El ministerio de Educación sigue de paro por tiempo indeterminado por los casi 3000 despidos de fin de año. Agresiones, amenazas y robos en casas de gremialistas marcan la situación que se vive.

 

El conflicto en el ministerio de Educación de la Nación no parece tener todavía una solución a la vista y continúa el paro por tiempo indeterminado que los trabajadores enrolados en ATE y UPCN ratificaron hace una semana, hasta tanto se resuelva la situación de tres mil trabajadores.

Todo comenzó en las últimas horas de 2015, cuando la cartera que dirige Esteban Bullrich cesanteó a 400 contratados y a 2600 tutores virtuales del Programa Nuestra Escuela. Las autoridades llegaron a afirmar que hubo un exceso en las licencias para justificar los despidos. En ese momento, se decidió la permanencia pacífica de un anexo del ministerio en Santa Fe y Montevideo, que se levantó la víspera de Año Nuevo, a fin de encarar las negociaciones en el Palacio Pizzurno.

Cuando Rodrigo Recalde, titular de la junta interna de ATE en, llegó el primer día hábil de 2016 a la sede del ministerio se encontró con policías y vallas rodeando el edificio.

“Quise entrar a la asamblea convocada y sufrí la agresión de los policías”, narra Recalde a Socompa. “No tenían ningún derecho a decidir quién entra y quine no al ministerio, menos si hay una asamblea convocada. Me tiraron al piso y me sacaron a la rastra”. Un compañero quiso auxiliarlo y terminó con una vertebra fisurada.

Los canales de diálogo se mantuvieron con funcionarios de segunda línea mientras el ministro Esteban Bullrich continuaba de vacaciones. Y en medio de amenazas y episodios oscuros.

Recalde dice que “al día siguiente de la agresión, nos llegó una foto del cuerpo de delegados con la leyenda ‘Camporistas hijos de puta y desestabilizadores, están muertos’”. A lo que se sumó un sugestivo robo en la casa del dirigente gremial, la semana pasada. “Yo estaba en una reunión en Capital y entraron en mi casa, en Bernal, por una ventana. No faltaba dinero, pero se llevaron mi computadora personal”, relata Recalde. Una suerte de mensaje mafioso que empalma con la denuncia de Daniel Catalano, de ATE Capital, quien aseguró que hubo personas sacándole fotos a su domicilio. El gremio responsabiliza a Bullrich de la integridad física de los dirigentes.

Mientras por la vía judicial se intenta tomar cartas en el asunto por la agresión en el ministerio (el tema está en manos de los abogados de ATE), la negociación por los despidos avanza. Según Recalde, hoy el conflicto abarca a 200 contratados.

“El ministerio ahora se compromete a dar de baja los despidos de los 2600 tutores y a respetar 200 de los 400 contratos. Hasta que eso no esté firme, la situación sigue como antes. Pero si así fuese, la lucha sigue por los otros 200 contratados, porque no vamos a cejar hasta que todos puedan seguir trabajando como hasta antes del conflicto”, dice Recalde. “Nosotros no vamos a decir cuál trabajador sigue y cuál no: luchamos por todos”.

Por ahora, el conflicto sigue sin resolverse: el paro continúa en todas las dependencias de Educación, en alerta permanente. “Hasta que no se den de baja definitiva las 14 resoluciones que generaron el conflicto, seguiremos de paro por tiempo indeterminado”, resume Recalde, a la espera de un llamado de las autoridades para continuar el diálogo.