Desde que asumió Gerardo Morales bautizó planes y actos con el nombre de la Pachamama al tiempo que celebraba la prisión de Milagro Sala. La fiesta de ayer tuvo otro signo y fue un festejo anticipado de una liberación que está muy próxima
El primero de agosto inicia el mes de la Pachamama. No se trata solo de cumplir con el ritual de darle de comer a la tierra, ofrendarla, pedirle y agradecerle, sino que durante todo el mes reinará un clima espiritual y reflexivo. Recorrer las calles de ciudades y pueblos jujeños en agosto implica sentir de pronto, en cualquier esquina, el perfume de la koa humeando y los ¡Jallala! voceados por quienes participan de las ceremonias.
No es extraño entonces que el primero de agosto de este año, a un costado del pozo abierto en la sede de la Tupac Amaru, mientras la Pacha recibe la coca, la comida y la bebida de tantas manos, las conversaciones giren en torno a significados ocultos, influencias cósmicas e interpretaciones simbólicas.
Alguien elabora un razonamiento que, aclara, no tiene nada de político. “Morales viene haciendo ceremonias de la Pachamama desde la campaña de 2015. Habla de la Pachamama, le pone su nombre a programas de gobierno, hace afiches y la invoca cuando promociona su gestión de gobierno. Tanto llamó a la Pachamama, que finalmente la Pacha escuchó y le mandó que tiene que liberar a Milagro Sala”.
Hay sonrisas y comentarios pícaros entre los que participan de la pequeña rueda. Celebran la ocurrencia porque saben, creen, sienten que la Pacha es amiga, madre, hermana de los pueblos y del pueblo, y se enoja con los poderosos que dominan y cometen injusticias con quienes sojuzgan.
Otro agrega: “Y eso no es nada. El año pasado, la resolución de la ONU que pidió la liberación inmediata de Milagro salió el 27 de octubre, que era el aniversario de la muerte de Néstor. Y este año, la CIDH se pronuncia a favor de Milagro el 28 de julio, aniversario del nacimiento de Hugo Chávez”.
¡Jallalla!, se vuelve a escuchar en el patio de la Tupac. La rueda se desarma. Los leños arden. Hay luz en todos los ojos.