Una nueva nota de la serie de la investigadora Carola Ochoa sobre los rugbiers víctimas del terrorismo de Estado. Hoy, la historia de Carlos “Charly” Pérez Rueda, rugbier de Aranduroga Rugby Club y de la Selección de URNE. Fusilado por el Ejército a los 26 años.
En esta nota recordamos al correntino Carlos “Charly” Pérez Rueda, rugbier de Aranduroga Rugby Club y de la Selección de URNE. Fue fundador de la Juventud Peronista de Corrientes. Militante del Frente Eva Perón (FEP) y de.las Juventudes Rurales. Fusilado el 25 de noviembre de 1976 en la localidad de San Ignacio, a escasa distancia del del Cerro Moreno, Misiones.
Correntino por adopción. Nacido en Buenos Aires el 24 de enero de 1950 en el seno de una familia conformada por Don Carlos Pérez Rueda (su padre), Joanna Hybel (su madre, dinamarquesa, profesora de inglés) y dos hermanos más. Joanna siempre les hablaba en inglés a sus hijos por lo que Charly lo tomó como su segundo idioma.
Tenía 26 años al momento de su fusilamiento.
Rugby y educación católica
Rugbier emblemático de Aranduroga Rugby Club, de Corrientes, desde su infancia. Junto a su hermano Georgie compartían trys y terceros tiempos en el club correntino. “Charly” llegó a ser Capitán en una oportunidad.
Era un joven alto, muy fuerte y con una predisposición a tacklear de una manera efectiva y singular. Multifuncional dentro de la cancha. Le llamaban “Charly”, ya que su esbelto físico, sus cabellos dorados y ojos celestes lo hacían ver como un “típico gentleman inglés”. Sus facciones anglosajonas fueron heredadas de su madre danesa, quien emigró a la Argentina muy jóven y fue profesora de Inglés en las mas selectas instituciones educativas de la burguesía correntina. Pero Charly tenia especial admiración por su padre, Don Carlos Pérez Rueda, socio administrador de aserradero Fabril, un gran hombre que supo acrecentar su fortuna, una de las mas grandes de la ciudad.
De chico, se fue a vivir a Corrientes. Allí, sus padres lo inscribieron en el club correntino “de la cebra” Aranduroga Rugby Club. También participó activamente desde ese año en la Acción Católica y asistió al Colegio Salesiano, donde se transformó en un niño muy comprometido con el catolicismo solidario.
Tocaba la guitarra con gran virtuosismo y cantaba en las misas y reuniones de la Parroquia del Colegio.
Su educación secundaria la llevó a cabo en el Colegio Nacional General San Martin (Promoción 1967). Al finalizar, se inscribió en Ingeniería en la Universidad Nacional de Corrientes
Su militancia
Fue fundador de la Juventud Peronista de Corrientes. Se incluyó antes en el Frente Eva Perón (FEP) y en las Juventudes Rurales. Colaboró con la CGT de los Argentinos de Raimundo Ongaro.
Charly dejó todo lo que le dio la clase alta: su club Aranduroga y la riqueza de su familia para afianzar su compromiso social en la Juventud Trabajadora Peronista (JTP).
El gobierno provincial de la dictadura de Onganía gastaba en carnavales las reservas del Estado y sometía al pueblo al hambre y la desocupación laboral. Esa situación insostenible de corrupción era vox populi hasta el último rincón de Corrientes.
Charly sabía de ello porque entre los poblados humildes él se sentía uno mas de ellos, aunque su físico en las villas contrastaba con la gente del lugar. Apenas lo veían llegar a las villas, se reunían en medio de mates y charlas donde ese muchacho tan distinto a ellos les hablaba de la importancia de rebelarse ante las injusticias y la clase alta. Que no lo hicieran solo por ellos sino por sus pequeños hijos, quienes debían tener el derecho de estudiar, jugar, comer y recibir medicinas como los demás niños de clase alta.
Charly decidió unirse a la lucha contra la dictadura, y marchó en la primera línea, junto a otros compañeros. Al terminar la marcha quedó detenido por unos días al haber arrojado volantes revolucionarios.
Cuando llegó el Gobierno de Cámpora era común verlo llegar a las villas y barrios obreros, quienes le decían “El Gringo”, acompañado por su perro pastor ovejero alemán, al que llamaba “Ratón”, desplazándose en un Citröen amarillo con techo descapotable, donde se visualizaban las tacuaras grandes con los lienzos enrollados camino a una ‘Marcha por los Derechos de los Trabajadores’. Charly estuvo al frente de la Comitiva Juvenil Agraria y Barrial Peronista que fue desde Corrientes hasta Buenos Aires, a recibir a Perón, el 20 de junio de 1973, cuando todo terminó en tragedia y comenzó con la masacre y desaparición de muchos de sus compañeros, bajo las ordenes de Isabel de Perón. Se convirtió en Oficial Montonero. Su seudónimo era “Manuel”. Las amenazas de fuerzas militares contra su persona eran reiterativas. Ya se había casado con Gladis Claver y tenía dos hijitas, Camila y Guadalupe.
Su fusilamiento
Para sobrevivir a la persecución implacable, huyó al Cerro Moreno, del Departamento San Ignacio, de Misiones. Allí lo fusiló en Ejército Argentino.
El doctor Juan Carlos Romero cuenta: “Cuando lo mataron a Carlos, los familiares trajeron el cuerpo a Corrientes y se hizo un velatorio. Allí fuimos todos sus compañeros, que aunque estábamos con mucho miedo, fuimos a darle el último adiós, rodeados de militares que rodearon y estuvieron pendientes de todo el funeral”.
Cuando volvió la democracia, un compañero que sobrevivió al holocausto, Luis Franzen, dijo: “Yo siempre me pregunté porqué un muchacho de clase alta como Carlos dio su vida para luchar por los mas pobres. Después reacciono y concluyo que en el verdadero catolicismo que el absorbió como agua en medio de la sed. Ese mismo que enseña tres premisas: Ver, Juzgar y Actuar”. Y eso hizo Carlos.
Sus hijas y esposa en cautiverio
La esposa de Juan Carlos sumó su relato al cuarto juicio por lesa humanidad en Misiones, en este caso por la causa contra los ex policías Felipe Giménez, Carlos Herrero, Julio Amarilla, Carlos Pombo y Roque Mendoza.
Gladys Claver Gallino relató que en la última dictadura fue secuestrada junto a sus dos hijitas, una de ellas de 9 meses, de las cuales no se supo nada al menos por cuatro días, hasta que fueron devueltas a familiares de la mujer. La investigación por el padecimiento de las menores entrará en etapa de instrucción,
Gladys Beatriz Claver Gallino fue llevada por las fuerzas, desde su casa, junto a sus dos hijitas el 22 de octubre de 1976.
“Con 27 años me llevaron al departamento de información y perdí contacto con mis hijas. Recién a los cuatro días, y porque desde la plana mayor del Ejército llegó una orden, devolvieron a mis hijas pero automáticamente se las di a mis padres porque yo tuve que seguir detenida”, recordó la mujer.
En esa circunstancia, la entonces esposa del desaparecido Juan Carlos Pérez Rueda, tuvo un contacto con Felipe Giménez.
“Pasé detenida ocho navidades y me liberaron el 27 de diciembre de 1983”.
Homenajes a Charly
En 1984, en un acto gubernamental, se puso el nombre “Carlos E. Perez Rueda” a calles de los Barrios Ponce y Santa Rita, de Corrientes.
Su biografía fue protagonista en el 1° Tomo de “El golpe de Estado en Corrientes de 1976” que se presentó en la Feria del Libro de la Ciudad de Corrientes. El Salón Auditorio del predio local fue el escenario elegido para la presentación del primer tomo de “El golpe de Estado en Corrientes de 1976”, de los historiadores e investigadores correntinos Arturo Helman y Carlos Alberto Cassarino presentaron su tomo N °1.
“Este es el primer ejemplar que editamos y se trata de la lucha, detención, desaparición y muerte de Charly Pérez Rueda”.
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