El Oficial de Prefectura Pablo Rubén Berra declaró ante el Juez Villanueva. Dijo que, vía handy, escuchó detonaciones de armas de fuego en manos de la comunidad mapuche el día del asesinato de Rafael Nahuel. Las incongruencias de sus dichos casi convierten la testimonial en indagatoria. De su teléfono se recuperó un audio en el que el Oficial a cargo del operativo arriesga: “Yo quiero creer que ninguno de estos es un enfermo mental que disparó a matar gente”.
Construida a la medida del intento de reforzar la “teoría del enfrentamiento” alrededor del asesinato de Rafael Nahuel que alienta el ministerio de Seguridad de la Nación, la testimonial del Oficial Principal de Prefectura Pablo Rubén Berra incluyó una serie de supuestos hechos que, hasta ahora, nadie pudo sostener en el expediente.
Berra, bajo la figura de declaración testimonial, el pasado viernes pasó más de cuatro horas dando su versión de los hechos ocurridos el 25 de noviembre de 2017, cuando efectivos de la Prefectura ingresaron a la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu, en Villa Mascardi, y mataron a Rafael Nahuel.
El Albatros fue el Oficial a cargo del grupo que, desde dos días antes, se instaló en el Hotel contiguo al territorio y realizó el operativo de desalojo ordenado por el Juez Federal Gustavo Villanueva.
Las incongruencias de sus dichos del pasado viernes lo pusieron al borde del “falso testimonio”. Durante la testimonial los abogados querellantes -representantes de la familia de Rafael Nahuel- solicitaron que la diligencia tome forma de indagatoria, ante lo llamativo de los dichos del Oficial Principal, quien, entre otros puntos, se animó a decir que escuchó disparos -a través de un handy- efectuados por la comunidad mapuche, algo que ni siquiera el Cabo Primero Francisco Javier Pintos -el más comprometido de los uniformados- se atrevió a plantear.
De hecho, de acuerdo con un repaso de las testimoniales e indagatorias existentes en el expediente, hasta el momento ninguno de los miembros de Prefectura se animó a decir ante el Juez que observó o escuchó disparos de armas de fuego. En cambio, sí lo mencionaron en sus testimonios dados en sede administrativa de Prefectura, pero esos documentos no fueron incorporados a la causa que tramita Villanueva.
Todos los testimonios de los integrantes de Prefectura que figuran en el expediente aseguran que, vía handy, escucharon modular la palabra “apoyo”, pero no disparos. Sin embargo, Berra fue más allá, y no sólo arriesgó que escuchó las estampidas de las armas de fuego, sino que además dijo que Pintos tenía “un pedazo de rama en la pierna”. En dos oportunidades, durante su testimonio, el Oficial Principal dijo que Pintos, el principal sospechoso de haber realizado el disparo mortal contra Rafael Nahuel, tenía “clavada” una rama.
Pero Pintos, en ningún momento de su indagatoria del 5 de julio pasado, dijo tal cosa.
Sin embargo, Berra aseguró el viernes pasado que “el cabo primero Pintos le dijo que tenía una rama clavada en la pierna”.
En este punto, el Oficial Principal desarrolló ante el Juez Villanueva un aspecto clave en el intento por salvar a Pintos, quien, supuestamente, “le dijo que perdió un cargador, porque se cayó y se clavó una rama en la pierna. Expresa que no
recuerda si hubo otro efectivo que le informara la pérdida de cargadores”, señaló Berra.
Pintos, sin embargo, tampoco dijo eso en su indagatoria. Por el contrario, señaló que “no recordaba” si había descartado proyectiles o cargadores en la “huída”, montaña abajo, durante el supuesto enfrentamiento. Y aseguró que bajó corriendo, buscó su arma subfusil MP5 y regresó a la zona de conflicto. Algo imposible de hacer con “una rama clavada en la pierna”.
Pintos no pudo explicar coherentemente porqué faltaban los proyectiles de su MP5 si, tal como aseguró, no llevó ese arma al operativo en la comunidad.
No fueron las únicas contradicciones de Berra. Ante el Juez, la Fiscal Silvia Little, los abogados de la querella y sus propios representantes legales, también dijo que el Cabo Segundo Juan Ramón Obregón no llevó su subfusil MP5 al momento de subir a la montaña, pero luego se rectificó y “recordó” que, efectivamente, ese Albatro portaba el arma.
Obregó fue señalado por Pintos como el único uniformado que ingresó al territorio mapuche portando el MP5.
Con posterioridad al asesinato de Rafael Nahuel, los teléfonos de todos los miembros de Prefectura fueron secuestrado, y del aparato que poseía Berra se extrajo un audio, en el que el Oficial Principal dice “yo quiero creer que ninguno de estos es un enfermo mental que disparó a matar gente”.
Uno de los abogados de la familia Nahuel, Estanislao Cazaux, pidió a Berra que explique qué quiso decir con esa frase. Pero el Juez Villanueva no hizo lugar a la pregunta, tras lo cual el abogado requirió que se modifique el tenor de la declaración del Oficial Principal, y se le “reciba declaración indagatoria”. Una hora se tomó el Juez para analizar el pedido y, finalmente, rechazarlo.
Liberado del compromiso, Berra explicó sobre lo extraído de su teléfono: “Creo que no llegué a enviar ese audio, y lo que está dicho es a groso modo lo que declaré, tal vez con algunas modificaciones de tiempos, faltan datos en el audio”.
Villanueva no insistió en pedir más precisiones. El mismo Juez impidió que los abogados de Fausto Jones Huala y Lautaro González pudieran participar de la testimonial, argumentando que sobre sus defendidos pesa una orden de captura, y, hasta tanto se cumpla, los mantendría al margen de todas las diligencias de la causa.
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