El ex honorable concejal Daniel Zisuela, massista en ese momento, fue detenido hace no muchos días por trata de menores. El hit ya pasó. Pero merece ser contado o cantado de otra manera, incluyendo Google Maps.

El último hit del ex concejal de Florencio Varela por el Frente Renovador, Daniel Zisuela, lo mostró semanas atrás vestido con remera gris arrugada, jogging húmedo en la entrepierna y cara de yo no fui. Por las conversaciones que mantuvo con adolescentes a través de su teléfono celular, un fiscal consideró, en cambio, que sí fue él quien facilitó el ejercicio de la prostitución de menores. Si alguno no leyó la historia esta es una de sus expresiones periodísticas: https://www.pagina12.com.ar/162795-el-politico-que-vendia-ninas-por-telefono.

La historia del concejal fiolo hoy ya es asunto olvidado porque así funcionan los hits. No tienen futuro ni pasado. Distinto es el caso encarnado en Zisuela como ser mortal, a quien el futuro le puede deparar unos 15 años de presidio. O su pasado que, como se verá, fue premonitorio.

En las elecciones de 2015, Zisuela encabezó la lista del Frente Renovador como candidato a intendente de Florencio Varela, pero como sabía que sus chances eran holgadamente nulas, también jugó a concejal. Así funciona; posiciónate y algún hueso vas a ligar. Detrás del muchacho había una estructura a su servicio, como secretario general del sindicato de Gastronómicos y Hoteleros de la zona sur ─léase Luis Barrionuevo─ y como presidente del club Argentino de Quilmes ─imagínese los pezutis del para avalancha─.

Yugando de puntero desde los años 90, si hay algo que Zisuela aprendió al toque es que, al llegar la época de elecciones, todo se reduce al número de colectivos que llenás. Mazza, Solá, De Narváez y hasta Stolbizer de buena gana compartieron la selfie con quien, hasta ese entonces, sólo era un puntero del sur. Podrán decir, ahora, que desconocían los negocios paralelos del fiolo junta voto; pero es mentira.

Zisuela siempre fue lo que es: un hipócrita.

¿Jamás esclavos?

En 1996 la abogada Mónica Frade, en representación de 200 trabajadores de la cooperativa “La voz del campo”, acusó a Zisuela y al entonces intendente Julio Pereyra de un delito por demás fulero: sometimiento a esclavitud. Los denunciantes habían sido convocados para trabajar tierras improductivas. El municipio cobró subsidios y vendió la producción, unos 3 millones de dólares. Los trabajadores no cobraron un peso.  El delito fue probado, Zisuela y Pereyra debieron indemnizar a los trabajadores. Fin de la historia. Uno es actual diputado provincial; el otro llegó a fiolo.

No hay puntero en el Conurba sur que ignore estos hechos. Pero si hay que sumar, olvidan.

Todo es fachada, envoltorio, apariencia. La oficina destinada a Zisuela en el Concejo Deliberante es pequeña y con pocos objetos. Un escritorio, tres sillas, computadora, impresora, biblioteca sin libros, gran retrato del papa Francisco. En Dios confiamos. En el escritorio, preservativos, gel, chip de telefonía prepaga, una máquina de contar billetes. El fiolo cobraba unos 4 mil pe por entrega. Es decir, no proveía sexo a los planeros.

Estoy escribiendo estas líneas a las 5.30 de la mañana porque hace un rato salí a dar vueltas por el Conurba sur y pasé delante del Concejo Deliberante de Florencio Varela. Vi el cartel y me llamó la atención una palabra: Honorable. Me acerqué y en una pared vi una grafiteada: Zisuela pedófilo. Quise unir esos conceptos y no pude. Caminé unos metros y vi luces de patrullero. Me acerqué. Un policía cruzó delante de un cartel que decía: Comisaría de la Mujer. Traté de unir todos esos mundos y tampoco pude.

Volví a intentarlo en casa con ayuda de Google Maps y la hago corta: en el mismo predio donde levantaba la mano un concejal fiolo, es donde deben concurrir las mujeres del Conurba sur a denunciar violencia, abuso, sometimiento.

En el mismo lodo, todos manoseados. O lo que es lo mismo: levantás una baldosa, y aparece un Zisuela. Alguien paga.