Un informe exclusivo desde Italia, donde para evitar la propagación de la infección por coronavirus  ya se delimitaron dos zonas “rojas”, una en Lombardía, otra en Veneto, y se declararon como zonas “amarillas” las enteras regiones de Lombardía, Veneto, Piamonte y Emilia Romagna, prácticamente todo el llamado corazón productivo del país.

El norte de Italia, la zona más productiva del país, desde hace 10 días está librando una amplia batalla   contra un enemigo invisible: el virus Covid-2019, comúnmente conocido como Corona Virus.

La noticia de la aparición de un foco infeccioso en la provincia de Lodi, Lombardía, el viernes 21 de febrero movilizó rápidamente a las autoridades nacionales y regionales que conjuntamente tomaron una serie de medidas excepcionales en tiempos de paz. La vida cotidiana de sus habitantes, sus usos y costumbres, sus ritos y la sociabilidad en general se vieron seriamente restringidos.

El panorama del fin de semana de Carnaval y comienzos de la Quaresma cristiana mostró así una situación inédita.

La generalmente superpoblada Plaza San Marcos de Venecia se veía sin los tradicionales desfiles de máscaras y casi huérfana de visitantes, las misas del Miércoles de Cenizas,  sin fieles, el  Duomo de Milán y el estadio Giuseppe Meazza de San Siro como  todos los lugares de culto, de cultura y de espectáculos de cualquier tipo, vacíos y cerrados. Giorgio Armani presentaba su colección Otoño Invierno en la Week Fashion de Milan sin público ni periodistas. Los partidos de fútbol, como las actividades deportivas y las clases en todos los niveles de la enseñanza habían sido suspendidos.

Algunos supermercados fueron tomados por asalto por consumidores en el pánico, las calles de las ciudades del Norte, como los medios de transporte publico , semi vacíos, y miles de  empleados eran renviados a sus domicilios a seguir sus tareas con el teletrabajo. Otros, en vacaciones obligadas.

Su majestad, el Covid-2019

¿Que había pasado? El viernes 21, desde el hospital de Codogno, de la provincia de Lodi, Italia, los médicos habían anunciado que estaban curando el llamado “paciente número uno”, infectado por el Covid 2019, una nueva y agresiva cepa del  temido Corona Virus. Su aparición y rápida difusión en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, un par de meses atrás, había puesto en alarma a las autoridades sanitarias mundiales.

Un grupo de investigadores de Roma de la Universidad Campus Bio-medico, dirigido por el doctor Massimo Ciccozzi,  logró reconstruir la mutación del virus a través de su secuencia genética hasta llegar al llamado “salto de la especie” (spill over) que ha transformado el corona virus de los animales, en particular del murciélago, en un virus humano. La investigación se puede consultar on line en Journal of Clinical Virology. “Ha sido un cambio decisivo, una mutación muy particular que sucedió entre el 20 y el 25 de noviembre” del 2019.

Preventivamente, aún cuando no había casos relevados en Italia, a principios de febrero las autoridades bloquearon los vuelos provenientes de la China e instalaron  controles sanitarios en los aeropuertos. Sin embargo, era tarde porque el virus ya estaba en Italia.

“Se ha verificado la peor de la hipotesis”, diría poco después el doctor Massimo Galli, jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Sacco de Milán. “Un paciente, un hombre de Codogno, provincia de Lodi, llegado al hospital con serias deficiencias respiratorias, fue tratado por 36 horas sin las precauciones especificas para los infectados con el Covid y el contagio se ha trasmitido desde el propio Hospital”. Su rápida difusión se debe a que  presenta un período asintomático de 14 días y que la población no tiene memoria inmunitaria para enfrentarlo. Por las características de los sintomas que presentan sus pacientes, el médico estima que el portador inicial del virus entró en Italia en enero del 2020, “un portador sano, sin síntomas relevables”, dice el doctor Galli.

Hipótesis con la que coincide el doctor Giovanni Rezza, dell’Istituto Superior de la Sanidad, cuando presume que el virus ya circulaba en Italia en la segunda mitad de enero. El llamado “paciente cero”, o sea aquel que ha introducido el virus en Italia, aún no ha sido descubierto y difícilmente lo será. Los buscadores del “untore della peste”, de manzoniana memoria (Alessandro Manzoni, I promesi sposi) quedarán desilusionados, como todos aquellos que han querido estigmatizar a la comunidad china residente en Italia. No hubo chinos entre los contagiados del foco original que ha difundido el virus en este país.

No es una simple gripe estacional

En el sitio del Ministerio de la Salud, se explica que los síntomas más comunes provocados por el Covid-19 incluyen fiebre, tos, dificultades respiratorias. En los casos más graves, la infección puede causar pulmonía, sindrome respiratoria aguda grave, insuficiencia renal y hasta la muerte. Generalmente , los síntomas son leves al inicio y algunas personas infectadas pueden no presentar síntomas de ningún tipo. Alrededor del 80 por ciento de las personas se cura de la enfermedad sin necesidad de tratamientos especiales, pero una persona sobre 6 infectadas presenta graves dificultades respiratorias.

Las personas susceptibles a los síntomas más serios son los ancianos y los pacientes con enfermedades prexistentes, de tipo tumoral, diabetico o  cardíaco. La tasa de mortalidad difundida por la OMS llega al 2 por ciento de los enfermos individualizados.

Los expertos de la Fundación Umberto Veronesi, de Milán, subrayan que la primera diferencia entre la gripe estacional y el corona virus radica en la novedad de este último. “El Covid 19 es un virus completamente nuevo para el que no existe ni una vacuna ni un remedio”, se puede leer en el sitio de la Fundación. La doctora Elisa Vincenzi, directora del laboratorio “Patogeni virali e biosicurezza”, del renombrado Hospital San Rafael de Milan, a su vez señala que la gripe ataca el aparato respiratorio superior , en cambio el “corona virus infecta las células del aparato respiratorio inferior, causando una pulmonía muy seria que no puede ser tratada con antibióticos y , en los casos más graves puede provocar hasta la muerte”. “Los datos preliminares sobre la mortalidad sugieren que ésta sea veinte veces superior a la provocada por la gripe”. “La ausencia de anticuerpos y de medicinas, la rapidez de la difusión  y la fragilidad de algunos segmentos de la población justifican las medidas de contención adoptadas por el gobierno”.

Democracia viral

Fue así que en poco tiempo, los infectados por el virus aumentaron en modo geométrico.

“El coronavirus es democrático, dice Fausto Baldanti , primario del Hospital de Pavia, y se mueve con las personas. Su movimiento sobre la tierra hoy es rápido e inarrestable. El hecho de que el primer foco europeo haya explotado en la provincia de Lodi es casual, aunque la Lombardía es una de las regiones más densamente pobladas y globalizadas del continente”.

Massimo Galli  y Fausto Baldanti son  dos de los principales médicos infectivologos que dirigen la cura y la investigación en sus respectivos centros de salud, donde junto a los hospitales   de Codogno, de Lodi , de Crema y  de Cremona se están concentrando la mayor parte de los pacientes con síntomas serios. En el Hospital de Pavia y en el Sacco de Milán , sendos equipos de investigadores han logrado aislar el “ceppo italiano” del virus,  sustancialmente poco diferente del “original” difundido en China. Para la investigadora Claudia Ballota del Sacco de Milán, “es como si cada cepa tuviera su proprio tatuaje”. Pero advierte que no obstante los avances logrados en su individualización, importantísimos para la cura y la prevención, para “llegar a obtener una vacuna eficaz” se necesita al menos un año y medio. Mientras tanto, para curar a los pacientes en situación crítica se utilizan los fármacos anti  virales  usados para combatir las infecciones de HIV, epatitis C y SARS.

Casi un Estado de excepción

Conocida la noticia y concientes del terreno favorable que la difusión del virus encontraría, el presidente del Consiglio de Ministros, Giuseppe Conte, asesorado por el Instituto Superior de la Sanidad y de acuerdo con las autoridades de las regiones afectadas, el domingo 23 firmó un decreto con severas medidas tendientes a construir un cordón sanitario que aislara los focos de infección y tratara de contener el desarrollo del contagio en el resto del país.  Así fue que se delimitaron dos zonas “rojas”, una en Lombardía, otra en Veneto, y se declararon como zonas “amarillas” las enteras regiones de Lombardía, Veneto, Piamonte y Emilia Romagna, prácticamente el llamado  corazón productivo de Italia.

Las primeras sufren un aislamiento casi militar que impide entrada y salida de las personas de esos lugares. En Lombardía, abarca 10 comunas de 1a provincia de Lodi, con  50 mil personas en su interior. En Veneto, la intendencia de Vo’ Euganeo, un pueblo de 3 mil habitantes en la provincia de Padova.

En las zonas “amarillas”, las autoridades -asesorados por los principales infectólogos nacionales y regionales- suspendieron la mayor parte de las actividades que pudieran convocar a  un número considerable de personas. Así se suspendieron la funciones de todo tipo de espectáculos cinematográficos, teatrales, culturales, deportivos, religiosos, el dictado de las clases y las visitas domiciliarias de los médicos, se redujo y se reglamentó la atención de las oficinas públicas  y se reorganizaron los servicios en los hospitales en modo de dar prioridad a los afectados por el virus.

Repentinamente, 18 millones de personas, más de un tercio de la población italiana, habitantes de las zonas que producen el 50 por ciento de la riqueza nacional, vieron trastocada su vida cotidiana. Los ritos de cada día fueron drásticamente rmodificados, no sólo quedaron limitados los “aperitivos”, los encuentros que marcan el fin de las jornadas laborales y el inicio del tiempo del reposo, si no también la presencia de amigos y parientes en acontecimientos tan significativos como los casamientos y en los mismos funerales, reducidos a la mínima concurrencia.

Diez días después de ese shock, la infección como era previsible siguió desarrollándose y otro decreto del 1° de marzo, reafirmó el espíritu restrictivo de las medidas adoptadas, cambiando y adaptando en mínima parte sus contenidos.

Entre el desconcierto, el miedo  y la angustia

La mayoría de la población se adaptó responsablemente a las medidas tomadas, tratando de protegerse contra el peligro del nuevo e invisible enemigo que los acechaba. Algunos episodios de comportamientos irracionales como el vaciamiento de los estantes de  los supermercados de Milano el domingo 23 de febrero, pueden considerarse circunscriptos. En cambio, empezó a ser predominante la cautela y el comportamiento de evitar en lo posible el contacto cercano con las otras personas. La compañía ferroviaria Trenord vio disminuido en un 60 por ciento el número de sus pasajeros. Las calles de las grandes ciudades del Norte, como Milano, Brescia, Bergamo, Venecia disminuyeron notablemente el número de sus paseantes. Muchas personas, sobre todo ancianas, el sector más golpeado por las derivaciones patológicas del virus, declaraban que tenían miedo.

“El problema no es el miedo”, explica el psiquiatra y filósofo Umberto Galimberti, “el miedo es un útil mecanismo de defensa delante de un peligro conocido. Aquí estamos en presencia de un sentimiento de angustia generalizada, producido por un objeto indeterminado, no conocido”. Como sucede en estos casos, la actitud de los comunicadores sociales, no siempre es ejemplar. El diario de derecha Libero aprovechó la ocasión para acusar al gobierno de “no hacer nada”, llamando a medidas extremas como el cierre casi total de las fronteras a cuestionarlo por “provocar demasiado alarmismo” con sus medidas restrictivas, apenas unos días más tarde. Los grandes diarios nacionales, en cambio, produjeron una buena cantidad de información y entrevistaron a los principales referentes científicos que estaban investigando  y trabajando sobre el campo del desarrollo de la enfermedad.

Sanidad en tensión

La sanidad italiana, desde hace veinte años, a raíz de la reforma del Titulo V de la Constitución  ha dado amplios poderes “federalistas” a las regiones. Es así que el Instituto Superior de la Sanidad ha tenido que trabajar en acuerdo con las distintas regiones afectadas en esta emergencia. Y aunque la respuesta ha sido rápida, la coordinación no siempre funcionó a la perfección. “Creo que esta emergencia en Italia merece una gran reflexión sobre sobre el sistema sanitario y sobre su organización regional, no creo que una sanidad pública descuartizada en 20 regiones sea un sistema adecuado para enfrentar una emergencia de este tipo”, dice Davide Sassuoli, actual presidente del  Parlamento Europeo.

Lo cierto es que las regiones del Norte se muestran como las más organizadas, vanagloriándose de haber promovido en sus sistemas la “sana competencia” entre los gestores públicos y los privados, que reciben iguales compensaciones por sus prestaciones. En esta emergencia, el peso de la gestión de los afectados ha recaído sobre los hospitales públicos. Algunos analistas alternativos están metiendo seriamente en discusión el rol de una sanidad privada, convocada parcialmente apenas en la segunda semana de crisis, aunque en los últimos años haya sido fuertemente financiada con recursos estatales. De todas maneras, a 10 días del primer caso declarado, el número de contagiados ha superado los 2200 y el de internados en terapias intensivas a causa de la infección del virus supera los 150, un progresión que está metiendo en crisis la capacidad receptiva y de cura de los principales hospitales, sea desde el punto de vista logístico como del personal medico y de enfermería.

“Ningún sistema sanitario avanzado puede estar preparado para internar tantos pacientes críticos, todos juntos y encima en un régimen de aislamiento”, explica el doctor Galli. “El 28 febrero había 85 lugares de reanimación ocupados por pacientes entubados con diagnosis de Covid-19, un porcentaje muy alto, si se tiene en cuenta que los demás pacientes que necesitan reanimación no desaparecen”. “Los operadores sanitarios están sometidos a un cargo de lavoro enorme, en condiciones en las cuales no les está permitido distraerse si no quieren contraer el virus”.

El asesor (ministro) del Welfare, Giulio Gallera, replica: “Incorporaremos a las personas calificadas, jóvenes o jubilados, hasta residentes, para que vengan a colaborar. No es el momento para polemizar, que cada uno dé su disponibilidad y se remangue”. Inmediatamente, los Hospitales de Cremona y de Crema abrieron bandos para asumir personal sanitario en forma extraordinaria.

La economía sufre las consecuencias

Con relación a los daños que la proliferación del virus están provocando en las economías de los países afectados, el presidente del Parlamento CE con mandato sobre la Economía, Paolo Gentiloni, dice que “seguramente habrá un impacto notable sobre la economía mundial. Basta pensar que China representa casi un quinto de la economía mundial y que en la región de Hubei, la más golpeada por el virus, se concentra el 10 por ciento de la producción de autopartes de la industria del automóvil. Esto se sentirá en la producción automovilistica de todo el mundo”.

A los problemas estructurales del capitalismo italiano, habrá que agregarles las consecuencias de esta crisis. Las regiones afectadas por el virus de Lombardía y el Veneto producen el 31 por ciento del PBI, que llega al 40 si se suma la Emilia Romagna y al 50 por ciento con Piamonte.

De los 465 mil millones de euros de las exportaciones, unos 138 mil millones pertenecen a las zonas afectadas. El mismo desolador panorama se presenta si se observan las consecuencias en algunos sectores específicos de la economías. El sector turístico está sufriendo la cancelación de las reservas en todo el país, que van del 30 al 90 por ciento en las zonas afectadas. El turismo que  produce 146 mil millones de euros anuales podría perder cerca 5 mil millones este año.

A nivel de cuentas públicas, el aumento del riesgo país en estos días significa una pérdida de unos 500 millones de euros no previstos que deberán ser dedicados al pago de los intereses de la Deuda Publica. La deuda continua subiendo hasta llegar al 138 por ciento del PBI que en cambio no ha sufrido sustanciales variaciones desde la crisis del 2008.

Pasados el impacto inicial de las noticias de la llegada del “huésped no deseado” a Italia y la necesidad de medidas excepcionales para contenerlo, distintos operadores económicos iniciaron acciones de lobby a través de sus asociaciones profesionales, con la inestimable ayuda de algunos comunicadores sociales. El gobierno, a pedido de las regiones, ha confirmado las medidas restrictivas por otra semana. La presión, de todas maneras, se está haciendo sentir y cada vez es más fuerte la voz de los que presionan por una mayor flexibilización. Mientras tanto, el  gobierno del presidente Conte programa dedicar 3600 millones de euros para tomar medidas ecónomicas de ayuda a las áreas afectadas, una cifra que los opositores consideran demasiado exigua.

La política, con los moldes repetidos

El gobierno nacional y las autoridades regionales en general han trabajado de común acuerdoa pesar de que sus respectivas administraciones son gobernadas por coaliciones políticas de signo opuesto. Una consecuencia no menor de la emergencia ha sido que el protagonismo mediático se ha trasladado desde los dirigentes nacionales de los principales partidos hacia los gobernadores regionales, el dirigente de la Protección Civil, Angelo Borrelli, y algunos investigadores o especialistas infectivologos que trabajan en el tema con los pacientes.

El frágil equilibrio que mantiene en el poder al gobierno del presidente Conte, conformado por una alianza entre el Movimento 5 Stelle y el Partito Democrático, sigue continuamente amenazado por sus adversarios, sean éstos externos, como el secretario de La Lega,  Matteo Salvini o internos, como el ex secretario del PD y ahora de Italia Viva, Matteo Renzi. Uno y otro no han desaprovechado la “oportunidad” de la emergencia sanitaria para realizar maniobras tendientes a desestabilizar al gobierno. Esas tentativas no han tenido éxito por ahora, pero las consecuencias económicas de la emergencia sanitaria pueden debilitar más al actual gobierno y los actores políticos pueden caer en la tentación de un hoy improbable “gobierno de amplios acuerdos”.

La población sufre las consecuencias de las restricciones a la vida cotidiana, a la vez que está interesada a la preservación de su salud, mientras que los responsables sanitarios tratan de priorizar la contención del virus y los políticos de no perder demasiado consenso durante la gestión de la emergencia. Estos además, tienen que conciliar las indicaciones de los responsables sanitarios con la creciente presión de los operadores económicos. En este contexto inédito, complejo, no tienen referencias históricas en las que basarse. Tal vez , sugiere Galimberti, será el caso de que todos los actores traten de  utilizar la virtud que caracterizó al navegante Ulises en su interminable retorno a Itaca. Una virtud que muchas veces fue traducida como “astucia”, pero que en verdad en griego es “frónesis”, es decir:  la sabiduría práctica,   la capacidad de comprender y de  manejarse en situaciones peligrosas y cambiantes.

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