Facundo Jones Huala lleva dos semanas en huelga de hambre. Reclama que le permitan realizar sus ceremonias religiosas y culturales, mientras espera que se resuelva su extradición a Chile. “El terrorismo de Estado pretende la desmovilización”, dijo, pero anticipó que seguirá el reclamo por el reconocimiento territorial.
Acá ando, aguantando nomás”. Preso en la penitenciaría Federal de Esquel desde hace casi un año, a la espera de que se defina el juicio que se le sigue por el pedido de extradición del Gobierno chileno, Facundo Jones Huala inició hace 15 días una huelga de hambre. Protesta por la orden de detención de los jóvenes mapuche Lautaro González y Fausto Jones Huala -hermano del Lonko-, y por la negativa de las autoridades a permitirle realizar la ceremonia del wüñoy Tripantu con la que la comunidad celebra la llegada del año nuevo.
Al otro lado de la línea telefónica, desde el Pabellón 6 de la Unidad Penal 14 de Esquel, dice: “Acá ando, aguantando nomás”. Explica que reclama “conseguir protocolos carcelarios acorde a la situación cultural” de cada preso, aunque ese planteo es coyuntural. El fondo de su exigencia es que “termine el terrorismo de Estado contra el pueblo mapuche”.
“Hay un plan sistemático contra el pueblo mapuche. Mas allá de cualquier teoría conspiranoica, se nota el nivel de persecución política que hay en todo el país contra los movimiento sociales, y en particular con el pueblo mapuche y el MAP (Movimiento Mapuche Autónomo del Puel Mapu)”, explica, y detalla que el gobierno de la alianza Cambiemos “focalizó su represión contra sectores específicos del pueblo mapuche enrolados en el Movimiento, contra quienes están detrás de la parte más combativa del pueblo mapuche”.
Jones Huala enfrenta, además del pedido de extradición, otras dos nuevas causas, que lleva adelante el Juez Guido Otranto, el mismo magistrado que el 1 de agosto de 2017 ordenó el despeje de la ruta 40, lo que derivó en que Gendarmería ingresara en la comunidad en Resistencia Cushamen, y provocara la muerte de Santiago Maldonado.
Las dos causas están referidas a declaraciones del lonko mapuche: una por sus dichos al conocerse la resolución del Juez Gustavo Villanueva que concedió la extradición; y la segunda a declaraciones radiales. “Intimidación pública, incitación a la violencia y atentado del orden constitucional”, son las figuras aplicadas.
Por esas causas, el juez Otranto -en acuerdo con la fiscal Silvina Ávila- trazó un embargo por 20 mil pesos contra Jones Huala. El referente mapuche respondió con un escrito recusatorio contra el magistrado “porque es responsable de todas las arbitrariedades que han sucedido. Pretende un doble procesamiento y profundizar la estigmatización”.
Además cuestionó que la secretaria de la Fiscal Ávila “es la mujer de Otranto”, algo que “va en contra de la imparcialidad y la distancia entre el ministerio Público y el Juzgado”.
El recurso no fue tenido en cuenta.
– No se ha hecho justicia con las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel; usted está preso a la espera de la excarcelación; y pesa sobre su hermano Fausto Jones Huala y Lautaro González una orden de captura a pesar que está demostrado que fue un integrante del grupo Albatros el que disparó contra Rafael Nahuel en Villa Mascardi. ¿Cómo sigue este proceso?
– Eso depende de la movilización del pueblo mapuche, y en general de las distintas formas de lucha. Nunca he concebido la política desde una situación individual sino colectiva. Hay gente perseguida, mi hermano (Fausto), Lautaro, y hay mucha más gente criminalizada. El Gobierno, el Estado, individualiza las responsabilidades, nos señala, pero no es la visión que tenemos. Tenemos una visión colectiva. Se ha generado una suerte de terapia de shock contra el pueblo mapuche. Verdadero terrorismo de Estado que ha surtido efecto en algunos sectores del movimiento mapuche, generando paralización, esperamos que la gente salga de esa situación.
Para Jones Huala, “con los asesinatos de Rafa y Santiago se ha generado un trauma colectivo en algunos sectores, todos siguen luchando pero ha generado esa sensación”.
– ¿Es miedo?
– El terrorismo de Estado siembra miedo en un sector de la población. Pero la lucha colectiva continuará.
La mamá de Facundo, Isabel Huala confirmó que los efectos de la huelga ya se hacen notar con un pronunciado deterioro de salud durante los últimos días.
Cuando comenzó su acción de lucha, Huala tenía 81,500 kilos, pero esta semana ya llegó a pesar 74,200.
Jones Huala es reconocido Lonko de la comunidad mapuche Resistencia Cushamen, en Chubut. Su extradición a Chile -reclamada por el Gobierno trasandino a raíz del incendio de una propiedad al que se lo vincula sin pruebas firmes- fue dispuesta por el juez Federal subrogante de Bariloche Gustavo Villanueva, medida recurrida por su defensa, que espera ahora una definición de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
La inédita situación judicial consistió en que Huala fuera juzgado dos veces por el mismo delito, del cual en la primera oportunidad el juicio se declaró nulo. Pero en febrero de este año el juez Villanueva encabezó un segundo juicio y emitió fallo a favor de la extradición.
Hace 15 días el líder mapuche inició la huelga de hambre, entre otros motivos, contra la orden de detención librada por Villanueva contra su hermano, Fausto Jones Huala, y Lautaro González, los jóvenes que bajaron a Rafael Nahuel del cerro poco antes de morir, tras la represión en Villa Mascardi del 25 de noviembre pasado. Ambos ya habían sido detenidos y luego puestos en libertad; sin embargo la Sala II de la Cámara de Casación Penal revocó esa excarcelación y el juez volvió a pedir sus capturas.
La abogada Sonia Ivanoff, defensora de los jóvenes, pidió la recusación del tribunal porteño -rechazada este lunes-, y elevó un recurso extraordinario a la Corte Suprema que aún no fue respondido.
“Este recurso extraordinario”, explicó Ivanoff, “es el más importante, porque tiene efecto suspensivo de la orden de detención”.
En tanto las causas transitan los dilatados tiempos judiciales, Facundo Jones Huala, pidió autorización para realizar en prisión la ceremonia del año nuevo mapuche -la cual habían consentido las autoridades carcelarias en otra oportunidad- pero que ahora le niegan.
Desde el inicio de la huelga de hambre Facundo Jones Huala recibió apoyo de distintas organizaciones nacionales e internacionales, entre ellas de la Red Internacional por la libertad de todos los presos políticos, que convocó a marchas y manifestaciones en consulados y embajadas argentinas “en todo el mundo”.
Isabel Huala no oculta su preocupación por la situación de Facundo y la posible detención de Fausto.
“Hay un plan sistemático de ataque al pueblo mapuche. Diría un plan continental, que también se ve en otros países contra los pueblos originarios”, plantea, y analiza que detrás de esa agresión contra las reivindicaciones territoriales está “la economía del petróleo, el gas, y el extractivismo, las salmoneras en Chile y Monsanto en las plantaciones. La destrucción de la tierra en todos sus aspectos. Qué nos puede quedar a nosotros”, se pregunta.
Facundo “se ha estado desmayando. Tiene mucha retención de líquidos. Tiene un pequeño tumor en los riñones”,cuenta Isabel, y detalla: “Me está preocupando mucho su situación, que con esta huelga se agrava. No sólo física, sino espiritual también. Temo que le hagan llegar a hacerle firmar algo cuando no esté bien”.
En relación a la situación de Fausto en el expediente por el asesinato de Rafael Nahuel, se queja porque “no hubo cambio de carátula de la causa, sigue el secreto de sumario, y no llamaron a declarar a los Albatros”.
“El Juez (Villanueva) no me dio ninguna garantía de que no lo van a detener. Esto viene por decreto de Nación, por el Comando Unificado y el tema de la RAM. Esto viene por orden de (Bullrich) y (Mauricio) Macri”, agrega.
– Un hijo preso, en huelga de hambre, otro sobre el que pesa una orden de captura… ¿de dónde saca las fuerzas?
– La fuerza me la da la mapu (tierra), donde estoy. Ella me da la fuerza para seguir.