Especial para Socompa desde Porto Alegre. Militantes y referentes de movimientos sociales de diferentes países latinoamericanos se dieron cita en la cumbre de Porto Alegre para intercambiar experiencias durante tres días. (Foto de portada: La Garganta Poderosa).
El viernes 27 de julio, una “caravana latinoamericana” entraba a Porto Alegre. Decenas y decenas de micros, con militantes y referentes sociales de Argentina y también de Uruguay, Chile y Bolivia llegaban a la Casa do Gaúcho, en Porto Alegre para dar rienda suelta a los sueños villeros y populares de distintas organizaciones. Otros, menos, procedentes de Cuba, México, Honduras, Colombia y Venezuela se sumaban a este segundo encuentro promovido por La Garganta Poderosa. Tres días de actividades preparadas con precisión por militantes de la Garganta en las semanas previas. No es fácil para militantes acostumbrados a lidiar con los problemas de abuso policial o la vivienda, conseguir alojamiento para más de 1500 personas, tener un sonido perfecto, almuerzos y cenas calientes, así como un despliegue de temas para abordar en tres días y, al final, pegar la vuelta con la certeza de que los asuntos abordados son un alimento para cumplir sueños transformadores en un continente azotado por la desigualdad y el avance de las derechas en la mayoría de los países.
Nacho Levy, figura central de este encuentro, dio un largo discurso de apertura. Lo central, a ojos de este cronista, al menos, consistió en descifrar la relación entre la política de los movimientos sociales y la política electoral y partidaria. En síntesis, su punto de vista es que hay una independencia en la agenda de unos y otros pero al mismo tiempo los movimientos sociales no deben asilarse de la vida política electoral. La propia agenda del encuentro muestra cómo ambos frentes, lo social y lo político partidario, convivieron en estos tres días. La diversidad de organizaciones así como el colorido de los rostros -cobrizos, afro, rubios, de pibes y pibas jóvenes y de algunos veteranos- son quizá mucho más elocuentes que los conceptos.
Luego, para poner en contexto de un Brasil caliente, tomó la palabra Pablo Capilé, un joven periodista argentino que se sumó hace unos años a una experiencia formidable de comunicación llamada Media Ninja, que jugaron un papel central en las redes y movimientos sociales desde el golpe parlamentario que hace menos de un año entronó a Michel Temer en la presidencia. Esa mañana de viernes habló también Pedro Kumamoto, un activista social mexicano que no llega a los 30 años y ya forma parte de las disputas electorales en su país.
Cualquiera que pudiera haber estado allí sentado, compartiendo un mate o una charla de corrillo, no podía dejar de vislumbrar las diferencias en los rumbos que tienen, o parecen tener, los dos países más poblados al sur del río Bravo.
Brasil muy duro
Al lado de la Casa do Gaúcho, a metros de estos ateneos, están los tribunales de alzada que condenaron a Lula a prisión. Es decir, la confirmación de la condena del juez Sergio Moro, tomado en Curitiba se llevó a cabo en ese edificio. En dos semanas vence el plazo para anotar las fórmulas que disputarán las presidenciales del 7 de octubre. Las encuestas muestran un escenario durísimo: 30 % a Lula, mientras que Jair Bolsonaro, ex militar y cara de la ultraderecha, va en segundo lugar con algo así como 17%. Lejos de Lula, pero Lula está preso. Luego viene el voto en blanco, con un 14%. Después Marina Silva y Gerardo Alckim con menos del 10%. Silva hace mucho se distanció del PT, Alckim es el continuismo de Temer. Cualquier predicción es por lo menos temeraria. Mientras tanto la economía brasileña no arranca. En Porto Alegre, al lado de la Catedral, a metros del hotel donde se aloja este cronista, se ven decenas de personas durmiendo en la calle.
México se mueve
Andrés Manuel López Obrador arrasó en las presidenciales al frente de una coalición llamada Juntos haremos historia. Ganaron en ambas cámaras y en cinco de los siete distritos electorales del país. Más de la mitad de sus legisladores son mujeres en un México de fuerte tradición machista. Lo explicó, el sábado 28, Luciano Concheiro, quien con 15 años estaba en la Plaza de Tlatelolco, cuya represión cobró cientos de vidas y que se cumplirán 50 años el 2 de octubre próximo, dos meses antes de la asunción de López Obrador. Concheiro es un orador descomunal, desmedido, que puede dar crédito de haber estado unos años cerca del subcomandante Marcos y de estar ahora entre los intelectuales militantes que fueron codo a codo con el presidente electo a cada rincón de México. El panorama político de su país, a ojos de Concheiro, no deja de ser más que difícil. Las petroleras explotan yacimientos de fracking en un 30% del territorio mientras que la minería a cielo abierto se desparrama por casi la mitad del país. El desafío de legalizar las drogas o de negociar fronteras con Donald Trump son dolores de cabeza tremendos. Sin embargo, el México volcánico es un faro para todo el continente, explica Concheiro. Para esta cumbre de base es oxígeno puro.
Prensa, economía popular, derechos humanos
El sábado 28, Sergio Maldonado, hermano de Santiago, de cuya desaparición está por cumplirse un año, dijo presente en un encuentro sobre derechos humanos y violencia institucional. Otros argentinos, como Norberto Liwski y Carlos Losa estuvieron allí. También las madres de pibes asesinados por fuerzas de seguridad, como Mariana Sánchez, madre de Nazareno, un pibe de 18 años acribillado junto a su amigo Agustín en Merlo. Mariana partió el sábado a la noche de regreso porque el lunes 30 tenía la marcha con sus vecinos y familiares en Merlo en el primer aniversario de ese crimen. Una madre colombiana contó lo que son los falsos positivos, la compañera de Marielle Franco, la concejala asesinada el 14 de marzo pasado, tomó la palabra. El día anterior, Marielle hubiera cumplido 39 años y una marcha salió a gritar su nombre por las calles de Porto Alegre.
Pedro Brieger, este cronista, Carlitos Rodríguez y decenas de comunicadores argentinos de Tiempo Argentino, Barricada TV, Cítrica así como de Brasil, Uruguay, Bolivia, Cuba intercambiamos experiencias. Surgió una idea fuerte de crear espacios comunes y coordinar la comunicación de cara a la reunión del G20 del 30 de noviembre de Buenos Aires. Marcelo Zlotogwiazda compartió con gente de otros países actividades sobre Economía Popular. Los grupos campesinos del Mocase argentino y de otras países hicieron lo propio sobre el derecho a la propiedad de la tierra.
Juan Grabois fue una figura destacada sobre lo que son políticas sociales y disputas electorales. Su experiencia en la CTEP y su vínculo estrecho con Nacho Levy con parte de la maduración de una experiencia que suma a muchísimas organizaciones latinoamericanas.
Una cumbre que no termina
El domingo a la mañana, mientras este cronista hace unas líneas para Socompa, el profe Fernando Signorini habla del papel de la redonda en la vida de las villas y de su proyecto para darle espacio en la AFA al fútbol villero. Luego habrá algunos partidos y finalmente cerrarán este encuentro figuras de peso como Adolfo Pérez Esquivel.
Esta maratón de tres días parece no cansar a la masiva concurrencia. Cantan, bailan, hacen cola para comer los fideos, se quedan sentados mientras hay expositores de peso, toman la palabra con fuerza y claridad cuando se arman espacios participativos. Se preparan para subir a los bondis este domingo, último de julio, y seguir adelante con esta magia llamada militancia.