La justicia falló a favor de los trabajadores y estos son tiempos de reincorporación. Por eso, en un asamblea, se decidió levantar por ahora el paro que llevaba casi cuatro meses y que periodistas y administrativos se presenten en sus puestos de trabajo. Un gran paso adelante, pero que no es el final de la pelea.

Los trabajadores y las trabajadoras de la agencia nacional de noticias Télam votaron ayer la suspensión del paro desde el lunes y el resto de las medidas de fuerza a partir de este mismo viernes, en una asamblea general convocada por la Comisión General Interna (CGI) del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA).

La decisión se votó de forma unánime por parte de más de 350 personas que se reunieron en la planta baja del edificio de Avenida Belgrano 347 –la sede periodística de la agencia-, luego de más de dos horas de debate.

Se trata de otro paso del colectivo de trabajadores y trabajadoras de Télam frente al paro que cumplió 115 días. Los telegramas de despido y los correos electrónicos de “bienvenida” a una “nueva Télam” llegaron el 26 de junio, en pleno Mundial de Rusia.

El argumento esgrimido ayer por el juez Ricardo Tatasrsky, que ya falló en el mismo sentido el 13 de julio, se basó en la falta de la aplicación de un Procedimiento Preventivo de Crisis de Empresa (PPCE), al que obliga la Ley 24.013. En Télam se despidió al 40,5 por ciento del personal.

 

“Las reincorporaciones ordenadas por la Justicia, al calor de 116 días de lucha, impulsaron hoy a las trabajadoras y los trabajadores de Télam a suspender el paro de actividades. A la vez, decidieron mantener el estado de asamblea permanente hasta que las autoridades del gobierno se dispongan a consensuar el proceso de normalización de la agencia tras el fracasado plan de Hernán Lombardi y Rodolfo Pousá para desmantelar uno de los medios bajo gestión estatal”, informó el comunicado oficial de la CGI.

Sin embargo, la conducción sindical advirtió que “continúa” el estado de asamblea permanente porque “queda un grupo de trabajadores por reincorporar, se exige la devolución de los descuentos salariales operados durante el paro y la apertura de una mesa de diálogo para discutir la normalización del trabajo y la paritaria, y el retiro de todas las acciones judiciales que el gobierno montó contra los delegados gremiales, entre tantas cuestiones pendientes”.

El colectivo de Télam esperará las órdenes y las nuevas tareas asignadas en su “puesto de trabajo”, tal como enmarcó el comunicado y se celebró en el cónclave multitudinario de esta tarde.

A lo largo del conflicto, que se inició el 26 de junio cuando llegaron telegramas de despidos y correos electrónicos de “bienvenida” a una nueva agencia Télam, los trabajadores y las trabajadoras realizaron un sinfín de actividades, dispusieron una intensa red de difusión de su lucha y articularon con distintas fuerzas políticas, sociales y gremiales.

De esta manera, los directivos y jerárquicos de la presente gestión, al igual que aquellos y aquellas que individualmente rompieron la huelga por encima de la voluntad colectiva, ya no contarán con excusas para ausentarse de sus lugares de trabajo. Las sedes de Télam son Avenida Belgrano 347 (periodismo) y Bolívar 531 (administración).

Si la empresa apela el fallo de Tatarsky, como se espera, le tocará a la Sala V de la Segunda Cámara fallar al respecto.

La Sala V está compuesta por Graciela Craig, Luis Rafaghelli y Carlos Posse, estos dos últimos incorporados a la causa luego de la remoción de sus pares Ernesto Arias Gilbert y Miguel Rodríguez Brunengo, que habían ratificado el fallo de julio, en una maniobra prácticamente sin precedentes desde el regreso de la democracia al país en 1983.