Historiadores y antropólogos de diversos países charlando con científicos presuntamente “duros”, en una discusión fértil que imperiosamente cruce disciplinas. Esta semana se discutirá a lo pavo un modo de hacer ciencia que no tenga solo que ver con patentes y ganancias empresarias.
Será “una semana para repensar la ciencia”, según la definen los organizadores. Desde hoy hasta el 28 de abril, investigadores, activistas, docentes, comunicadores y estudiantes se encontrarán en las Jornadas de Fundamentos y Aplicaciones de la Interdisciplina a debatir desde sus bases los modos de producción actual de conocimiento. El evento reunirá a investigadores, docentes, estudiantes y activistas de diversas áreas y disciplinas de Argentina, Brasil, Uruguay, Bolivia, México, Estados Unidos, Canadá, España y Francia para discutir los fundamentos y aplicaciones de la investigación interdisciplinaria, poniendo el eje tanto en sus aspectos teóricos, como en su relevancia para las problemáticas sociales, ambientales y de géneros en nuestra región.
Las jornadas suponen además que estas investigaciones están inevitablemente atravesadas por la discusión acerca del rol de los investigadores y los organismos de Ciencia y Técnica (CyT) en la sociedad. También se discutirán problemáticas vinculadas a los desafíos cotidianos del trabajo multi-, inter, y transdisciplinario en la actualidad y sus diferencias. Esta edición contará con un nuevo eje temático dedicado a la relación entre academia y pueblos originarios, indispensable para problematizar el extractivismo académico y otras violencias naturalizadas por el sistema.
La alusión a lo interdisciplinario es crucial. Es indudable que muchas de las problemáticas más urgentes de la actualidad son extremadamente complejas y requieren abordajes que puedan dar cuenta de ello y que partan de las necesidades específicas de cada comunidad. Casos como la pandemia de COVID-19, los impactos desiguales del calentamiento global y la crisis energética, las recuperaciones de territorios ancestrales y la creciente importancia de nuevos puntos de vista en ciencia nos muestran que las respuestas que puede dar una única perspectiva teórica o metodológica o una única clase de saber son fragmentarias e inadecuadas. Esta es la motivación que cada año impulsa la realización de las Jornadas de Fundamentos y Aplicaciones de la Interdisciplina (JFAI) desde el año 2019,
Vasavsky. Homenaje al científico rebelde
Aunque en modalidad virtual, las jornadas tendrán su cierre presencial con la proyección del documental “Varsavsky. El científico rebelde” en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, el viernes 28 a las 18hs. Al finalizar las jornadas de este año, además, se premiarán las mejores ponencias.
En palabras de la antropóloga Malena Castilla, investigadora de Conicet en la Universidad de La Matanza e invitada como panelista, “la invitación a pensar y debatir con otres estudiantes, graduades e investigadores provenientes de diferentes campos y disciplinas propicia la posibilidad de encontrar puntos en común -y quizá desacuerdo, pero que nutren estos debates- en torno a las formas en las que debemos pensar, construir y hacer ciencia. Fundamentalmente atendiendo a las condiciones en las cuales las mismas se vienen haciendo desde hace décadas y dejan de lado -muchas veces- subjetividades y conocimientos que contribuirían a reformular nuestros trabajos y abordajes en los territorios diversos.” Las JFAI2023 aspiran a ser ese espacio de encuentro y debate para repensar el modo en que se produce ciencia en nuestra región y en el mundo.
Las jornadas se desarrollarán en modalidad virtual, contarán con más de 100 trabajos organizados en 23 mesas, un taller y 7 paneles centrales con 28 presentaciones de expositores nacionales e internacionales (desde Brasil, Uruguay, Bolivia, México, Estados Unidos, Canadá, España y Francia).
Preguntas desde un grado cero
En este contexto, investigadores, docentes y estudiantes de distintas disciplinas, así como activistas y comunicadores retomarán los ejes temáticos de las ediciones anteriores y sumarán nuevas preguntas. Por ejemplo, ¿cómo es el proceso de producción de conocimiento científico y por qué al día de hoy se encuentra fragmentado? ¿Cómo superar este problema para poder dialogar? ¿Cómo conocemos? ¿Cómo el patriarcado, el capitalismo y las miradas colonialistas influyen en la cognición? ¿Qué papel juegan el Estado, las instituciones y los capitales (nacionales y transnacionales) en la producción de conocimiento? ¿Qué implicancias tiene la perspectiva feminista e interseccional en esta producción y qué implicancias tiene ignorarla? ¿Cómo trabajar interdisciplinariamente las problemáticas complejas de salud y ambientales que atraviesan a nuestras comunidades?
La expansión continua del uso de glifosato en los cultivos de soja transgénica, y la más reciente incorporación del trigo modificado preparado para recibir otros plaguicidas y herbicidas de altísima toxicidad son un ejemplo crucial para pensar el sentido de los saberes que se producen desde la ciencia. Tal como señala Anabel Pomar, comunicadora e investigadora ambiental invitada como panelista, hay preguntas urgentes: “En el caso de los agrotóxicos, ¿qué herramientas o aportes concretos se producen hoy para modificar la situación del territorio? ¿Están sirviendo? Humildemente creo que no faltan pruebas, entonces me pregunto, ¿tiene sentido seguir generándolas o monitoreando el deterioro? ¿De qué serviría el conocimiento de aquello que ya está roto y no se puede reparar?”.
Desde su punto de vista se trata, en cambio, de mover los esfuerzos a la prevención de daños. El debate está planteado. Este año se suma un nuevo eje que aborda la interacción entre el sistema científico y los pueblos originarios. De esta forma, se abre un espacio para dialogar sobre el colonialismo-patriarcal que sostiene la academia y contribuye a excluir, deslegitimar, mercantilizar y destruir los conocimientos y territorios de los pueblos originarios.
Del panel central participarán Malena Castilla (antropóloga), Walter Delrio (historiador), Xochitl Leyva Solano (antropóloga del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, México, y activista) y Mónica Michelena (activista y Vicepresidenta del Consejo de la Nación Charrúa en Uruguay).
Los materiales generados en las Jornadas de este año, al igual que en las ediciones previas, quedarán a disposición de la comunidad y se podrán encontrar en el sitio web y en el canal de YouTube, además de un libro de resúmenes a editarse luego del evento.
La producción de un conocimiento que responda a las necesidades colectivas ocurre en un campo lleno de obstáculos. “La investigación científica y tecnológica está muy condicionada por los intereses del mercado, los cuales frecuentemente no coinciden con las necesidades de la sociedad. Esto resulta claro con respecto a vacunas y medicamentos en lo que se denomina la brecha 90/10, reforzada por unas reglas de propiedad intelectual que lleva a que la competencia por las patentes se convierta en un obstáculo para la investigación y el acceso a sus producciones”, según señaló Javier Flax, investigador de Universidad Nacional de General Sarmiento, invitado como panelista este año.
Sin embargo, en un contexto de fragmentación creciente de las disciplinas científicas, no es sencillo establecer los diálogos necesarios para el desarrollo de la clase de investigación verdaderamente urgente. Las JFAI se presentan como una oportunidad única para congregar a una diversidad de actores en el intento o de establecer una comunicación fructífera sobre estas problemáticas y otras similares.