Los despidos en Télam son el punto álgido de la estrategia de vaciamiento emprendido por el gobierno. Radio Nacional ha achicado su alcance y en la TV Pública se le quitan horas al noticiero, se achican los salarios de los trabajadores y prácticamente el canal está en manos de amigos del gobierno. El pluralismo te lo debo.
“Vamos a terminar con el relato kirchnerista” gritaba eufórico Hernán Lombardi la noche en que brindaba junto a sus colaboradores luego de haber recibido la confirmación de su nombramiento como titular del sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos. El ex hombre fuerte del grupo sushi en la Alianza y uno de los firmantes del Estado de sitio en aquellos días aciagos de diciembre de 2001, empezaba su cruzada maccartista contra laburantes e iba armando el desguace paulatino de los medios públicos.
Ni bien asumida su gestión, la persecución ideológica alcanzó directamente a los panelistas de 6,7,8, tanto en Radio Nacional como en la TV Pública. Los periodistas que ocupaban franjas centrales de horarios en la radio oficial fueron demonizados y echados, y la propia directora de Radio Nacional llego a decirle a uno de ellos: “revisamos tu twitter y sos opositor”.
En la TV Pública, fue otra la lógica. El discurso de ingreso de las nuevas autoridades hablaba de un noticiero sin columnistas, lo que no aclaraban era que el noticiero seria sin columnistas afines al gobierno. Poco a poco los exégetas del macrismo ganaron la pantalla y los conductores y columnistas que venían de la gestión anterior se quedaron sin espacio como fue el caso, entre otros, de Pedro Brieger, Maxi Martina y Lourdes Suazo .
El macrismo se tomó un año de estudio para empezar a aplicar su estrategia de destrucción. A fines del año pasado comenzó el desmantelamiento de la TDA y las señales digitales con unos doscientos cesanteados.
La sangría continuó a principio de este año con 20 despedidos en Radio Nacional lo cual deja sin programación local a varias radios del interior, que están obligadas a retrasmitir la señal de Radio Nacional Buenos Aires.
El noticiero de la TV Publica fue uno de los que más sufrió el ajuste presupuestario. El 8 de enero, el Titular de Radio y Televisión Argentina, Miguel Pereyra, firmó una resolución por la cual quedaban suspendidas todas las horas extras. El personal pasaba a trabajar las horas que indicaba el convenio (seis horas diarias) y al no poder hacerse horas extras los fines de semana se levantaban las ediciones del sábado y domingo. El anuncio vino de la mano de una propuesta de jubilaciones anticipadas para trabajadores a quienes les faltara poca antigüedad para hacerlo. Esto dañó aún más la operatividad del noticiero.
Las coberturas periodísticas se vieron sensiblemente afectadas, la TV pública no tiene en su archivo imágenes de la liberación de Amado Boudou ni del tratamiento de la ley por la legalización del aborto en el congreso, entre otros temas vitales, por la falta de horas extras para realizar las coberturas. Fue por esos días de enero cuando la asamblea de trabajadores del noticiero de la TV Publica decidió denunciar el vaciamiento y la censura que implicaba la pérdida de los noticieros de fin de semana y el daño de la operatividad que implicaba un normal funcionamiento del sector. En esas jornadas y para mantener viva la información que censuraban Lombardi y sus adláteres se decidió realizar el denominado “noti trabajadores” los días sábados que se sigue emitiendo vía streaming y redes sociales. La respuesta no se hizo esperar, paritarias 0 para el año 2018, desmantelamiento del área web del noticiero y violaciones del Convenio colectivo de trabajo con artículos que afectan directamente el salario de los trabajadores de prensa. Por ejemplo, la se decidió no pagar más el artículo 71 del convenio colectivo de prensa. Conocido comúnmente como de propiedad intelectual, por lo cual se cobraba una suma fija desde el año 98 por cada nota producida y realizada por el personal de noticiero que fuera cedida a otro medio. La pérdida de esta suma fija más el recorte de horas extras, redujo en un 50 por ciento los salarios.
Las coproducciones en la TV Publica están a la orden del día. Programas enlatados producidos fuera del canal y sin personal del mismo, donde aparecen nombres curiosamente situados a los dos lados del mostrador, es decir funcionarios o amigos de estos con programas vendidos al canal público. Las productoras que tercerizan los programas son, entre otras: Todo tiene un porqué, programa conducido por Germán Paolovski, producido por Mandarina, la productora del marido de Mariana Fabiani
El recorte presupuestario hizo también que “Ronda de editores” que salía en vivo desde el CCK los domingos , pasara a emitirse un día de semana como así también Televisién Publica Internacional, que dejo de salir los sábados para pasar a los viernes. En este cambio de dias y tras una controversia con la periodista María O’ Donell, no se renovó su contrato y su lugar lo ocupa la moderada ex productoras de Bernardo Neustadt Clara Mariño.Para después del mundial se espera el debut en la pantalla de dos aliados de la gestión , el ex diputado UCR Luis Brandoni , y el amigo presidencial Martin Seefeld.
De producción propia cero.
Como muestra de esto, el contrato leonino que firmó el gobierno con Torneos y Competencias para trasmitir el Mundial de Futbol. El canal puso la plata y el personal técnico, Torneos los periodistas, la línea editorial y se quedaba además con los mejores partidos, obligando al Estado a trasmitir y retrasmitir varios partidos de poco interés en desmedro de la programación del canal.
La elección de los periodistas para dicha cobertura fue ratificada por las autoridades. De hecho el noticiero no tuvo ninguna cobertura en Rusia 2018, siendo esta la única vez que el área de noticias de la TV Publica no cubrió las alternativas de un campeonato del mundo.
En Télam, la gestión de Pousa debuto con dos despidos persecutorios a dos cronistas por redactar un cable con información “supuestamente” sensible al gobierno. Los despedidos no tuvieron siquiera derecho a defensa.
La caza de brujas de Pousa, continuó con 354 despidos que prácticamente dejan desmantelada la agencia. “Eran personas con alto contenido ideológico” aseguraba el presidente de Telam. Pousa ya había estado a cargo de la agencia también durante el fallido gobierno de la Alianza, e intento sin éxito vaciarla. El otrora hombre fuerte de la Armada en Canal 13, y hacedor de listas de despidos en el canal de Constitución y América Televisión en los 90, decidió hacerle juicio a la agencia del Estado, ganándolo y cobrando una suculenta suma de dinero. De la mano de Lombardi volvió para intentar terminar lo que quiso hacer hace casi dos décadas.
El nuevo ajuste implica que de las 27 corresponsalías de Télam en el interior, seis no tengan ningún trabajador, y 14 tengan solo uno, quedando así al borde del cierre.
Hace un año habían dejado sin funciones al área que controlaba la distribución de la pauta oficial. Sector clave para la trasparencia institucional ya que garantizaba que la pauta publicitaria que asignaba Jefatura de Gabinete llegara a destino y se cumpliera según lo asignado. Hoy esa función esta tercerizada y en manos de la Jefatura de Gabinete.
El discurso vaciador se cae por su propiopeso , Lombardi y Pousa afirman que en diez años se había duplicado el número de personal en Télam, lo que no aclararon los vaciadores es que en ese lapso, la empresa paso a tener un área de contenidos audiovisuales, la que realiza coberturas televisivas y programas de radio para todos los usuarios del servicio, como así también el Reporte Télam, una especie de diario virtual que armaba un panorama federal de lo que pasaba en el acontecer diario y corresponsalías en todas las provincias.
Los trabajadores de prensa de Télam, Radio Nacional y la TV Publica votaron por unanimidad y adhirieron al paro nacional de la CGT el ultimo 25 de junio, con un acatamiento masivo.
Hoy Lombardi ha decidido ser un cruzado por la destrucción de los medios públicos y la persecución de quienes no piensen como el oficialismo.