Lo siguen millones de personas mientras, frente a la pantalla de la computadora, entona las canciones más famosas… todas con la misma letra.

Hey, ahora son una súper estrella, empezá tu juego, andá a jugar”. Jon Sudano canta mirando el monitor, que se refleja en sus lentes. La cámara lo enfoca desde abajo, o más bien enfoca su papada gigante poblada de barba. Jon se parece a Peter Griffin, el de Padre de familia, y tiene una voz maravillosa, canta muy afinado: en eso consisten sus videos, canta frente a la compu como cualquiera. Pero su canal de Youtube tiene casi medio millón de seguidores y sus otros videos cosechan millones de visitas. El fenómeno explotó en los últimos meses de 2016, un año que Internet calificó de ‘fatídico’ ya en enero con la muerte de David Bowie. Millones de personas le agradecieron a Jon por dejar de ver al menos un segundo a Trump y todo el circo histérico alrededor de las Elecciones En Que Todo Salió Mal.

El procedimiento tiene todo para ganar: Jon Sudano agarra un tema que varía entre clásico absoluto (Radiohead, Oasis, Lennon, YMCA) y los artistas del momento (Adele, Foster the People, Taylor Swift). Canta sobre su base, pero ¡oh!, la melodía y la letra no son las originales, sino que canta siempre la misma canción. Y siempre queda bien. Imaginen la escena de Tiempo de Valientes en la que los personajes de Diego Peretti y Luis Luque, inspirados por la marihuana, descubren que el Feliz Cumpleaños y el Payaso Plin Plin tienen la misma melodía. Imaginen esa escena reproducida en la escala archisupermega masiva de Internet, un hermoso hallazgo echado a la jaula del león millenial. Lo de Jon funciona cada vez. Funciona por repetición, como todo meme: no cansa, crece. “Este tipo es una leyenda”, dicen y hago mías estas palabras aunque provengan del desecho de Internet, los comentarios de Youtube. No se reconstruyen los banquetes romanos sin mirar las cloacas del imperio.

Quien escribe se ríe como un imbécil mientras lo hace, recordando la carita concentrada de Jon, el plano siempre igual en todos sus videos, sus ocurrentes covers, su impasibilidad ante éste, su gran hallazgo. El recurso de la misteriosa asociación no es del todo nuevo. Ya existe la fusión de The Dark side of the moon con El mago de Oz (había que poner play en el momento en que el león de la MGM ruge por segunda vez), y el comediante Rob Paravonian había denunciado que el canon barroco de Pachelbel estaba por toda la música contemporánea.

¿Por qué funciona lo de Jon Sudano? En verdad no puede saberse, es una chispa de origen incierto que enciende el prado, pero siempre se puede hacer sociología de cafetín (la sede de esta fructífera actividad se trasladó a la nube, como es sabido). El hallazgo de Jon debe haberse producido exactamente en la misma posición en que él se filma: sentado, como cualquiera de nosotros, frente a la PC, con un culo gordo encallado, un monitor reflejado en los lentes y la ocasional aparición de un gato (subiendo más en el ranking de Internet). Se trata de esa enfermedad millenial de hacer correr con el pulgar la pantalla del teléfono durante horas, el scroll infinito que ya marcó a esta generación, un océano de conocimiento recurrentemente parecido a sí mismo, un empaste de datos y datos que buscan el clic.

Y ahí fue que Jon la vio, la vio para siempre: All star de Smash Mouth encaja perfectamente en un sinnúmero de hits de todas las épocas y géneros. ¿Qué pasa con esa canción? Bueno, no demasiado: es parte del encanto. Es una de esas canciones que resuenan en la conciencia de los niños millenials, hoy ya creciditos, sin razón alguna. Apareció en Shrek y en Mystery Men y desde allí suena. Es un lejano vaho que los transporta a la infancia. Pero la canción es un poco como Ben Stiller, que actúa en la citada Mystery Men, o como Brendan Fraser, o como Caruso Lombardi. Caen bien, hasta se compartiría una cerveza con ellos, pero jamás sería el preferido de nadie en nada. Por eso es tanto más ridícula y grande la hazaña de Jon Sudano, que de todos modos muere por cantar la canción con sus ídolos de Smash Mouth.

Sudano quita el velo a una especie de farsa del tardío siglo XX, sugiriendo que todo suena igual y que, no conforme con eso, remite a una canción de Shrek. ¿Es una denuncia a la falta de creatividad, es el meme del momento, es una respuesta generacional al scroll infinito y a que todo está chato, aplanado, pasando por nuestros monitores, y que aun así se puede hacer algo creativo con eso, alimentando a su vez al monstruo? Es todo eso o quizás sólo un gordo copado que entendió. Es internet. Yo sólo los desafío a seguir escuchando música sin intentar encajarle a cada tema “Somebody once told me the world was gonna roll me…”.

 

Wonderwall de Oasis por Jon Sudano:

Hurt de Johnny Cash por Jon Sudano:

Canon de Pachelbel: