Fue, mucho antes del reggae, un popularísimo intérprete de géneros caribeños, jamaiquinos y afro, también actor de talla, y un activista comprometido no solo con los derechos civiles en EEUU sino con las causas latinoamericanas. Un repaso de su vida, tras su fallecimiento.
Harry Belafonte, una figura impar, el músico y artista más comprometido con la lucha por los derechos de los afrodescendientes en EEUU, un ser solidario con las causas por la libertad y la dignidad, falleció el 25 de abril de 2023 a los noventa y seis años de edad.
Milito activamente en el movimiento por los derechos civiles junto a Martin Luther King. Alzo su voz para denunciar la pobreza y la segregación racial en Estados Unidos. Ningún otro artista como Belafonte, aprovechó su celebridad para actuar en la política estadounidense confrontando al poder y su estatus de injusticia y discriminación.
Nació en Harlem, Nueva York, su padre de origen jamaicano llevo a la familia a su isla natal cuando Harry tenía ocho años, regresó a los trece a Nueva York, pero aquel paso por Jamaica marcó su vida, allí asimilo los ritmos caribeños que serían la base de gran parte de su música. El calypso fue el ritmo que lo hizo famoso gracias a éxitos como Day O y Jamaica Farewell. En 1957 el disco que tenía estos temas vendió más copias que los de Frank Sinatra y Elvis Presley. Dio a conocer ante públicos masivos a cantantes como Odetta y la sudafricana Miriam Makeba.
Como actor se inició en una producción del American Negro Theatre, y luego para perfeccionarse se unió a la Dramatic Workshop de la New School of Social Research, donde entre sus compañeros de clase se hallaban alumnos como Marlon Brando, Walter Matthau, Rod Steiger y Tony Curtis.
Protagonizó películas como Bright Road, Carmen Jones y Island in the Sun. “Harry Belafonte se encuentra en la cima de una de las carreras más notables del mundo del espectáculo estadounidense”, proclamaba la revista Time en una portada de 1959.
Esa celebridad lo hizo conocer a Martin Luther King Jr. El líder de los derechos civiles lo llamó en 1956 durante el boicot a los autobuses de Montgomery. A partir de allí Belafonte fue parte del movimiento.
En 1955, Belafonte le prometió a King que ayudaría al movimiento en todo lo que pudiera; trece años después, estaba ayudando a la viuda de King a elegir el traje con el que lo enterrarían, se sentó junto a ella en el funeral y conservó la hoja donde King tenia escrito el discurso que iba a pronunciar en Memphis el día que lo asesinaron.
En 1963, junto a su mejor amigo, el actor Sidney Poitier, llevó a una delegación de estrellas de Hollywood a la célebre Marcha sobre Washington por el trabajo y la libertad. En ese periodo el Ku Klux Klan y el FBI seguían sus movimientos, ya había recibido los embates del macartismo.
Algunas palabras para Bush y Obama
No dudo a la hora de enfrentar a las máximas figuras de la política. En 2003 acusó a George W. Bush como “el mayor terrorista del mundo” por la guerra de Irak. Durante las elecciones de 2008, su crítica a Barack Obama fue tan lacerante que el entonces senador le preguntó: “¿Cuándo me vas a dar un respiro?”. Belafonte respondió: “¿Qué te hace pensar que eso no es lo que he estado haciendo?” Elegido presidente, Belafonte lo critico duramente por mantener las detenciones en la Bahía en Guantánamo.
Viajó a Venezuela para apoyar Chávez, cercano a Fidel. Fue un militante histórico contra el bloqueo de EEUU a la isla. Como consecuente luchador contra el apartheid militó por la libertad de su amigo Nelson Mandela, en palabras de Cyril Ramaphosa, el presidente de Sudafrica: “Belafonte jugó un papel decisivo en el mantenimiento del boicot cultural liderado por las Naciones Unidas contra el apartheid en Sudáfrica”.
Lo descubrí en los 70 al escuchar su disco This is Harry Belafonte, con una selección de sus temas más conocidos y a partir de allí fui descubriendo la figura de quien mantuvo presente el legado de los 60, combatiendo todas las formas de segregación e injusticia, tanto legales como ilegales. Alguien que supo tener una vida coherente con sus ideas y unir éticamente los mundos de la cultura y la política.
FUENTE: Ojo al arte a través de contrahegemoníaweb.com.ar
Regalitos de Socompa: Belafonte cantando uno de sus temas más conocidos, Banana boat song, aquí.
Y aquí cantando el Hava Nagila en un programa de televisión (1965) conducido por el actor y comediante Danny Kaye.