toda la mano de obra (por supuesto, en negro y sin capacitación) que utilizan para realizar el producto”. Allí, Mendiburo le confirmó que el “doctor en biología KEN” en realidad era el seudónimo del pastor Kawczynski.

Una larga carrera de fraudes

Dominguez suele denunciar a “toda la televisión argentina”. Toda ella es una basura, menos –evidentemente– los espacios donde habla sobre sí mismo y publicita sus mercancías, que ofrece al modo de los antiguos trashumantes que iban de pueblo en pueblo tratando de vender panaceas, tónicos o brebajes mágicos.

La trayectoria profesional que describió hasta su apogeo como promotor de servicios o personajes cuestionables tuvo, hasta ahora, cinco hitos:

2012: El viernes 4 de Mayo del en la 38º edición de la Feria del Libro, el activista anti-sectas Pablo Salum le preguntó “qué opinaría si violaran a su hija”, y “qué opina del Maestro Amor”, como es conocido el gurú Ricardo Javier Ocampo, promocionado por Domínguez hasta que comenzó la causa judicial y la esposa del escritor decidió irse a vivir a la comunidad de Ocampo en Miraflores, Catamarca.  A Domínguez se le soltó la cadena: “¡No, querido, no me rompas las pelotas, bancate la respuesta!” (…) “Cada uno maneja la frustración sexual como puede”.  Y defendió a Ocampo: “La Justicia no lo condenó, ¿quién soy yo para condenar la paja ajena, la viga en el culo propio? Ahora, si lo condeno yo, es porque tengo el culo dilatado. La idea es: sé una persona que perdone. Si (la acusación) fuese verdad, nadie escapa del karma“.

2003-2006: En su programa “Por un mundo mejor” mantuvo charlas pactadas, grabó comerciales y propuso sorteos para viajar a conocer al “Maestro Amor” en su casa de Miraflores o en las charlas que daba en Bariloche. Nunca existió una relación “distante” entre ambos, como Domínguez alegaba. En 2014, el gurú de Meditazen fue condenado a 14 años de cárcel: un tribunal catamarqueño  lo encontró culpable de seis hechos de abuso sexual agravado contra dos adolescentes cordobeses que vivían en sus residencias de Miraflores y Colonia del Valle. Luego, Domínguez eliminó toda referencia a Ocampo en su web y en las reediciones de sus libros.

2002: En “Por un mundo mejor” sus invitados pagaban para ser entrevistados y hablar de servicios cuestionables. En sendas emisiones de Zona de Investigación, bajo el título “Por amor al dinero”, dimos voz a los damnificados por los charlatanes promocionados por Domínguez. Entre los entrevistados estaban el doctor Jorge Barraza, un cirujano que invertía miles de pesos en publicidad encubierta y comercializaba sus propias medicinas, violando el código de ética médica; la profesora Hara, una numeróloga denunciada por estafas reiteradas; Carlos Coria, quien engañaba a sus pacientes con un título que no poseía, y Stella Maris Maruso, presidenta de la Fundación Salud, a quien una cámara oculta mostró cómo “le contaba las costillas” a un potencial paciente para someterlo a una aparatología pseudocientífica.

1996: Su activa difusión de vida y obra de Sathya Sai Baba, el gurú acusado de falsificar milagros y abusar de menores. Sobre el swami publicó ese año “La ciudad del amor” (Errepar) y lo promovió en innumerables programas. Los detalles pueden encontrarse aquí.

1995:  La interesada publicidad que dio a Alex Orbito, el “cirujano psíquico” a quien filmó para “Nuevediario” en Filipinas. Fue su “nota debut”. El sentido de la entrevista fue crear la expectativa que necesitaba la Fundación Argentino-Brasileña (hoy Fundación Salud), que trajo a Orbito a Buenos Aires para “atender” pacientes de enfermedades terminales a un costo de U$ 350 per cápita. Cuando para La Prensa le pregunté: “Si vieras evidencias de un truco en tu propia filmación, ¿revisarías tu opinión?”, él contestó: “No, frente al hecho terminal, todo recurso que maneje la magia de la autocuración es bienvenido”. Por eso aquella nota se tituló Bienvenido el fraude.

¿De qué se hace cargo Domínguez?

De poco. No bien estos gurúes, falsos médicos o curanderos fueron denunciados o cuestionados, Domínguez se corrió de escena. Por ejemplo, solo mostró arrepentimiento de haber promocionado a Alex Orbito cuando, 18 años después, fue cuestionado por Jorge Rial en el programa Intrusos. Lo mismo ocurrió con el Maestro Amor. Marcó sus diferencias cuando las acusaciones contra el gurú estaban en todos los medios.

En 1996, la actriz Perla Caron contó públicamente su experiencia con Orbito en un programa emitido por América TV, “Investigación X”, que conducía Néstor Ibarra. La actriz contó como ella y sus hermanas creyeron que Orbito “quitaba” el tumor de su cuerpo, motivo por el cual suspendieron el tratamiento médico que recibía su padre, enfermo de cáncer. Cuando lo quisieron operar fue inútil: la enfermedad había avanzado demasiado y murió.

En aquella ocasión, Domínguez no se hizo cargo.

Del mismo modo, hoy tampoco se hacen cargo las autoridades de C5N, quienes desde hace más de un año mantienen en el aire a uno de los más notorios charlatanes argentinos dedicados a promover a otros estafadores.

Dicho esto, como lo expusimos hace años, no nos preocupa tanto la persona de Domínguez si no qué encuentran en él de fascinante los programas de TV que le dan su micrófono, los periodistas que lo consideran digno de ser entrevistado y, claro, las personas que asisten a sus “seminarios” o consumen sus programas.

Ese es otro misterio, pero dilucidarlo es tarea de etnólogos, antropólogos y sociólogos, quienes en sus estudios no deberían descuidar la parte mugrienta de los seres de luz.