Socompa convocó a que ustedes mismos escribieran sobre la media sanción en Diputados del proyecto de ley sobre aborto legal, seguro y gratuito. Acá está, léanse, léanlos. Se permite lagrimear. (Foto destacada: Claudia Conteris)

Lo que sigue fue escrito básicamente por unos cuantos de ustedes, unos cuantos bastantes, que no son los hacedores estrictos de esta web: lectores de Socompa, seguidores, simpatizantes de la causa. Los convocamos desde Facebook con la consigna literal de que escribieran lo que se les cantara o cantase sobre la conmovedora, apretada e “histórica” victoria en Diputados del proyecto de ley en favor del aborto legal, seguro y gratuito. Las comillas en el adjetivo histórica intentan zafar del abuso de la convención en los medios comerciales, pero fue de verdad histórica.

Vamos a intervenir lo menos posible en este texto que es colectivo. Lo necesario para evitar una mera y árida acumulación de párrafos; lo necesario para articular, matizar, meter una observación leve o chascarrillo, según venga la mano.

Vamos a comenzar con un dato histórico que –más allá de posicionamientos políticos- conmueve. O impresiona, justamente por aquello de lo histórico. El dato lo aportó Nicolas Sebastian y comienza con esta cita:

“El derecho al aborto es un derecho básico de las mujeres ciudadanas […] La legislación de todos los países combate este mal mediante el castigo a las mujeres que deciden abortar y a los médicos que llevan a cabo la operación […] Sin haber obtenido resultados favorables, este método de combatir el aborto condujo a estas operaciones a la clandestinidad y convirtió a la mujer en una víctima de mercenarios, a menudo ignorantes, que hacen de las operaciones secretas su profesión”.

¿Quién escribió esto? Lo escribió Lenin. Es un párrafo que aparece en el preámbulo al decreto de legalización del aborto en la Rusia de 1920. Un poco más: el primer lugar en el mundo donde el aborto fue legal –añadió Nicolás en su aporte para Socompa- fue la vieja URSS.

foto/Claudia Conteris

Sergio Libman se (nos) alegró de este otro modo: “Qué bueno poder hablar del aborto. Y hablar del aborto. Y hablar del aborto. Y hablar del aborto. Y hablar del aborto. Hasta que todos entendamos de qué se trata”. Algo de eso nos propusimos, o no exactamente así, pues seríamos tratados de abortistas satánicos. Seguimos con quienes hicieron en sus comentarios (o participaciones) algo parecido a un abordaje político-con-algo-más. Obviamente no nos vamos a poner a discutir los análisis, sí a exponerlos de modo tal que la muchachada (le muchachade) dialogue entre ella, con diversidad de posturas.

Florencia Arangui dirigiéndose a un Socompa: “No te olvides de hacer un capítulo especial para el peronismo (lo digo compungida) medieval. Y busquemos entre todos el mejor geronto-psiquiátrico para Gioja, que dijo que no conoció a nadie en la naturaleza, ni del reino animal ni del vegetal que quisiera que un niño se muera en el vientre de su madre… casi me desmayo.”.

Yoni Gueismuler se puso algo escéptico: “Ahora queda por ver que Macri reglamente la ley. Si no lo hace, todo quedará como estaba y aún peor. Y el quía queda bien con todos y nosotros como pelotudos, again”.

Diego Feierstein habló de la muchacha que se hizo famosa: “Yo me emocioné con el discurso de una diputada PRO. Que quede entre nos. Y albergo la esperanza de que CFK se deje convencer por Máximo y Florencia”.

Añadimos acá que ya CFK –lenteja con el tema en su momento y luego rápida de reflejos tras la media sanción- ya anunció que toda la bancada de senadores del FPV votará a favor del proyecto de ley.

María Claudia Cambi: “Lo que acaba de ocurrir en la Cámara de Diputados argentina nos muestra que cuanto más nos acercamos a lo fundamental, a los derechos humanos, la ‘grieta’ cambia de trazado. Y es bueno, claro que es bueno. La votación de hoy deja unas cuantas lecciones: que la revolución será feminista; que es posible convencer con la fuerza de los argumentos y ganando la calle; que muchos diputados/as no pasarían un test psicotécnico ni para primer empleo; que debe alegrarnos coincidir con quienes creíamos que jamás lo haríamos; que la sororidad es más que una palabra rara”.

foto/Horacio Paone

Sergio Wischñevsky, camarada historiador: “Cuando eligieron un Papa argentino, pensé que iba a estar muy lejos la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Ahora está cerca. La realidad argentina te puede gustar o no, pero es indiscutible que es vertiginosa y sorprendente. Hoy, en medio de angustias y retrocesos, dimos un paso hacia un país mejor, Abrieron una caja de Pandora y se volvió imparable”.

Alejandro Pipo Marcogliese, otro que se manejó con prudencia: “Sin dudas es una alegría, pero, siguiendo con el pesimismo de la razón y el optimismo de la esperanza, mi temor es que estos lo hagan para seguir con el fulbito, en la confianza de que en Senadores no salga. En fin no dejo de sentir que es una pelea que dimos y por ahora ganamos”.

Inciso: todos pensamos hasta hace poco que el proyecto no iba a pasar en Senadores. El impacto de la ola verde y de la media sanción en Diputados sin embargo cambió el mapa. No solo CFK y su bloque. Miguel Ángel Pichetto y el radical Luis Naidenoff también se apuraron en decir que impulsarán la aprobación. Pinta que así será (cruzar dedos).

Verónica Chelotti: “Están las pibas y las viejas, y las que perdieron a sus amigas porque se las mató el Estado genocida, y estamos las que crecimos en los 90. Estamos todas juntas pidiendo por un derecho humano que no debería cuestionar nadie. Y hoy estamos sonriendo, abrazándonos, porque ganamos un poquito. Pero también están las Carrió y los Massots y los justicialistas de las listas sábanas que dan vergüenza. Ojalá podamos seguir sonriendo”.

Gastón Garriga –cómo le va- compartió con Socompa lo que escribió más largo en su blog. Damos solo extractos: “Es una victoria, pero también una reparación. El contraste de cantidad y edad de los concurrentes de una y otra media plaza es por demás elocuente (…) “Cuando la juventud se pone en marcha, el cambio es inevitable”, dijo Néstor Kirchner hace unos cuantos años. El movimiento de mujeres, que ganó visibilidad en tiempos recientes, es el emergente de un proceso que no comenzó ayer ni anteayer. Tal vez lo novedoso sea el cruce de estas dos variables: llegaron a la política las mujeres jóvenes.

Hijas o no de históricas militantes feministas, criadas y educadas en una época en que la norma era que las conquistas populares avanzaran y no retrocedieran. (…) En esta clase de gestas nacen militantes, se forman dirigentes, los sujetos políticos ganan experiencia, acumulan conocimiento y confianza, entre otras cosas. Se sabe dónde comienza el proceso, pero no dónde termina. Esa fuerza nueva, recién adquirida, queda después disponible para defender derechos políticos, económicos, etc. (…) No hay una derecha, hay derechas. Algunas más nuevas o dúctiles, como la que encarnan Lospennato o Lipovetsky, capaces de alentar avances en materias de derechos civiles, siempre que no se discuta el modelo económico neoliberal. Otras derechas encajarían mejor en un guion de Pedro Saborido que en el congreso nacional. Macri no tiene nada para festejar. Ni él ni Vidal podrían atarse ahora el pañuelo verde que nunca usaron, porque la sociedad reconoce y condena el oportunismo”.

foto/Horacio Paone

De todo como en botica

Hasta acá nos gusta –habla el editor fantasma- la diversidad de opiniones. Algunas son duras, como esta de Alber Dore: “No puede haber transversalidad o empatía con un sector o gobierno oligarca que ajusta en los sectores populares. Con ellos no nos une nada, porque mientras tanto aprueban la reforma previsional, achican el Estado, reprimen las protestas y reclamos justos, censuran la disidencia y mandan la reforma laboral al Senado”.

Otros prefirieron el humor, bienvenido sea. Franco Bandini: “Estoy feliz por la aprobación. Pero como prometí autoflagelarme mientras dure este gobierno, me quedo pensando qué traerán escondido bajo el poncho. ¡Estos no dan puntada sin hilo!”.

Gustavo Abrevaya: “Cambiemos sale herido de esta elección. Se vio: liberales votando el sí y conservadores votando el no. Lilita les dice a los diputados del FPV: ‘Ahora ganen ustedes el 2019’”.

Para el colega Gerardo Fernandez “El proceso en torno al debate sobre despenalización del aborto marca si no una transformación troncal, al menos una serie de modificaciones de importancia vital en el tablero político argentino. Tuvo que tratarse un tema de extrema profundidad para que la grieta instalada por un periodismo absolutamente cooptado por el poder estallara en mil pedazos y quedara al descubierto la verdadera línea divisoria que tiene la sociedad argentina. La imagen de Elisa Carrió arrumbada en su banca y amenazando con que la próxima vez rompe Cambiemos es quizá la foto que mejor describe el momento histórico que estamos viviendo. La contraparte de esa imagen decadente que sólo vive de la ruptura estuvo en el discurso de la diputada Lospennato, del PRO, que nos conmovió a muchos de los que la hemos reputeado en otras ocasiones y lo hizo en base a una argumentación de una solvencia destacable”.

Ya lo dijo alguien en Facebook: Lospennato conducción.

El Fede Cappanera tuvo la virtud de la síntesis: “Mucho diputado bestia, inculto, soberbio. Una mitad, grosso modo, de la población quiere decidir sobre la vida del otro”.

Un amigo de la casa, Daniel Freidemberg, nos copió lo que puso en su muro: “Va a ser arduo, trabajoso, y casi nada de lo que viene se puede predecir. Pero es difícil que la energía popular que en estos días se está poniendo en movimiento se disipe así nomás”. Luego aludió a una preocupación compartida: que este asunto que nos puso tan contentos “tape a otros que merecen mucha atención (FMI, ley laboral, paro de la CGT, precio del dólar, etc.). Si esa fue la intención del macrismo, probablemente le haya salido el tiro por la culata, a causa de la energía popular que esta cuestión puso en juego. Y habrá que moverse para que esta demanda se articule con las otras, en vez de taparlas”.

Tranca, Daniel. Como bien habrás visto, al menos el asunto del dólar y la patada en el orto a Sturzenegger terminaron mandando la crisis a recontra tapa de los medios; Dios nos guarde. Vértigo y angustia.

foto/Claudia Conteris

Maria Macaya: “Si se aprueba la Ley en el Senado (espero que sea así) y con el ajuste que manda el FMI, o sea recorte sobre todo en educación, salud pública, habrá cero recursos para atender a las mujeres que soliciten el apoyo del Estado en este sentido, abortar. Se necesitaría justamente lo contrario. O sea, más hospitales, más profesionales, más insumos, más trabajo. Entonces ahí me trabo. ¿Es una contradiccion?”.

María Pía Chiesino: “Doce años hicimos la plancha con esto. Ya sé que el FMI es una garcha y que voy a seguir en la calle cascoteándole el rancho a estos hijos de puta, como hago desde que llegaron al gobierno. Pero no me van a sacar la emoción de saber que mi hija estuvo con sus amigas en la Plaza del Congreso hasta la una de la matina, cagadas de frío, para pelear por un derecho, para una vida mejor para las minas, en este puto país. Unas horitas de aire”.

Ariel Hendler, y de nuevo la preocupación por lo que vaya a suceder en el Senado, “esa cloaca de oligarcas de provincias. El hecho de que ahora todo dependa del Senado lleva a repensar por un lado nuestro maldito sistema bicameral compuesto de una cámara de diputados representativa y un senado corporativo, en el que banditas infames de tres senadores representan a provincias con menos habitantes que Villa Crespo. Pero también el rol del ‘peronismo federal’, esos gobernadores vitalicios, herederos de las viejos partidos provinciales que ya ni existen, que fueron prácticamente los dueños del país en la década del 90 y supieron disimular bastante bien y tragar saliva durante el kirchnerismo para sacar sus tajadas. Una sola reflexión: el revisionismo histórico, resucitado durante la década ganada, no nos va a ayudar demasiado a pensar estas cuestiones. Como mínimo, habría que empezar a inventar un nuevo revisionismo por izquierda porque, seamos serios, realmente hay que ser unos ‘salvajes unitarios’ para festejar lo que se votó hoy, dirían desde la Santa Confederación”.

Hablando de ciertos conservadurismos provinciales, breve bestiario a cargo de Darío Javier Tolchinsky: “El tráfico de los cerebros embrionarios. Las crías de la perra amorosamente regaladas. El buen hombre de la campera amarilla. El humor que nos regalaron no tiene precio. La media sanción que nos emociona, tampoco”.

Jorge Schussheim, siempre provocador, muchísimas veces interesante: “Esta nueva conquista de las mujeres supera a las del voto femenino y del matrimonio igualitario, porque, a diferencia de esas dos, fueron hechas durante gobiernos populares y esta durante uno reaccionario”.

Eddie Abramovich, luego de cantidad de datos duros de todo el mundo sobre la tragedia social del aborto: “Vamos entonces a las cuestiones de derecho: Toda ampliación de derechos, todo avance hacia la equidad, toda puerta a la luz y la libertad, establece un meridiano ideológico y moral, muchas veces superior y diferente a la confrontación de intereses económicos o de clase. Por eso, sostengo que cada uno de los que votó a favor de mantener en la clandestinidad el aborto y la cuota de mujeres muertas es un enemigo de los derechos humanos, cualesquiera sean sus convicciones religiosas, sus alegados compromisos con la justicia social o sus delirios anti científicos”.

Y de nuevo el asunto de las derechas y sus matices. Expresado en este aporte de Diego Braude: “Habrá que ver. Cambiemos es una fuerza mucho más plástica que otras, porque hacía adentro sólo se arma la podrida con cuestiones macro que no sean parte de los objetivos principales de la cabecera. No creo que les hayan gustado las disidencias, pero eran seguramente conscientes de que las habría. Si les apareciera una Lospennato para votar en contra de la reforma laboral sería otra cosa. Ahora bien, Carrió siempre es un peligro para la alianza que la incluya, porque te implosiona cuando menos lo esperas”.
María Inés La Greca: “Esto me hizo pensar en que en el año 2015 me invitaron a participar de un libro-homenaje a Los cuatro peronismos de Alejandro Horowicz, a 30 años de su publicación. Escribí un texto que se llama ‘¿Qué se le puede pedir a un relato histórico?’ y concluí que la aparición de “Ni una menos” daba la chance de renarrarnos, de reimaginar nuestra subjetividad política (…) Hoy, siento que ese optimismo era acertado”.

foto/Horacio Paone

Hombres sobre mujeres/ “Es por acá”

Se sabe: a los hombres nos incomoda hablar de los temas de género, no sabemos bien cómo hacerlo, hay quienes sobreactúan un poquito. Javote OK nos escribió esto: “Leo a muchos varones festejar la votación en Diputados, y comparto. Pero no nos olvidemos: si lo de hoy fue el gol del siglo, nosotros somos Victor Hugo y ellas son Maradona. Baño de humildad”.

Daniel Goñi eligió las mayúsculas. Se las respetamos: “EL MOVIMIENTO DE MUJERES OBTURÓ LA DEMOCRACIA BURGUESA, LA RECONVIRTIÓ, LA TRANSVERSALIZÓ Y, FELIZMENTE, YA NADA SERÁ IGUAL.”.

Tam Muro, que suele mandar en Facebook montajes visuales preciosos  hechos por él mismo: “Es el vaivén entre la contemporaneidad y el siglo XIX, entre un mundo en permanente cambio y la rigidez tradicional y pacata de señoras y señores patricios”.

Vamos yendo despacito a una zona que últimamente nos interesa más que los ejercicios presuntamente racionales. El territorio de las emociones.

Leo Alvarez: “Chicas y chicos sonriendo en las calles, cantando. En sus cuerpos y en sus caras se nota la alegría que tienen. Demuestran que ellos tienen mucha más información del código del futuro que nosotros. Ellos son el futuro porque lo están construyendo. Tanto lo están haciendo que obligan a personajes antediluvianos a replantearse temas que tenían resueltos. Camino al lado de ellos, los admiro, no los envidio: porque ellos en definitiva están consiguiendo algo que otros jóvenes anteriores no pudieron. En buena hora los jóvenes son felices, en buena hora no se pisotean sus aspiraciones. Porque en ellos está la fuerza para que nosotros, ex jóvenes, también avancemos. Una mención especial para las jóvenes, fieles representantes de sus antecedentes en esta lucha. No hay que olvidarse de las y los jóvenes que no apoyaban este proyecto. Deberemos aprender a convivir. Ellos también tienen ese poder que da la juventud. Confío en que llegarán a un acuerdo. Hoy comienza un camino que tiende a que seamos un país un poco más justo y libre y que sienta las bases de futuros derechos por venir. Gracias a las chicas (ahora sin diferencia de edad ni de partido ni nada) que nos están mostrando el camino. Es por acá”.

Gastón Bandes: “Ya aflojó: estamos a punto de desatar el dispositivo político que parecía más eficaz para anudar los cuerpos y los deseos a la metafísica patriarcal y su correlato institucional: la ley de los hombres y Dios. Gracias compañeras, hoy todas las brujas, locas y putas asesinadas en el vano nombre de la Vida vuelven en cada lágrima, cada abrazo, cada historia de rebeldía y amor”.

foto/ Claudia Conteris

Verde que te quiero verde, emociones

Verde esperanza. Teresa Vazquez: “Me parece, quiero creer, que la grieta hoy se achicó un poco”.

Natalia Buch: “Amanece un día verde y libertario. Mientras, otros ‘verdes’ de la opresión capitalista amenazan y asesinan en la City negra. Lucha libertaria y anticapitalista”

Nicolas Sebastian: “Esta página está escrita en el idioma de la juventud, con letras moldeadas hace 100 años. A un siglo llegan acordes del gran Lenin” (volvemos al principio).

Juan Parisi : “Sin lugar a dudas, un día histórico. Hoy, 14 de junio de 2018, una lucha que se gestó a partir de la organización y la lucha de miles y miles de mujeres, tuvo su victoria más importante. Cuando me enteré que Diputados había logrado la media sanción para la legalización me sentí feliz porque pensé que Argentina hoy es un país mejor por un derecho conquistado, el de ellas y por ellas. Me alegro por mi novia, Martina Cuadrado Campaña, que es mi feminista favorita y que siguió la votación desde España; por la novia de mi hermano, Mara, que para mí es una hermana y por mi prima Melisa, que es la que siempre estuvo en la calle bancando, debatiendo y enseñando. Y por todas”.

Saludemos juntos desde acá a Martina, a Mara y a Melisa.

Karina Menchini: “Salí de casa, 8:20hs, para ir a trabajar, luego de dormir prácticamente nada. Auriculares y diputadostv a todo volumen. Caminando en sentido contrario a mí, un montón de personas con pañuelo verde en el pecho, caminando hacia el Congreso 💚. El corazón desbordado de alegría y emoción. Con incertidumbre aún, al borde de las lágrimas pienso ‘Como pueblo ya nos manifestamos, la lucha está ganada, ya sea hoy o mañana’”.

Patricia Ivancich: “Mi hija estalló en llanto y alegría, pasó una noche de vigilia y expectativa. Son la nueva fuerza luchando por los derechos de todos, Gracias Néstor, gracias Cristina. Mis hijos viven con pasión la política y cada logro los empodera más, yo carecí de esa posibilidad, su libertad no tiene precio”.

Mariana Szostak grita desde su compu: “¡Vamos la reputamadreeeeeeeeeee! ¡Lloro de la emoción!”. Y luego dice “Varios pensamientos:

-A pesar de algunas barbaridades que escuché ayer en Diputados, esta votación me hace sentir orgullosa de mi país (y eso qué me cuesta bastante y por lo general vivo a las puteadas)
-Quiero y me voy a ocupar de conseguir los nombres de quienes votaron en contra para nunca, nuca, NUNCA votarlos si aparecen en alguna de esas boletas con mil nombres. También voy a anotar a quienes no conocía y me sorprendieron gratamente.
-Es un día histórico, hay que festejar. Cuando pase la euforia hay que concentrarse en el Senado. Espero que escuchen al millón de personas que salieron ayer a la calle
-A las minas que pusieron el cuerpo, estuvieron en la calle, se bancaron insultos, militaron con paciencia y amor, gracias, de 💚 SIGO LLORANDO DE EMOCIÓN
GRACIAS 💚💚💚”.

foto/Horacio Paone

David Blaustein, cuando ya se notaba una suma importante de comentarios: “Me conmueve la mezcla de racionalidades y sentimientos de todos estos textos. Sólo agrego que consideremos como posibilidad que haya un sector amarillo anti K que pondere que fueron ellos quienes posibilitaron y abrieron este debate”.

El socompero y colega Alejandro Agostinelli nos dejó dicho: “Lo haré personal: no me dio el cuero para vigilia alguna. Pero por primera vez en mi vida una de mis hijas ocupa ese lugar. Experimentar en vida aquello de las generaciones venideras. Y saber que nunca es recomendable, ni siquiera verdadero, pregonar que está todo perdido. Nuestras luchas las retoman nuestros hijos. Es así, ayer lo vimos y lo seguiremos viendo y viviendo en el futuro. Sería oportuno meterle pata”.

Hasta que de pronto, pavada de pregunta (en realidad una pregunta que está en proceso de debate) se hace Ernesto Perez:

“¿Y si la salida del neoliberalismo en el mundo viniera del lado de la mujer?”.

Interrupción. Un cuento.

 Lo que aportó el feisbuquista Hernán Dardes lo publicó también en su muro. Es un cuento un tanto terrible pero que no está nada mal, para nada mal (por curiosidad, el editor de este texto fue a chismosear el muro de Dardes y se encontró con un gran manejo del humor negro que da miedito). El cuento es así:

“Ella marchó con su pañuelo verde y se ubicó a la izquierda de la plaza. Él marchó junto a su familia ‘pro vida’ y se ubicó del lado opuesto. Durante varios tramos de la vigilia se miraron, un poco con odio, otro poco con tristeza, por encima de la valla que los separó a lo largo del día. La votación sucedió de madrugada y mientras la chica del pañuelo verde celebraba, el muchacho sufría por los fetos condenados a muerte. Al final de la votación coincidieron en la misma pizzería y las miradas continuaron. Él propuso dejar de lado las diferencias y la invitó a una pizza. Ella aceptó con la condición de que la pizza fuera con aceitunas verdes. Él entendió la ironía y sonrió. Al poco tiempo se casaron y ella, a pesar de cuidarse con rigurosidad, quedó sorpresivamente embarazada. La primera ecografía reveló que serían padres de mellizos. Ellos se abrazaron y recordaron sus primeros cruces de miradas por encima del vallado que dividía la vida de la muerte aquella fría jornada de junio. Ninguno de los dos lo dudó: el mellizo de la izquierda sería abortado, el otro quedaría destinado a nacer. El médico dijo que no había problema con el procedimiento pero les preguntó: ‘¿El mellizo de la izquierda mirando desde el cuerpo de la madre o según los ordena la pantalla del ecógrafo?’. Sus voces no solo se superpusieron en la respuesta sino que además se mostraron enfrentadas. Eso los tomó de sorpresa y comenzaron a discutir. El médico propuso un sorteo pero entre los dos le hicieron tragar la moneda que había extraído de su bolsillo a tal efecto. Luego continuaron con su pelea que terminó en el estudio de un abogado experto en divorcios. Ella finalmente abortó a los mellizos. Él pidió presenciar el procedimiento y en dos frascos esterilizados con formol se llevó los embriones abortados. Los tiene en su mesa de luz y de noche les cuenta cuentos. Sin certeza alguna sobre su sexo, cree que ambos estaban destinados a ser mujer, y a la de la izquierda le puso Elisa y a la de la derecha Gabriela. A veces la empleada doméstica, mientras limpia, se los mezcla sin querer, y por las noches cuando él regresa trata de Elisa a Gabriela y de Gabriela a Elisa, pero no se da cuenta. Los fetitos tampoco”.

 

foto/Claudia Conteris

Pañuelos, pañuelos, pañuelos 

Diego Abu Arab, fue sintético y gráfico. Intervino con el dibujo en el que un perfil femenino aparece envuelto entre el pañuelo de las Madres y el verde ola.

Adriana Mariani “Somos hijas de los pañuelos blancos y madres de los pañuelos verdes”.

Diego Pietrafesa, otro socompero, conmovedor:

“El pañuelo verde de mis hijas.

El pañuelo con el que mi vieja disimulaba la quimio.

El pañuelo que mi papá anudaba en sus cuatro puntas para que yo lo usara en la cancha de Ferro.
El pañuelo con el que despedí el avión de mi hermano en 1989.

El pañuelo con el que me abrazó un día Norita Cortiñas, el pañuelo que me mostró en su casa Adelina de Alaye.

El pañuelo con el que le sacamos los mocos a los pibes de la 31.

El mundo es un pañuelo”.

Gloria Guerrero, colega periodista, rockera, amante de la ciencia-ficción:

“Alguna vez un pañuelo dejará de tener que ver con lágrimas”.

 

Gracias a todos –gracias muchas- por sus intervenciones. Los queremos, cuidémonos. Besitos.

foto/Claudia Conteris