Tras el pedido de licencia de Fernando Espinosa, precandidato a diputado por Unidad Ciudadana, quedó a cargo de la vicepresidente Cristina Álvarez Rodríguez, incondicional de Daniel Scioli.

Están todos con perfil bajo, pero en cualquier momento Florencio los empieza a hostigar. Es una situación muy incómoda.” Quien habla es una fuente con llegada a la dirigencia del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires, que quedó en poder de Florencio Randazzo y otros peronistas que no se identifican con el liderazgo de la ex presidenta Cristina Fernández, quien rechazó las PASO y formó Unidad Ciudadana.

Scioli y Álvarez Rodríguez.

La cuestión es que varios dirigentes quedaron colgados del pincel, literalmente, tras el pedido de licencia de Fernando Espinosa, ex intendente de La Matanza, quien va como candidato a diputado por Unidad Ciudadana en un lugar expectante.

La vicepresidenta del partido es Cristina Alvarez Rodríguez, quien debió hacerse cargo de la presidencia luego de la licencia de Espinosa. Cabe preguntarse por qué Alvarez Rodríguez, una de las integrantes del Grupo Calafate que llevó a Néstor Kirchner a la presidencia e importante funcionaria durante la gobernación de Daniel Scioli, no presenta pedido de licencia también. La cuestión es que Alvarez Rodríguez, al igual que otros dirigentes del espacio, no se pronunció públicamente a favor de la candidatura de Randazzo. Debe reconocerse, también, que tampoco lo han hecho abiertamente a favor de Cristina.

Quienes conocen a la sobrina nieta de Evita saben de su alineamiento incondicional con el ex gobernador Scioli. Es de dudar que pueda hoy poner el partido a las órdenes de Randazzo. Pero, a la vez, nos dicen las fuentes “no puede pedir licencia porque quien quedaría a cargo del partido es Romero (Oscar), que hoy está con Randazzo”.

Oscar Romero.

“La verdad es que todos estos dirigentes están en una disyuntiva – agregan -, en el barrio diríamos que quedaron colgados del pincel, porque no quieren dejar el partido completamente en manos de Florencio, pero a la vez tampoco juegan abiertamente, ni siquiera como candidatos, en Unidad Ciudadana.”

La verdad es que nadie sabe cómo se resolverá la cuestión, pero todos esperan que de un momento a otro los seguidores de Randazzo, y él mismo, tomen las riendas del PJ provincial. No sólo se quedaron con los fondos asignados al justicialismo para la campaña, sino que se quedarán también con el otrora poderoso aparato partidario.

El tiempo dirá cuáles son los pasos que siguen. Mientras tanto, estos dirigentes y la propia Cristina Alvarez Rodríguez no quieren echar leña al fuego, no confrontan y mantienen un muy bajo perfil.