El diario insiste en un “mapuche quebrado” que busca los 2 millones de recompensa y pone bajo sospecha a la comunidad por tener escondido el cuerpo de Santiago. Pero la Justicia y la pu lof descartan la versión y niegan la existencia de un testigo protegido. Un abogado de derechos humanos denuncia a un periodista de Clarín por “amenaza coactiva”. Las postales de la última operación periodística-gubernamental.
La nueva “estrella” del caso Maldonado impuesta por Clarín es el “Testigo E”. El diario informó en las últimas horas que “hace tres días que nadie sabe del paradero del arrepentido, quien fue clave en el caso Maldonado. Fue la persona que dijo primero haber visto cómo los gendarmes se llevaban a Santiago Maldonado del río Chubut y luego se desdijo y dio el dato preciso de la ubicación del cuerpo encontrado el 17 de octubre”. Clarín insistió que el supuesto testigo “confesó hace pocos días a la Justicia y a otros compañeros de Resistencia Cushamen que, en realidad, mintió, y que vio a Maldonado perderse en el agua después de haberle soltado el brazo. Solo”.
A tono con la necesidad del Gobierno nacional de responsabilizar al propio Santiago Maldonado por su muerte -debido a su impericia para cruzar el río Chubut-, y a la comunidad en Resistencia Cushamen por mantener escondido el cuerpo; el diario Clarín cargó en los últimos días con la supuesta existencia de un mapuche quebrado, cuyo testimonio tiene por fin cobrar los dos millones de pesos de recompensa por el aporte de datos.
Según ese relato, el “Testigo E” dio un testimonio ante los abogados que presentaron el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA), pero se desdijo más tarde para, en condición de testigo protegido, modificar sus dichos ante la Justicia.
Sin embargo, las fuentes con acceso al expediente aclararon al autor de esta nota que no existe un testigo protegido; que no hay un testimonio del mismo joven que declaró ante los abogados de derechos humanos; y que el pedido al Juez Gustavo Lleral para realizar el rastrillaje que terminó con el hallazgo del cuerpo, fue hecho por el Jefe de los buzos de la prefectura de Bariloche, y no por un “integrante de la comunidad quebrado”.
Andrea Millañanco, de la Comunidad en Resistencia Cushamen, también negó, en diálogo con el autor de esta nota, la existencia de un “quebrado”.
El testimonio de “E”
El denominado “Testigo E” aportó su versión ante dos abogados del colectivo Naturaleza por Derechos. Entre ellos Carlos “Chuzo” González Quintana, quien dijo a este medio que no tiene referencia ni dato alguno sobre un segundo testimonio del joven mapuche.
El primer testimonio tomado por los abogados fue escuchado durante el mes de septiembre. “Se recolectaron testimonios a cinco personas que fueron subidos a la denuncia de la CIDH, y concretamente a la medida cautelar por Maldonado”, explicó González Quintana. Y detalló “En lo que respecta a la causa que patrocino, hay un sólo testimonio de esta persona que está con identidad reservada”.
¿Qué dijo el “Testigo E” en esa declaración? Que Santiago intentó cruzar el río Chubut, que a mitad de camino se dio cuenta que no podía y regresó a la orilla, donde fue alcanzado por tres gendarmes, que lo apresaron y se lo llevaron. “Me dijo que no podía más, que se volvía (…) Tres (gendarmes) bajan hasta el arbusto donde estaba Santiago gritando ‘acá tenemos a uno’, y ahí escucho un escopetazo. Entre los tres lo arrastran con golpes hasta ese alto donde se encontraba el resto. Lo suben a una Unimog, y esa fue la última vez que lo vi”.
Y concluyó: “Se llevaron al Brujo”.
Según explicó González Quintana al autor de esta nota, ese testimonio “estaba encriptado para que nadie acceda a esa información salvo la CIDH. Por alguna razón se ha filtrado, ha llegado a manos de este periodista (por Claudio Andrade, de Clarín) y con eso ha construido toda una fantasía que realmente no sé cómo irá a probarlo cuando se constate que eso no es así”.
Andrade asegura en Clarín que los primeros dichos del testigo “resultó la base argumental de la familia Maldonado, el kirchnerismo y de distintas organizaciones de Derechos Humanos para acusar de desaparición forzada al Estado nacional”, y plantea que existe un segundo testimonio del mismo joven, que contradice sus dichos iniciales.
En ese supuesto nuevo testimonio, el integrante de la Comunidad Cushamen “reconocería” que Santiago Maldonado se ahogó sin la intervención de terceras personas. Es decir, que no llegó a cruzar el río y en lugar de regresar hasta la orilla, fracasó en ese intento.
Dato que ninguna fuente con acceso al expediente confirma.
Amenazas
Ayer, Andrade se comunicó telefónicamente con el abogado de la CIDH, quien aseguró que fue “apretado” y “extorsionado”. Pretendía que “confirme cosas que no son ciertas para construir su historia”, agregó. “Quería que yo le afirme que el relato del ‘Testigo E’ fue tomado por mí, algo que en ningún lado figura que haya sido así. Ante mi negativa, (Andrade) me dijo que yo estaba ocultando información e incluso mintiendo. Le respondí que lo que estaba haciendo era una extorsión”.
Según González Quintana, Andrade lo amenazó con “subir al diario una nota” afirmando que el abogado “oculta información clave”.
La situación derivará en una denuncia ante la Justicia. Hoy se formalizará la presentación contra Andrade por “amenaza coactiva”, según explicó el abogado que representará a González Quintana.