Rafael Nahuel murió de un disparo que le entró por el glúteo durante un operativo que las fuerzas de seguridad intentan vender como enfrentamiento. Otras dos víctimas internadas. Como en otras épocas de la Argentina, no hubo miembros de las fuerzas de seguridad heridos durante el “enfrentamiento”.
La violenta represión de las fuerzas federales en la comunidad Lafken Winkul Mapu terminó con tres mapuches heridos con balas de plomo. Uno de ellos, horas más tarde, falleció en el Hospital Zonal. Se trata de Rafael Nahuel, un joven de 27 años que se encontraba en la recuperación territorial que fue desalojada el jueves.
Pasados los primeros minutos de hoy, aún no existía información oficial judicial o de las fuerzas de seguridad actuantes.
Ese silencio se extiende a la situación de salud de los otros dos heridos, y a la suerte de los demás integrantes de la comunidad cuyo paradero y estado de salud se desconoce.
La abogada de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), Natalia Araya, confirmó a Socompa la identidad del fallecido, luego de numerosas versiones que daban por ciertos otros nombres.
Una de las versiones indica que Nahuel recibió un tiro en el glúteo, y de acuerdo a los informes preliminares, la bala se habría alojado finalmente en la zona del tórax. Es decir que el joven fue asesinado presuntamente por la espalda. Una segunda versión habla de un disparo a quemarropa con postigones de goma. La autopsia determinará las circunstancias del asesinato.
Entre las distintas comunidades y organizaciones sociales de apoyo, en horas de la tarde comenzaron a circular mensajes dando cuenta de la existencia de tres heridos, durante una “mega cacería” de mapuches en la comunidad. Además del posteriormente fallecido Nahuel, se identificó a Johana Colhuan, y no pudo ser informado el nombre del tercer herido.
Cristian Colhuan explicó a Socompa que “cuando un grupo venía bajando hacia la ruta, (las fuerzas federales) empezaron a disparar”.
Hasta el lugar y en dos oportunidades, quisieron llegar los referentes de la APDH y otras organizaciones, pero el retén ordenado por el Juez Gustavo Villanueva impidió la presencia de veedores externos en el lugar.
Incidentes
Cuando el grupo de integrantes de diversas comunidades mapuches y miembros de organizaciones sociales recibieron en el Hospital Zonal la noticia del fallecimiento de uno de los heridos, marcharon hacia el Centro Cívico de la ciudad para manifestar su indignación.
Inicialmente se detuvieron frente al edificio de Parques Nacionales, donde arrojaron algunos elementos e iniciaron la quema de tachos de basura. Luego, un grupo de los manifestantes -fundamentalmente mujeres mapuches- se dirigieron a la Catedral local, donde se desarrollaba una misa. Irrumpieron con gritos reclamando justicia, y un compromiso mayor de la Iglesia en la defensa de los derechos del pueblo originario. Hubo algunos forcejeos, gritos, y la rotura de objetos de vidrio.
Al terminar el día sábado, un importante grupo mantenía una guardia en el Hospital, a la espera de noticias sobre los demás heridos, mientras las calles de la ciudad se encontraban literalmente militarizadas.