La escritora Susana Ibáñez acaba de publicar “Te juro que es por tu bien” (Palabrava), donde reúne dos novelas breves, tituladas “La aguja en el ojo” y “Me verás volver”. Diversidad sexual y discriminación recorren estos textos de lenguaje llano pero muy potente. (Foto de portada: Alejandro Amdan)
La novedad editorial Te juro que es por tu bien de Susana Ibáñez (Palabrava, Colección Rosa de los Vientos, Santa Fe, diciembre 2020), consta de dos nouvelles o novelas breves, intitulados La aguja en el ojo y Me verás volver. La novela corta, como es este caso, suele estar centrada en una única historia, pocos personajes y un registro preciso.
La aguja en el ojo captura desde la primera frase cuando le preguntan a la protagonista: ¿Vos eras varón o mujer? Enigma muy presente en esta época donde se han roto barreras culturales represivas que estigmatizaban a los hombres y a las mujeres por su condición sexual diferente. La historia es simple, sin grandes sobresaltos, que son de esperar cuando los padres llevan a la protagonista Emi a un psiquiatra y a un pastor. Es central el personaje de Doris, una modista de barrio, que le da hilo y aguja a Emi para hacer labores, la invita a vivir con ella y la impulsa a estudiar. Emi toma conciencia de su condición, ya que de entrada se define cuando afirma: Soy persona. La trama no cae en golpes bajos para el lector ni en lugares comunes, propios de este tema tan vapuleado no sólo en literatura sino también en cine y televisión. El estilo es llano, coloquial, directo, acorde a la literatura actual. Para aligerar la trama, abundante en acciones, los diálogos son narrados y fluidos.
Me verás volver ahonda en la fiereza de los personajes. Ya no hay posibilidades de vivir en paz entre los vecinos de un edificio chico de la ciudad, que se unen para resolver qué se hace con el linyera que está en la entrada: Algo hay que hacer con el roñoso ese, que es un peligro. Los personajes adquieren tipologías propias y expresan el odio de clase. El Tipo (linyera), Cuchillo en Liga (su defensora), Sin Corazón (su odiador), el Pela, la Rubia, la Colo, Gómez, (el encargado), entre otros. Este texto puede leerse como una suerte de testimonio de una sociedad que ha agrandado enormemente las diferencias económicas, sociales y culturales de la gente. Son de un crudo realismo las voces de la clase media en desprecio de los de abajo: Pobres nosotros que pagamos los impuestos para que ese tipo tenga un refugio, comida gratis, ropa, agua caliente. Y la crueldad y la desconfianza, léase xenofobia, se extienden a los extranjeros que llegan por necesidades límites a nuestro país. En el final se lleva al extremo el desprecio por la vida del otro, ese prójimo que muchas personas ignoran y lo quieren perder de vista, sobre todo si es un indigente.
En definitiva, Te juro que es por tu bien de Susana Ibáñez, dan cuenta de un testimonio y compromiso literario en tiempos de liviandad y bestseller a la orden del día.
* Omar Ramos es escritor, periodista y abogado.
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