Personal de la empresa de Joe Lewis y la Policía rionegrina intentaron frenar la caminata hacia el espejo de agua cercado por el magnate inglés. En el lago, lanchas de Lewis habrían embestido contra un kayak con manifestantes.

La cuarta Marcha por la Soberanía al lago Escondido sufrió intimidaciones y agresiones, según denunciaron sus organizadores.

De acuerdo al relato, las diversas columnas que recorrieron los caminos cerrados por la empresa de Joe Lewis y el público -prácticamente intransitable- fueron interceptadas por la Policía de Río Negro, propietarios de los campos cercanos al lago y personal de la empresa Hidden Lake (Lago Escondido), quienes intentaron frenar el paso de los manifestantes.

Sin embargo, rápidas actuaciones judiciales permitieron destrabar la situación y “a pesar de que Van Ditmar (administrador de Hidden Lake) se había juramentado que no íbamos a acceder al lago Escondido, lo logramos”.

La Marcha por la soberanía de Lago Escondido.

La columna que logró llegar al espejo de agua denunció que sufrió una agresión con lanchas a motor, que habría echo arrojar al agua a los ocupantes de un kayak que navegaba por el lago Escondido.

A través de Facebook, los organizadores de la marcha explicaron que “noventa compañeros” superaron los “obstáculos puestos por la empresa Hidden Lake S.A y su representante (Nicolás) Van Ditmar que cerraron el camino con tranqueras por medio de cadenas y candados, y presencia intimidante de personal de seguridad de la empresa”.

Los abogados de los manifestantes lograron la autorización para continuar por el camino Tacuifí. Esa resolución “enfureció a la direccion de la empresa. Pese a esto se logró cruzar el río Foyel y acceder por el camino de servidumbre (Tacuifí) en la propiedad de Joe Lewis. Ya de noche unos 21 compañeros/as como vanguardia acompañados por nuestros corresponsales y la televisión francesa, a poca distancia de acceder a la orilla del lago Escondido recibieron la orden de evacuar por orden del juez y la policía, por seguridad, debido a la condiciones de la noche”, se detalló.

“Pese a la insistencia de continuar por parte de los compañeros que conformaban la marcha, no tuvieron otra alternativa que acatar la orden. La policía los trasladó hasta la ruta 40”.

En tanto, la columna que marchó por el camino público de montaña (prácticamente inaccesible), “luego de tres días de marcha, al llegar al lago se enfrentó a todo tipo de presiones y obstaculizaciones por parte de la patota de Joe, a la que se sumó la privación ilegítima de la libertad y tortura y atentado contra la vida cuando embistieron con dos embarcaciones a motor contra el kayak” con el cual “estaban por arribar a la isla en el medio del lago”.

Joe Lewis, el amigo de Macri.

De acuerdo al informe de los organizadores, en el kayak “navegaban dos compañeros que fueron amenazados de muerte y arrojados al agua helada y dejados hasta que ya en estado de hipotermia fueron subidos a una de las lanchas camufladas de la empresa que los embistió y los arrojaron a la costa. Todos sus equipos fueron incautados”.

En ese momento, “los compañeros del campamento los socorrieron y presionaron a la policía para que intervinieran y luego de varias horas lograron que fueran evacuados”.

En tanto, este domingo en horas de la tarde, un grupo de 17 personas estaba regresando por la montaña. “Abogados de la fundación FIPCA ya presentaron un hábeas corpus para que se les dé seguridad” e iniciaron denuncias penales.

Finalmente, una tercera columna de veinte personas se había acercado al lago Escondido por el camino de El Manso, “por terrenos del Sr. Montes quien autorizó su tránsito”. Sin embargo, “presionado por Van Ditmar, (Montes) pidió que la marcha no continuara y los compañeros se retiraron”.

Finalmente, los organizadores señalaron que “Van Ditmar se había juramentado que no íbamos a acceder al lago Escondido y lo logramos”.

Historia de un despojo

Desde la década del ’90, esta porción de Río Negro fue apropiada de manera ilegítima por el británico Joe Lewis, amigo personal de Mauricio Macri desde hace 20 años. La maniobra incluyó la utilización de testaferros locales para esconder al verdadero comprador de las tierras ubicadas en una zona de seguridad de frontera. Lewis y los funcionarios involucrados en la operación inmobiliaria todavía están imputados por la compra venta fraudulenta de más de 11.000 hectáreas, la cual fue denunciada por la Procuración de Investigaciones Administrativas (PIA) en 2012.

Además de apropiarse de un recurso natural de valor incalculable (el agua), Lewis prohibió de manera arbitraria la llegada al Lago. La marcha -un instrumento pensado para la defensa soberana del territorio y los recursos que éste aloja, con eje central en el agua- unirá las dos cabeceras que desembocan en este cauce. Una columna irá por el camino conocido como Cajón Azul (el más largo y complicado de transitar) y otra tomará el Camino de Tacuifi (el más corto de los trayectos). La primera partió este miércoles y llegará a la cabecera oeste el 9; la segunda partirá el mismo 9 de febrero desde el Bolsón.

“En las dos últimas marchas pudimos ingresar, pero con la seguridad privada de Lewis que nos seguía. Lewis se comporta como el benefactor de El Bolsón pero tiene una pista de aterrizaje clandestina, una represa hidroeléctrica a partir de su apropiación del Lago y otros negocios inmobiliarios. Eso vamos a denunciar. También es importante destacar que nos acompañarán buzos y científicos que harán estudios de investigación y de contaminación del Lago”, explicó a Agencia Cadena del Sur Andrea Gatabria, integrante de los Agrupamientos Sanmartinianos.

La superficie rural en manos de extranjeros en Bariloche es del 21,53%, aproximadamente 36.600 hectáreas sobre un total de 169.391 hectáreas (Fuente: Dirección Nacional de Tierras, febrero 2018). Lewis no se instaló en Río Negro para disfrutar de algunos meses frente al imponente Lago, como sostuvo su amigo personal el presidente de la Nación, Mauricio Macri. La presencia del inglés en una zona de seguridad de frontera responde a la estrategia geopolítica del empresario.

La mansión de Lewis sobre Lago Escondido.

Según la periodista Susana Lara, “la presencia territorial de Lewis se acumula en dos ejes documentados: el andino y el atlántico, atravesados por actividades económicas ligadas a la propiedad de tierras rurales, la generación de energía(s) e infraestructura y transporte aéreo”.

La empresa madre de Lewis a nivel global se llama Tavistock Group. En 2013, explicó Lara, Hidden Lake Holdings SA, una de las firmas que concentra inversiones en la Argentina, cambió su razón social a Grupo HL SA. Este “grupo” incluye a Hidden Lake, Patagonia Energía y Helitransporte servicios aéreos, marca de Westwind Aviation SA (sucesora de Tavistock Aviation Argentina SA). A través de su testaferro Nicolás Van Ditmar, Lewis opera Bahía Dorada SAU y tiene presencia en el paquete accionario de Pampa Energía (Grupo Mindlin).

El porcentaje de tierras en manos de personas (humanas y jurídicas) extranjeras no puede exceder el 15 por ciento del total de tierras rurales disponibles. Este porcentaje posee equivalencias -en hectáreas- diferenciadas según cada región del país. Pero el límite del 15 por ciento debe respetarse. Es decir que en aquellas zonas donde al momento de sancionarse el Régimen de Protección al Dominio Nacional sobre la Propiedad, Posesión o Tenencia de las Tierras Rurales (Ley 26.737) ya se había alcanzado el límite fijado por norma no podrían venderse más hectáreas a personas extranjeras; salvo que previamente haya ocurrido un desprendimiento de tierras.

Una de las primeras decisiones que adoptó Mauricio Macri fue modificar por decreto los alcances de la norma, para flexibilizar las operaciones de compra venta de tierras a personas extranjeras (Ver La (PRO)extranjerización de la tierra). Durante sus tres años de gestión se realizaron operaciones de venta de tierras rurales a personas extranjeras en zonas de seguridad de frontera (algo también limitado por la Ley 26.737) y en localidades que excedían por mucho el límite del 15 por ciento.

Según una respuesta brindada por el Jefe de Gabinete, Marcos Peña Braun, en su última presencia en el Senado, durante la gestión de la Alianza Cambiemos ocurrieron varias operaciones en Bariloche, que como mencionamos, posee el 21,53 por ciento de su tierra rural en manos de personas extranjeras.

Repaso de una maniobra

El empresario británico utilizó una red de testaferros locales para ocultar la identidad de quien adquiriría las tierras en Lago Escondido. A continuación, un repaso de esa maniobra analizada por la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA):

Participantes de la Marcha.

*El 19 de junio de 1996, el presidente de HR Properties SA, Lisandro Alfredo Allende, solicitó la autorización para comprar en una zona de seguridad de frontera 7789 hectáreas, que rodeaban al Lago Escondido. Dicha sociedad se había constituido el 17 de junio de 1994.

*El 2 de julio de 1996, la solicitud de HR Properties SA obtuvo un dictamen favorable en la Unidad de Proyectos de Radicación, por la Superintendencia Nacional de Fronteras y la Comisión Nacional de Zonas de Seguridad.

*Sin embargo, el 5 de mayo de 1996, HR Properties SA ya se había transformado en Hidden Lake SA y sus accionistas eran Lago Corp (99% de las acciones) y Charles Barrington Lewis (1%).

*Fue esta sociedad la que terminó por escriturar el inmueble supuestamente adquirido por Allende (HR Properties). La operación fue por más hectáreas de lo consignado originalmente (8063 hectáreas).

*Al mes de esta operación, Hidden Lake -continuadora de HR Properties pero ahora con accionistas extranjeros- presentó un trámite abreviado para adquirir la autorización para comprar otras 2760 hectáreas que fue aceptado a los tres días hábiles de su presentación.

*El 10 de diciembre de 1996, Hidden Lake SA le informó a la Superintendencia Nacional de Fronteras -Comisión Nacional de Zonas de Seguridad que el 29 de agosto de ese año había ocurrido un cambio de directorio y que él -Lewis- era el único director y presidente de Hidden Lake SA.

Con este mecanismo fraudulento, el británico se hizo de 11.000 hectáreas en una zona de Seguridad de Fronteras; mecanismo que sigue aplicando a través de su actual testaferro, Nicolás Van Ditmar, bajo la mirada complaciente de su amigo personal, el Presidente Mauricio Macri.

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