La postergación, hasta mediados de mes del desalojo de tierras previsto para ayer en Guernica abrió un escenario lleno de incógnitas, pero evitó, al menos por un tiempo, la foto del desalojo violento que significaría un gran costo político para el gobierno bonaerense.
La noticia de la postergación del desalojo fue saludada con aplausos en La Toma de Guernica. Los vecinos le aseguraron a Socompa haber recibido la mañana de este jueves “con una paz bárbara”.
-No es que tenga miedo -dice Jorge, del barrio La Lucha- estoy acá listo para bancarme los palos, pero es lindo tener la esperanza de que van a hacer las cosas bien.
Por pedido del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, que conduce Andrés Larroque, el juez Martín Rizzo postergó hasta mediados de octubre el desalojo de la ocupación de tierras más grande del país que estaba previsto para ayer, jueves. Se abre un escenario de quince días decisivos cuya resolución va a impactar en la política nacional y provincial durante los próximos años.
Por más de tres horas. Rizzo condujo una audiencia virtual de la que fueron parte integrantes del ejecutivo provincial, los abogados de los dizque dueños de las tierras y los agentes inmobiliarios de la zona, mas la Gremial de Abogados y Abogadas en representación de los habitantes de La Toma y algunos organismos de DDHH junto con la Defensoría del Pueblo de la Provincia.
Larroque trabajó contrarreloj para evitar la foto del desalojo violento. Y tomó la iniciativa con dos herramientas fuertes. Por un lado logró, no sin conflictos y contra los pronósticos de varios actores del episodio, que cerca de un 20% de los habitantes de La Toma aceptaran abandonar voluntariamente el terreno a cambio de una propuesta individualizada. Por otro, el plan viviendas que anunció Axel Kicilloff.
La agencia oficial Télam tuvo acceso a la resolución del juez, quien señaló que “los registros positivos documentados dan cuenta de este norte y a su vez justifican el otorgamiento de la prórroga requerida, desde que advierto a su vez la voluntad, a partir de las intervenciones dadas, de arribarse a una solución integral y pacífica de la situación presentada”.
“Debo señalar -agregó el magistrado- que el plan de contingencia puesto en marcha (por el gobierno provincial) viene arrojando resultados positivos en relación no sólo al abandono voluntario de los ocupantes de los predios motivo de litigio, sino a su vez de las necesidades de aquellas personas que se encuentran en especial situación de vulnerabilidad”.
Los abogados de los demandantes presionaron hasta último momento para lograr el desalojo incluso con represión y se retiraron de la reunión virtual con visible enojo.
Es un mundo muy extraño
Con la inminencia del desalojo, las organizaciones sociales que de alguna manera forman parte del oficialismo salieron públicamente a pedir otra actitud por parte del gobierno. “No impulsamos ni formamos parte de la toma de tierras de Guernica, pero sabemos que el desalojo nunca es la respuesta”, afirmó la UTEP en un comunicado, y agregó “la respuesta del gobierno no puede ser la misma que daría Macri, Patricia Bullrich y la bonaerense en manos de Vidal”. Los integrantes más poderosos de la UTEP son el Movimiento Evita, conducido por Emilio Pérsico, y el MTE, cuyo líder más visible es Juan Grabois.
Muchos comunicadores de este lado de la grieta cuestionaron a los movimientos que apoyan y de alguna manera conducen la toma (Polo Obrero, Barrios de Pie, Frente de Organizaciones en Lucha, entre otros) sobre la oportunidad que eligen para llevar adelante semejante acción. Sobre todo, dicen, después de cuatro años de María Eugenia Vidal en que los habitantes de la provincia padecieron todo tipo de ajustes. Pero basta hablar cinco minutos con cualquier ocupante para que la respuesta aparezca clara. La pandemia es la respuesta. La crisis que se lleva por delante la economía mundial castigó primero y más duro a los que menos tenían. Es tan obvio que hasta da vergüenza decirlo.
La toma de tierras es la inversión más desesperada: invirtieron lo único que tienen, el cuerpo, a cambio de la esperanza de que algo cambie. En la tendencia a infantilizar al pobre, es dificil entender que la realidad de la que vienen es todavía más angustiosa que cagarse mojando en el medio de un campo sin árboles, sin electricidad y sin agua. Si los discursos menos conciliadores tuvieron eco fue porque había condiciones para que así fuera.
Guernica está ubicada en la Localidad de Presidente Perón, en el sur del conurbano bonaerense. La intendenta es Blanca Cantero, del Frente Renovador que conduce Sergio Massa, hoy parte del oficialismo. Desde un primer momento, tanto Cantero como Massa se pronunciaron contra la toma. En la primear reunión convocada por el magistrado para llegar a un entendimiento, Cantero declaró sin pudor que su “prioridad” eran los countries que se iban a instalar en el lugar.
-Tuvimos un antes y un después de esa primera reunión de la mesa de diálogo -dice Laura Taffetani, integrante de la Gremial de Abogados y Abogadas-. Allí los ejecutivos nacional y provincial hacían propuestas y buscaban alternativas, pero luego de la reunión con los intendentes de la zona, el oficialismo cerró filas con el No a las Tomas. Es cierto que logró hasta el momento desactivar el desalojo pero también podría tener otra actitud y discutir la decisión, no es que el ejecutivo tiene que hacer ciegamente lo que manda la Justicia. Si no, la política la determina un juez.
Los organismos de DDHH evalúan que en la decisión del ejecutivo provincial de favorecer el desalojo aparecen dos motivos claros. En primer lugar, la negativa de los intendentes de la zona a avalar las tomas por temor al efecto contagio. En segundo, el cuidado del equilibrio interno del Frente de Todos, en un contexto en que no se necesitan fisuras a la hora de tratar leyes fundamentales para unas arcas vacías como el Impuesto a la Riqueza.
El tema de fondo
Como en un loop retórico, la pandemia apuró la toma de Guernica que a su vez apuró el debate que había quedado en el freezer por la pandemia: el déficit habitacional.
El acceso a la vivienda tiene en la provincia de Buenos Aires un atraso de décadas. El gobierno de Cambiemos construyó el mínimo histórico de viviendas. Según los distritos llegó a ser menos de una quinta parte de lo que se venía construyendo hasta 2015. Y estamos comparando con el gobierno de Daniel Scioli, que no se caracterizó, tampoco, por una política activa de acceso al hábitat.
Faltando unas horas para que llegara la orden de desalojo en Guernica, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunció el Plan Bonaerense de Suelo, Vivienda y Hábitat que prevé la construcción de más de 33 mil viviendas y la delimitación de 91 mil lotes con servicios.
“El problema de acceso a la vivienda no un tema coyuntural, es estructural, histórico dijo Kiciloff en la ocasión- . Es un subtexto de la historia de la provincia de Buenos Aires y entendimos siempre que había que darle una respuesta contundente”, afirmó el gobernador al anunciar el proyecto que prevé una inversión de $190.186 millones en los próximos tres años.
El boom de la construcción que se había vivido durante el kirchnerismo previo a 2015 no había tenido como motor a la vivienda popular ni la de clase media. La mano del mercado no había sido tan invisible y había privilegiado las construcciones más rentables: countries y barrios cerrados en el conurbano y edificios de alta gama en CABA. El ejemplo más burdo de la desmesura estaba en Puerto Madero: el entonces Jefe de Gobierno Mauricio Macri intentó durante diez años desalojar la Villa Rodrigo Bueno para seguir construyendo edificios “con amenities” pese a que más de la mitad de las viviendas High End estaban desocupadas. La puesta en marcha de planes de vivienda desde el Estado y en todo el país podría incidir un poco sobre esa tendencia naturalmente concentradora y excluyente del mercado.
Unas horas antes del anuncio de Kiciloff, la gremial de Abogados y Abogadas había presentado una propuesta que el juez Rizzo está obligado a tratar aunque aún no se expidió . El escrito explica que los terrenos se encuentran en”estado de abandono hace décadas” y poseen una “extremadamente débil situación de titularidad dominial por parte de los reclamantes”. Y señala que “el proceso de diagnóstico, diseño y apoyo que se viene desarrollando desde el cuerpo de delegados/as y las organizaciones puede encauzarse dentro de la “Promoción de procesos de organización colectiva” para proyectos e iniciativas habitacionales, contemplada en el artículo 18 de la Ley 14.449 de Acceso Justo al Hábitat”.
Según se supo, el Ejecutivo Provincial no ve con malos ojos que se avance en este reordenamiento que propusieron a último momento les abogades de los vecinos. Sin embargo, en los quince días que se abrieron tras la resolución del juez, continuará con el operativo goteo del arreglo individual según las necesidades de quienes se avengan a dialogar.
-A mis vecinos les ofrecieron pagarles el alquiler hasta que se encamine su situación económica, y a ellos les sirvió porque ella tiene trabajo. En negro, pero trabaja, y él hace changas. Si no tienen que afrontar el alquiler, no va a ser tan difícil -dice José, delegado de una de las manzanas en la Toma-pero hasta que no apareció el Plan de Viviendas, la propuesta no convencía porque eran parches a un problema que se agrava con cada día que pasa.
¿Querés recibir las novedades semanales de Socompa?