El resultado de las PASO, las elecciones del 27 de octubre, las trampas políticas del macrismo, los desafíos que plantea gobernar una ciudad donde la destrucción del trabajo en los últimos años superó ampliamente la media nacional. Una charla a fondo con la candidata a intendenta de La Plata por el Frente de Todos.
La antesala de las oficinas de Florencia Saintout en el primer piso del Palacio Legislativo de la Provincia de Buenos Aires es territorio de una actividad bulliciosa. Una decena de personas se reparte entre escritorios y una mesa amplia donde abundan termos y mates, tazas de café, teléfonos, notebooks y una cantidad innumerable de papeles. Elegida en las últimas PASO como candidata a intendenta de La Plata por el Frente de Todos, Saintout – ex decana de la Facultad de Periodismo de la UNLP, ex concejal de la ciudad y actual diputada provincial – reparte sus horas entre el trabajo legislativo y la campaña para las elecciones del 27 de octubre.
A diferencia de otras candidaturas resueltas por acuerdo antes de las Primarias, la suya surgió de una ajustada competencia con otros cuatro precandidatos: Victoria Tolosa Paz, el ex juez Luis Arias, Federico Martelli y Guillermo Escudero. “No quiero minimizar, porque no fue una interna bucólica, pero sí fue una interna muy compañera, donde nadie salió a machacar sobre nadie en términos personales. Estuvimos todos de acuerdo en poner siempre el foco sobre el verdadero problema, que es el macrismo. Esa fue una decisión política que siempre tuvimos presente”, dice Saintout ya en su despacho. Es una oficina amplia pero a la vez austera, con un escritorio, sillas, una biblioteca y un juego de sillones con una mesa ratona donde se apoya el termo con el agua para el mate que acompañará la charla.
Reflejo del dolor y la esperanza
Antes de hablar de la ciudad, el resultado de las PASO a nivel nacional aparece como un tema ineludible. “La clave es de mucho optimismo porque, después de más de tres años y medio en los que se ha castigado tan duramente al pueblo argentino, los ciudadanos han respondido de una manera tan vital, no solo para sobrevivir y decirle ‘no’ al modelo macrista sino para pensar hacia adelante es muy alentador”, dice.
-Es un voto que también lleva un mensaje…
-Claro. Es un voto muy vital. Es verdad que es un voto que tiene mucha bronca, porque hay mucho enojo, mucho dolor, es un voto producto de mucha desesperación también, pero es un voto en el que también anida esperanza. Y eso es imprescindible para una sociedad.
-Antes de la elección las encuestas daban un resultado más ajustado, ¿la sorprendió la contundencia?
-Puede haber que haya habido algo que no midieron las encuestas, pero también tenemos que saber que las encuestas responden a intereses, que los datos siempre se construyen y que hay perspectivas desde las cuales se construyen. Y después hay otra cosa, que es no solamente lo que no midió la encuesta, sino también la importancia que les damos a las encuestas. Porque en la ciudad de La Plata, en la calle, no había nada que indicara que (el intendente Julio) Garro fuera a hacer una buena elección, aunque lo dijeran las encuestas. Nosotros lo que veíamos era el enojo, la desesperación. ¿Quién quería a Vidal?, muy pocos. ¿Quién quiere a Macri? ¿Por qué lo iban a votar si les estaba sacando todo? A mí lo que me sorprende es que, a veces, incluso entre los propios compañeros, entre los que se llaman dirigentes, estemos con la encuesta en la mano, sin ver lo que pasa en la calle. Hay que tener cuidado con eso.
El macrismo y la gobernabilidad
-Desde el día siguiente de las PASO ese resultado también planteó un problema de gobernabilidad hasta el 27 de octubre. Desde el gobierno intentan comprometer a Alberto Fernández en las decisiones, cuando ni siquiera es presidente electo…
-Las elecciones presidenciales son el 27 de octubre y una elección nunca está ganada hasta que se cuenta el último voto. Es cierto que al haber una diferencia tan contundente se plantean estas cuestiones, como que se le pide a alguien que no es todavía ni siquiera presidente electo, que no ha ganado una elección, que resuelva los problemas que ha generado un gobierno que sigue siendo gobierno. Frente a estas cuestiones hay que tener cierta templanza, tranquilidad, algo de poner las cosas en su lugar. Creo que, en ese sentido, Alberto Fernández ha respondido muy bien, dejando en claro eso pero sin dejar de mostrar su preocupación por lo que está pasando.
-¿No hay entonces una crisis de gobernabilidad?
.-Se ha hablado durante años de crisis de gobernabilidad, desde mucho antes de las PASO. Y eso es falso, porque Macri ha gobernado siempre. Contra el pueblo, destruyendo gran parte de lo que los argentinos creemos que es valioso, incluso para quienes lo votaron a él, pero nunca ha dejado de gobernar. No hay vacío de poder, los vacíos de poder no existen, el poder siempre está en algún lado. Lo que han mostrado estas elecciones es que la mayoría ha decidido vivir en una sociedad donde el poder lo tiene el pueblo. Ellos tuvieron todo el poder, el poder de los medios de comunicación, el poder de la justicia, el poder del gobierno en el Estado, el poder del orden dominante mundial, el poder financiero, pero el pueblo argentino ha decidido ir por otro camino y que para eso tienen que gobernar otros. Entonces no es que haya un vacío de poder, hay un poder que tienen que mirar dónde está. Por eso necesitamos ganar las elecciones del 27 de octubre por un margen aún mayor, porque ése es el único poder que tenemos, el poder de la voluntad popular.
-El gobierno sostiene que ese cambio de paradigma es el que está provocando una crisis…
-Lo que pasa es que Macri siempre ha dicho que el problema es del otro. Eso no lo ha cambiado este escenario electoral. El problema era el gobierno anterior, el problema éramos los argentinos, el problema ahora es de un candidato que no ha ganado todavía las elecciones. Con eso quieren hacernos pisar el palito de creer que ya ganamos las elecciones. Sería un error tremendo asumir que ganamos y que tenemos que hacernos cargo de gobernar cuando no ganamos todavía. No, los que gobiernan son ellos.
Las elecciones platenses
En octubre de 2015, el candidato de Cambiemos, Julio Garro, ganó con amplitud las elecciones para la intendencia de La Plata y puso fin a 24 años de continuados – con Julio Alak, primero, y Pablo Bruera, después – gobiernos peronistas en la ciudad. En las últimas PASO, la suma de los votos obtenidos por los cinco precandidatos del Frente de Todos supera en alrededor del 10% a los obtenidos por Garro, lo que abre la posibilidad cierta de que el próximo 27 de octubre Florencia Saintout sea electa como la primera intendenta en la historia de la ciudad.
-La diferencia es muy significativa, pero ¿no fue un riesgo ir a una interna cuando del otro lado había una fuerza que ya había designado a su candidato?
-Uno podía tener elementos para pensar que las PASO podían ser muy riesgosas, teníamos la experiencia de lo que fueron las PASO en la provincia de Buenos Aires en 2015, una experiencia que nos dejó a todos con cierto temor de cómo manejarla…Vamos a ver qué pasa el 27 de octubre, pero en principio ha sido muy bueno lo que hemos logrado, no por arte de magia porque lo hemos trabajado. Desde las cinco candidaturas, de las cinco listas pusimos especial énfasis en trabajar con inteligencia política, sabiendo lo que estaba en juego, entendiendo permanentemente quién era nuestro oponente principal, cuál era el conflicto central.
-¿Espera que los votos obtenidos por los otros cuatro precandidatos confluyan ahora hacia usted?
-Estamos trabajando todos juntos para que sea así desde el lunes mismo después de la elección. Estamos viendo en qué lugares cada uno ha sido fuerte para caminar esos lugares juntos. Los compañeros y compañeras han sido muy generosos en ese punto, así que todo indica que vamos a mantener ese caudal de votos en la elección que viene. Si logramos priorizar claramente la política, el proyecto de ciudad que tenemos, va a salir todo bien e incluso podemos aumentar la diferencia.
Una ciudad con urgencias
-Si el próximo 27 de octubre resulta elegida, ¿cuál es el diagnóstico que tiene de la ciudad que deberá gobernar?
-Es una ciudad con un grado de urgencias inmenso, que vamos a tener que resolver rápido. La Plata es una ciudad donde hoy hay hambre, y eso nosotros lo sabemos. La mitad de los chicos no toma un vaso de leche, eso es algo que hay que resolver ya. También es una ciudad donde el acceso a la salud está bloqueado en la gran mayoría de los barrios, con la atención primaria destruida, sin políticas. Donde a las salitas ni siquiera llegan los medicamentos básicos. Esas son las urgencias.
-¿Cuál es la situación del empleo?
-Han destruido el trabajo en La Plata, de una manera infernal, por encima de la media nacional. En ese aspecto también necesitamos políticas urgentes. Lo mismo en la educación, donde este año hubo cuatro mil chicos que se quedaron afuera de la sala obligatoria de 4 años porque no hay lugar. Eso vamos a tener que resolverlo para cuando empiecen las clases del año que viene.
-¿Esas urgencias no son también una presión política?
-Sabemos que a nosotros no nos van a dar el tiempo que les dieron al macrismo. Nadie va a decir “hay que darles más tiempo”. Entonces tenemos que resolver lo urgente mientras pensamos que también vamos a recibir una ciudad que hace muchísimo tiempo que dejó de pensar en grandes obras, como las cloacas, por ejemplo, que dejó de pensar en su desarrollo cultural… y que ahí tenemos también grandes desafíos para recuperarla. No es que primero tenemos que hacer que se tome la leche y después ver qué hacemos con el Teatro del Lago, o cómo convocamos a los intelectuales de esta ciudad a pensarla o repensarla, a discutir su historia y su identidad. Tenemos que hacer todo eso, sin olvidarnos de que lo más urgente son las necesidades vitales mínimas.
Cultura, historia e identidad
“La Plata necesita volver a contar su historia, porque las historias siempre se vuelven a contar y siempre se elige qué recordar y que no. La memoria no es algo que acontece, una ciudad puede decidir qué anida en su memoria y que no. Y esta ciudad pareciera que no tiene hoy ni siquiera una política de memoria”, dice Saintout.
-¿Cuándo habla de historia también habla de identidad?
-Hay algo de eso. Lo que pasa es que cuando uno dice recuperar la identidad, bueno, de qué identidad se habla. Esa es una discusión que esta ciudad debe volver a darse. Esta ciudad es una ciudad administrativa, es una ciudad universitaria, es una ciudad productiva, es una ciudad de derechos humanos… es todas esas ciudades. Forma parte de la identidad de esta ciudad ser una ciudad pluricultural. Porque hay una historia de la ciudad fundacional esa ciudad imaginada, esa ciudad que se hizo en un papel, todo eso… pero esa ciudad estalló en mil pedazos, está destruida hasta en las políticas mismas de su patrimonio.
-¿Y entonces?
-Esta es una ciudad, un partido que padece haber quedado en pedacitos, incluso más chicos que los barrios mismos, que necesita integrarse, a darse la posibilidad de que sus habitantes sientan que viven juntos en ella, sin dejar de lado sus particularidades. Pienso que esta ciudad tiene todo para ser una ciudad productiva, una ciudad donde se construya trabajo, que tiene el cordón frutihortícola que es uno de los más importantes del país, tiene la universidad, un centro de construcción de conocimiento que está incomunicado con respecto al cordón. Hay que reconstruir esa ciudad productiva, pero hay que construir también una ciudad solidaria, y eso también tiene que estar en la refundación de la identidad de la ciudad.
-Hablando de identidad y de historia, se suele decir que La Plata “es una ciudad gorila”. ¿Usted qué cree?
-Es cierto que muchos platenses lo piensan y lo dicen, pero no es así. Esta ha sido una de las ciudades con más historia de lucha, que ha formado parte del kilómetro cero del peronismo, que después vinieron los compañeros y compañeras de los 70, las Madres, las Abuelas… Eso también forma parte también de la historia de La Plata y de su identidad.
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