Una nueva nota de la serie de la investigadora Carola Ochoa sobre los rugbiers víctimas del terrorismo de Estado. Hoy la historia de Juan Carlos Abachián, rugbier marplatense, militante de JUP y Montoneros. Secuestrado el 27 de diciembre de 1976 en La Plata.
Juan Carlos Abachián nació el 1º de septiembre de 1950 en Mar del Plata, provincia de Buenos Aires. “El Armenio” tenía 26 años y era estudiante de Derecho en la Universidad Católica Argentina (UCA) de Mar del Plata. Hijo mayor de Susana Bedrossian de Abachián y de Soghomón Abachián. Tuvo dos hermanos, Miguel Angel y la menor Marta.
Jugó al rugby primero en Universitario y luego en Mar del Plata Day School.
Cuando sus compañeros lo llamaban “El Turco”, su padre, Soghomón Abachián, les explicaba que ese apelativo no le hacía nada bien a Juan Carlos porque varios de sus antepasados familiares fueron víctimas del genocidio que el Estado Turco organizó contra el pueblo armenio. De allí en más, le llamaban “El Armenio”. Su hermana Marta aún recuerda ese atardecer lluvioso, el 22 de mayo de 1976, “Juan Carlos llegó a casa del Barrio La Perla, de Mar del Plata con tres compañeros del equipo de rugby marplatense. Venían decididos a seguir por televisión la proeza que edificaría en el último round Victor Galindez frente a Richie Kates, en Sudáfrica. Quedé asombrada por la suciedad de los tres rugbiers que llegaban con lo puesto (la camiseta a rayas verdes y marrón), no alcanzaba a distinguirlos por esa “armadura” de barro”.
Su madre, Susana Bedrossian, siempre le preparaba suculentos sandwichs de milanesa y exóticos lehmeyún y shish kebab orientales, sus especialidades armenias.
Militancia peronista
“El Armenio” militaba en la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y en Montoneros. Su familia y amigos ni se lo imaginaban, ya que Juan Carlos se los ocultó, como también el hecho de irse a vivir a La Plata y no a Capital Federal como le había dicho a su círculo mas íntimo.
Su hermana Marta lo admiraba. Con Juan Carlos existía una diferencia de edad de 12 años: “Tengo el mejor de los recuerdos. Era el que más me cuidaba, me protegía. Estaba muy presente. Siempre caía a casa con sus amigos e iba después de entrenar. Era muy solidario. Juntaba mucha comida y ropa para llevar a las villas. Siempre quería ayudar y sacar a los chicos de la pobreza, por eso colaboraba en los barrios con el objetivo de un mundo más igualitario e inclusivo”.
Secuestro en La Plata
Un día que toda la familia Abachián no olvidará nunca es el 16 de septiembre de 1976, la antesala de la desaparición de su primogénito.
Ninguno de sus padres, hermanos y amigos tenía conocimiento de la militancia revolucionaria de Juan Carlos, quien les ocultaba su actividad política para protegerlos. En esa fecha tan emblemática de la desaparición de estudiantes de la UES de La Plata, conocida como “La Noche de Los Lápices”, fuerzas militares allanaron la casa de los Abachián, desplegando una violencia característica de los grupos comandos genocidas.
“Ese día entraron dos veces, estuvimos deambulando en un hotel, después en casa de amigos. A mi otro hermano Miguel Ángel, en más de una ocasión, se lo llevaban del Club Unión pensando que era Juan Carlos, se lo llevaban por las dudas. Mis padres nunca militaron. De toda la familia, el único detenido y desaparecido fue Juan Carlos. Sí padecimos varios allanamientos, pero no éramos una familia política ni mucho menos”, cuenta su hermana menor Marta.
Tres meses después, el 27 de diciembre de 1976, el Armenio seria secuestrado. En ese momento, Juan Carlos tenía 26 años y estaba casado con Mercedes Loyarte, con quien tuvo a su hija Rosario, de apenas 8 meses.
Esa tarde, cuando salió de trabajar lo interceptaron en la esquina de su casa e ingresaron en la vivienda para detener también a su esposa.
Juan Carlos alcanzó a decirle a su esposa “¡Negra, rajá que te matan!”, y ella consiguió huir. Por suerte la bebé estaba en Mar del Plata, así que no se convirtió en otra nieta que buscar. Poco tiempo después, Mercedes y la beba viajaron a España, donde se radicaron.
Relata la periodista, docente, militante de Derechos Humanos y hermana de Juan Carlos:
“Yo tenía 14 años, estábamos en el negocio que mi familia tenía en la avenida Luro y la costa, a metros del Casino Central y la peatonal San Martín. En un instante llegó el suegro de mi hermano a contarnos que Juan Carlos había caído, que lo habían secuestrado, y que su hija había podido fugarse. Mis padres deambularon de un lado a otro, presentamos hábeas corpus. Buscamos por cielo y tierra. Que él había desaparecido era todo lo que sabíamos. Fue muy fuerte.”
Cuando ella fue a declarar en La Plata por la causa del Circuito Camps se enteró a través de los testimonios que escuchó, que Juan Carlos pasó por los Centros Clandestinos de Detención ‘La Cacha’ y ‘Pozo de Arana’,
Según testigos logró escaparse del campito de Arana pero fue recapturado luego de que impactaran varios itakazos en su pierna. Se cree que después fue asesinado.
Justicia por El Armenio
En 1998, en el juicio por los crímenes del llamado Circuito Camps, Marta fue a declarar a La Plata junto a su hermano Miguel Ángel. En una de las audiencias, un exdetenido desaparecido reconoció una foto de Juan Carlos en uno de los centros clandestinos que dependían de la Jefatura de la Provincia de Buenos Aires, que estuvo a cargo del general Ramón Camps, indultado por el expresidente Carlos Menem en 1990 y bajo la responsabilidad de, entre otros genocidas, Miguel Etchecolatz.
En la sentencia por su desaparición, los jueces Mario Portella, Roberto Falcone y Carlos Rozasnsky nombraron a Etchecolatz como uno de los responsables de la desaparición física de Juan Carlos.
Finalmente, junto a Miguel Etchecolatz fueron condenados a prisión perpetua el abogado Jaime Lamont Smart, el militar Rodolfo Aníbal Campos, y los policías , Hugo Alberto Guallama, Carlos García, Domingo Almeida, Horacio Elizardo Lujan, Luis Vicente Patrault, Norberto Cozzani, Miguel Kearney, Fernando Svedas, Bernabé Jesús Corrales, Raúl Orlando Machuca, Julio César Arguello, Mario Víctor Sita y Roberto Omar Grillo.
También fueron condenados a 25 años de cárcel a los policías Eros Amílcar Tarela y Jorge Antonio Bergés, a 18 años a Roberto Antonio Cabrera, a 15 a Sergio Arturo Verduri, a once años a Pedro Antonio Ferriole y Daniel Jorge Lencinas, y a dos años de cumplimiento efectivo a Santiago Antonini.
La totalidad de los imputados fueron calificados como autores directos de los crímenes que cometieron. Además, el TOF1 consideró que las conductas de los imputados importaron la comisión del delito de genocidio,
Prisión domiciliaria de Etchecolatz
El genocida Miguel Ángel Etchecolatz, ex Jefe de la Brigada de Investigaciones de la Policía Bonaerense y quien estaba al frente del Circuito Camps, de 88 años, condenado en seis casos por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura cívico, militar y eclesiástica, se le confirmó que había sido beneficiado con la prisión domiciliaria. Esto provocó un descontento generalizado en Mar del Plata,
La hermana de Juan Carlos, Marta Abachián, sufrió una angustia indescriptible al enterarse de que el mismo día, 27 de diciembre, aniversario 41 del secuestro de su hermano, era elegido por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 6 para concederle la prisión domiciliaria a su asesino, a pesar de haber sido también condenado por robo de bebés, secuestros, torturas, asesinatos y desapariciones de otros militantes.
“Fue muy fuerte. A mi hermano lo detuvieron en La Plata y todavía no sabemos dónde está. Recién en 2012, cuando fui a declarar en La Plata por la causa del Circuito Camps supe, a través de los testimonios que escuché, que Juan Carlos pasó por los CCD La Cacha y Pozo de Arana”, contaba en ese entonces Marta.
“Hasta ese momento nosotros no sabíamos nada, pero en diciembre de 2012, el la sentencia del juicio establecieron que el Etchecolatz fue el responsable directo de la desaparición de Juan Carlos Abachián”.
Ese día Marta se confesó muy triste. Y agregó
“Estamos más fuertes que nunca para estar en la calle, tal como lo hacemos desde hace 41 años”.
La única manera de ganar esa batalla era mediante la organización de marchas y actividades de concientización de Memoria, Verdad y Justicia bajo la consigna “Cárcel común para los genocidas”.
A raíz de esas marchas multitudinarias que hubo en Mar del Plata y el resto del pais, en contra de esa decisión judicial, se logró finalmente revocar la prisión domiciliaria del genocida. Las organizaciones de DD.HH. nacionales dejaron traslucir su alegría por esta decisión judicial.
“Fue un acto de justicia, un laburo impresionante de todos los organismos, pero mucho más de la agrupación Vecinos sin Genocidas”, festejó la hermana de Juan Carlos.
Y reflexionó “Enterarse que después de lo de Etchecolatz, Alfredo Astiz podría estar en el listado del gobierno para otorgarle la prisión domiciliaria sería un retroceso de 40 años. No debemos permitirlo”.
Premio “Trayectoria de Vida” a su madre
Otorgados por la Asociación de Geriatría y Gerontología de Mar del Plata. Se homenajeó a lo largo de estos años a residentes marplatenses que hicieron de su existencia un ejemplo digno de imitar. Emotiva fue la entrega del premio “Trayectoria de Vida” a Susana Bedrossian, madre de Juan Carlos.
Si bien toda entrega de la Asociación de Gerontología conlleva implícita una fuerte emoción para premiados y sus familiares y amigos, hubo en esta ocasión una que acaparó saludos y aplausos, Susana Bedrossian de Abachián, una mujer luchadora, madre de pañuelo blanco que salió adelante a pesar del dolor y también, madre de Juan Carlos y de Marta Abachián, la agente de prensa más respetada y querida del medio periodístico.
Susana y Marta en 2 ediciones de los TNHRD
Emblemáticas e indispensables colaboradoras de los torneos, madre y hermana de Juan Carlos estuvieron presentes en dos ediciones de los Torneos Nacionales Homenaje a los Rugbiers Desaparecidos: 3° Edición Rosario 2018 y 4° Edición Bariloche 2019.
En sendos plenarios de familiares Marta destacó la necesidad de espacios similares donde militantes setentistas como su hermano queden inmortalizados en la Memoria del pueblo. Destacó la encomiable labor de Néstor Kirchner y su aporte valioso que significó bajar los cuadros de genocidas para afianzar Verdad y Justicia.
En Bariloche, Marta y otros familiares recibió un presente por su lucha de parte de la Red por la Identidad de los Lagos del Sur, en un acto de profunda emoción llevado a cabo en “La Casa de Rafael”, Alto Bariloche.
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