Adiós querido Pep es una película estrenada en 2017, demolida por la crítica y de la que nadie se acuerda, salvo su directora, Karina Zarfino, que tiene buenos vínculos en la Cámara de Diputados, donde se programó su proyección. La sarasa convertida en política de Estado.
Ayer, la Dirección de Cultura de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación (algo así como el ministerio de Cultura del Poder Legislativo) proyectó en el Salón Auditorio la película Adiós, querido Pep, escrita y dirigida por Karina Zarfino, terapeuta holística, sanadora energética y docente de Talleres de Canalización. Un largometraje de 2017 al que la crítica destrozó en el momento de su estreno.
La biografía de Karina Zarfino, directora de Adiós, querido Pep, es llamativa. La transcribiremos no con ánimo de descalificar sus aptitudes cinematográficas, lo cual sería injusto e innecesario, sino porque así se ha presentado antes del estreno de su película en 2017, que tuvo su reestreno en la Cámara de Diputados.
“KARINA ZARFINO es terapeuta holística, formada en Ayurveda y en múltiples cursos vinculados a la salud tanto física como energética. Además, es Instructora de Hatha Yoga y autora del libro “Las Relaciones Energéticas en la Pareja”. Se dedica a la Sanación Energética aplicando técnicas complementarias y canalizadas. También realiza cursos y talleres para el crecimiento personal, como el “Taller de Canalización” y el “Taller de Creación de Parejas Conscientes”, entre otros. Residió en Barcelona 15 años donde fue miembro original de la plataforma Agartam. En 2011, por encargo de sus guías, regresa a Sudamérica con el fin de fundar Agartam Argentina, Agatam Perú y Agartam Chile, actualmente es directora de este último. Asimismo , se dedica a la escritura y a la realización de proyectos cinematográficos vinculados a la espiritualidad”.
En la presentación, Zarfino agregó que antes de su despertar espiritual estudió Diseño en la U.B.A y Cine en la E.I.C.T.V. de San Antonio de los Baños, Cuba, profesiones que hoy puso al servicio de la promoción de sus ideas a través de filmes como “Adiós, querido Pep”.
Dijo además la escritora y directora de sí misma:“Ayudando a cientos de personas a reconectarse con su propósito de vida. […] Comunicadora, terapeuta energética, escritora y cineasta. Creadora del método Tecnología Energética de Sanación Avanzada y de la plataforma Proyecto de Reconexión Humana, cuyo fin es recuperar y activar el recuerdo original. Cientos de personas en Argentina, España y resto de Latinoamérica han podido clarificar su propósito de vida, recuperando su propio poder y sanando heridas profundas, gracias a la información que Karina canaliza de planos superiores de conciencia. […] Facilitadora de cursos, talleres, círculos de sanación y terapias de sanación energética.” (Linkedin)
Dijo la prensa de ella y su película:
“La directora parece más interesada en vociferar sus pensamientos que en la narración […] Una amiga le cuenta que tiene cáncer y le recomienda una terapia alternativa para curarse. El duelo no es más que un vehículo para pregonar la mirada de la cineasta sobre grandes temas y, con el correr de los minutos, Adiós, querido Pep se aleja cada vez más del cine para enterrarse en una charla espiritual sobre la canalización energética.” (Clarín)
“Es difícil encontrar tramos en la película que no salgan del lugar común y la impostación en las frases o gestos. […] Esta impostación transforma al relato en un mero vehículo para una vacua discursividad espiritual, repleta de facilismos y esquematismos, que no solo afecta al ritmo narrativo -pesado y aburrido en la mayoría de los tramos- sino a la posible empatía que podrían generar las protagonistas. Esto se nota particularmente con el personaje de Raggi, que se la pasa enunciando lecciones de vida y espiritualidad, a los demás y a ella misma, hasta extremos difíciles de soportar.”(Funcinema)
“A lo largo de sus 90 minutos se intentará explicar con trazos gruesos rituales hindúes, budistas y de chamanismo; de boca de los personajes saldrán frases dignas del más básico manual de autoayuda y la historia presentará todas las vueltas necesarias para que las enseñanzas que los personajes tengan que puedan aprenderlas. Más de una vez pareciéramos estar asistiendo a esas películas ahora tan de moda patrocinadas por grupos evangelistas.” (El Espectador Avezado)
¿Quién, cómo y por qué consideró valioso presentar un film que concitó el abucheo unánime de la crítica? La preparación en gestión cultural que detenta Andrea Barbieri, a cargo de la Dirección de Cultura de la Cámara de Diputados, es redondamente desconocida: hay un hueco en el apartado “Profesión”. Ahora bien, ¿se trata de otro caso aislado o estas decisiones son parte de un criterio común entre quienes ocupan puestos clave en los espacios culturales del oficialismo? A esta altura caben pocas dudas. Desde el “Fevida 2012” que quiso consagrar a Buenos Aires “Ciudad del Amor” hasta hoy, “2019, Año de la Neurosarasa”, la coherencia es innegable: la película engarza como una espiral Fuji en un incensario con la ideología oficial, ávida de macaneo pseudocientífico, con propósitos diversos o convergentes sobre los que no viene al caso especular.
Lo cierto es que la orientación cultural del PRO parece estar cada vez más cerca de la canalización y más lejos de la promoción de obras de calidad.
Buda, o el pueblo de la Nación, dirán hasta cuándo.
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