La policía bonaerense es afecta a la ilegalidad y de vez en cuando se cobra sus víctimas. Dos jóvenes asesinados y luego desaparecidos y el agente responsable del crimen sobreseído en un juicio donde la irregularidad fue la norma. (fotos: Horacio Paone).

En la noche fría del martes, el Tribunal Oral en lo Criminal N°16 emitió un fallo plagado de irregularidades que dejó en libertad al policía que asesinó a Lezcano “en legítima defensa” con un disparo en la sien.

Después de ocho años de obstáculos, desaparición de pruebas, inundaciones sospechosas de sótanos de comisarías y desvíos en la investigación,  finalmente concluyó el juicio oral por el caso de Jonathan “Kiki” Lezcano y Ezequiel Blanco, asesinados y desaparecidos por efectivos de la Policía Federal en julio de 2009.

Entre apurones, sin permitir el ingreso del Ministerio Público Fiscal a la sala, los jueces absolvieron nuevamente a Daniel Santiago Veyga, efectivo  de la Comisaría 12 de la Ciudad de Buenos Aires, pese a que como le dijo a Socompa Matias Busso, abogado de la familia de Lezcano, “el proceso de oralidad había dejado al descubierto la enorme cantidad de irregularidades que se habían cometido en el proceso”.

Concretamente, los testimonios de los peritos habían confirmado que el disparo que terminó con la vida de Kiki había sido efectuado con el caño del arma apoyado en la sien. Veyga se negó a declarar a lo largo del juicio, algo que, según Busso “si se tratara  de un joven pobre, los tribunales lo tomarían como reconocimiento del delito”.

El 8 de julio de 2009, Lezcano, de 17 años, y Blanco, de 25, tomaron un remise en la Villa 20 de Lugano, donde vivían. Fue la última vez que sus familiares los vieron con vida. Durante 68 días estuvieron desaparecidos. La policía maltrató a Angélica Urquiza, madre de Lezcano durante todo ese tiempo  dándole falsas informaciones. Finalmente,  el 14 de septiembre las familias fueron informadas de que Kiki había sido inhumado en la Chacarita como NN, y el cuerpo de Blanco aguardaba en la Morgue Judicial para ser trasladado también como NN al cementerio, pese a que se encontraban todos sus datos en el juzgado de instrucción 49º a cargo de Fernando Cubas.

Los padres de Kiki Lezcano

Angélica le dijo a Socompa que piensan apelar ante Casación el fallo conocido anoche. “No puedo creer que se absuelva una vez más a Veyga, aunque existen pruebas que demuestran que otros policías, aún no identificados, participaron del asesinato”.

Antes de que los cuerpos fueran hallados, Daniel Veyga, policía de la comisaría 12ª, se había presentado en el juzgado para dar cuenta de  la muerte de los dos jóvenes que, según sus palabras,  intentaron matarlo cuando quisieron robar su auto y descubrieron que era policía.

El argumento le alcanzó para ser sobreseído por Cubas en 2011.

Meses después, apareció un video de los últimos momentos de los jóvenes, donde se los ve arriba de un auto agonizando. El video, que  puede verse en Youtube, testimonia la inmensa brutalidad de los policías, que insultan y patotean a los jóvenes agonizantes.

Pese a que nunca se supo el motivo por el cual se difundiera el video (probablemente por una interna de la propia fuerza), las imágenes registradas fueron una pieza fundamental para la reapertura de la causa. Y para que, el 21 de noviembre de 2012, la Sala IV de la Cámara de Casación Penal resolviera revocar el sobreseimiento y apartar de la causa al juez Cubas.

Este caso de gatillo fácil se emparenta con tantos otros de la provincia, y la familia aspira a apelar ahora a casación y llegar, si es necesario, a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.