En su momento, el caso de las dos chicas asesinadas por sicarios a sueldo de funcionarios provinciales alcanzó repercusión nacional y produjo la caída del gobernador Suárez. La periodista y realizadora Cecilia Miljiker investigó, habló con los protagonistas y reconstruyó una trama con reminiscencias actuales en una provincia que no ha cambiado tanto como se dice.
Lo que en principio fue presentado como un episodio marginal de la crónica en poco tiempo ocupó el centro de la escena política y se convirtió en un hito de la historia criminal. El doble crimen de La Dársena, como se conoce al asesinato de Leyla Bshier, de 22 años, y Patricia Villalba, de 26, provocó la caída del régimen de Carlos “Tata” Juárez, que controló durante cincuenta años el poder y los menores detalles de la vida cotidiana en Santiago del Estero. El Informe Santiago, de la realizadora y periodista Cecilia Miljiker, reabre el caso a través del webdoc, un nuevo formato para la narrativa de no ficción.
Bshier desapareció el 16 de enero de 2003, y Villalba el 5 de febrero de ese año. Los cadáveres fueron hallados el 6 de febrero de 2003 en La Dársena, a 12 kilómetros de la ciudad de Santiago del Estero. Los familiares organizaron marchas de silencio en que denunciaban la responsabilidad de “hijos del poder”, como había ocurrido en Catamarca con el caso de María Soledad Morales. Por entonces el gobierno provincial estaba a cargo de Nina Aragonés, la esposa de Juárez, y su responsable de inteligencia era Antonio Musa Azar, involucrado en crímenes de lesa humanidad.
La causa se empezó a mover después que Alejandra Dandan publicara en Página 12 una nota con el padre de Leyla Bshier y tuvo un giro con la confesión de los policías Héctor Albarracín, Jorge Gómez y Francisco Daniel Mattar, decisiva para implicar a Musa Azar y al carnicero Patricio Lludgar. Según reconstruye El Informe Santiago, la investigación planteó tres hipótesis sin llegar a una conclusión definitiva, aunque las tres coincidieron en señalar la responsabilidad de Lludgar -como autor del crimen de Bshier- y de Musa Azar -como encargado de hacer desaparecer los cuerpos y de haber ordenado el asesinato de Villalba.
El 1° de abril de 2004 el gobierno nacional intervino la provincia y puso fin al reinado de los Juárez. El juicio oral, en octubre de 2007, concluyó con las condenas a prisión perpetua de los sicarios y de Musa Azar, en este caso como instigador de doble homicidio calificado y organizador de una asociación ilícita, mientras que Lludgar recibió una pena de 22 años de prisión.
El Informe Santiago ofrece múltiples accesos a un exhaustivo material documental que incluye videos, fotos, textos, infografías y mapas. Es la “historia de un crimen que terminó con un feudo”, según el subtítulo, pero Cecilia Miljiker, la realizadora, no está tan segura: el asesinato de Silvia Verónica Maldonado, una chica de 18 años asesinada por la policía en la capital santiagueña el 18 de junio, vuelve a extender la sombra de la criminalidad policial.
-Los Zamora van por su tercer mandato, hay mayor libertad que con los Juárez, pero cuesta salir de ese modelo -dice Miljiker-. Hubo una mejora, hay un clima de menos miedo y si algo había notado cuando fui es que ya no había una policía que perseguía, que espiaba y que era mano derecha del gobierno. Pero hace poco se produjo un caso de gatillo fácil, en el que murió Silvia Maldonado. Cuando leí la noticia me dije bueno, ¿cambiaron las cosas o no?
-Parece que, en un sentido, poco cambió en la provincia.
-Bueno, vino la intervención y después Zamora, que es un poco mejor que Juárez. Sacaron a Musa Azar y la policía no tiene una relación tan estrecha con el gobierno, de hecho, a Zamora se le sublevó la policía. El caso de gatillo fácil me hizo mal, porque pensé que eso había mejorado. Lo que es bueno es que la policía no tiene tanto contacto con el gobierno, que no es tan mano derecha y no sé si hay tanto espionaje como hubo con Juárez. Por instagram y facebook me llegan mensajes de gente de Santiago diciendo que todo sigue igual.
-¿Cómo llegaste al crimen de La Dársena?
-En su momento me llamó la atención, cuando empezó a salir en los medios nacionales. Hace dos o tres años leí que Musa Azar podía salir libre, que el carnicero que quedó preso estaba por obtener la libertad condicional, y entonces empecé a investigar, supe que las familias de las víctimas habían quedado disconformes con el fallo y me dio ganas de saber qué había quedado en Santiago del Estero de la historia. Al final Musa Azar quedó preso. Primero hice una investigación desde Buenos Aires, después viajé a Santiago del Estero con una asistente, una fotógrafa, y allá trabajamos con un periodista, estuvimos entrevistando, recolectando documentos y material de archivo. Cuando volvimos, seguimos haciendo entrevistas con gente que habia trabajado en la intervención federal. La cantidad de material que teníamos era terrible. De hecho, no puse todo en la web, y así y todo hay mucha información. Lo bueno del webdoc era la posibilidad de subir los documentos, que el relato no se quedara con el punto de vista de los que lo hacemos.
-¿Por qué elegiste presentar el material como webdoc?
-Dentro del documental se engloban un montón de estilos. Lo digital le da una posibilidad de ser más creativo. Hace unos años hice un posgrado en periodismo digital y empecé a ver el tema de los webdoc. Ya me gustaba. Cuando empecé a investigar este caso y a obtener tanto material, y material que no quería dejar afuera y me parecía valioso, incluso que no es reproducible por su extensión, ya tenía ganas de probar el formato. El material de archivo de cuando se hacían las pericias en el zoológico de Musa Azar y las imágenes del cuerpo de Patricia Villalba en la morgue fue lo más shockeante.
-¿Cómo fue la entrevista con la mujer y el hijo de Musa Azar que presentás en el documental?
-La pasé bastante mal. No porque me maltrataran, sino justamente por la honestidad. Ellos asumen cosas y me pareció raro. ¿Musa Azar fue el que hizo el golpe de Estado?, me preguntaban. Y tienen razón, a veces culpamos a una persona y hay muchas más involucradas, pero es duro encontrarte con eso. En Santiago del Estero no hubo bebés de pecho, me decían. Por un lado, asumían cosas y me parecía valioso y por otro me preguntaba si estaba bueno que todo fuera tan obvio. Me shockeó escuchar cosas terribles dichas con tanta naturalidad. A la vez, si bien la mujer y el hijo de Musa Azar negaban los crímenes de la Dársena y un montón de otras cosas -ellos piensan que Musa Azar no tiene que ver con el doble crimen-, me asombró la otra parte, lo que decían sobre los crímenes de lesa humanidad. Pero en un sentido es verdad, porque sino no hubiera podido existir la dictadura ni pudo haber desaparecidos. Musa Azar recién fue preso por causas de lesa humanidad en 2004, hasta entonces estuvo en la policía de la provincia.
-Fue determinante la repercusión nacional para que se moviera algo en la provincia con la investigación de los crímenes.
-Lamentablemente sí. La prensa local los consideraba como crímenes pasionales y no iba tanta gente a las marchas que organizaban los familiares. Sin la cobertura nacional no se hubiera logrado nada.
–Hubo tres hipótesis pero ninguna conclusión sobre los crímenes. ¿Cómo afecta esa situación al relato de los hechos?
-Lo que quedó en el juicio es que el carnicero mató a Leyla, pero como nunca se declaró culpable no se pudo saber ni cómo ni dónde ni cuándo porque además el cuerpo de ella, para ocultar la evidencia, fue sumergido en ácido y los restos entregados a los animales del zoológico privado de Musa Azar, por lo que no se pudo hacer ninguna autopsia. La Justicia estableció que el carnicero le pagó a Musa Azar, que contrató a tres sicarios para que se deshicieran del cuerpo de Leyla y mataran a Patricia porque supuestamente sabía lo que había pasado. La familia de Leyla se quedó disconforme porque no creen que haya sido así la historia. Siempre quedan dudas con la Justicia, en la Argentina. A su vez, la madre de Patricia dice que no sabe cómo pudo ocurrir el crimen pero que está segura de que Patricia no sabía nada, contra lo que estableció la sentencia.
–Los familiares hablaban de los “hijos del poder”, una figura instalada a partir del crimen de María Soledad Morales. ¿Es algo del imaginario popular ante la falta de justicia?
-Los hijos del poder siempre se mueven con impunidad, en cualquier lugar. En las provincias o en las ciudades más chicas están más a la vista, que, por ejemplo, en Buenos Aires, generan más indignación. Pero no es tan metafórico.
-La resolución del caso tuvo un giro con la confesión de los sicarios
-Claro. Los sicarios estaban por ser apresados, ya los habían declarado culpables, por el asesinato de un ganadero en Santiago del Estero y en un momento se quiebran, después dicen que les sacan la confesión apurándolos. Pero en esas confesiones aportaron datos que se comprobaron, como que los restos de Leyla estaban en el zoológico de Musa Azar, donde fue desmembrada.
-¿Qué revela el crimen de La Dársena sobre la política santiagueña?
-A mí me hace pensar que la democracia no está tan sólida. La policía se manejaba como en la dictadura. Las reelecciones continuas de los gobernadores tampoco generan buenas consecuencias, ni que se siga abusando de la pobreza de la gente. No solo por el clientelismo político, hay mucha gente que todavía quiere a Juárez, que conserva un buen recuerdo. Nina Juárez fue la primera en aplicar el cupo femenino en el país. El Santiagueñazo, en 1993, fue rarísimo, la gente se rebeló, quemó la casa de Juárez y de otros funcionarios, pero después los votaron. Cuando se murió Juárez hubo un día de duelo, lo reivindicaron como buen gobernador. A la larga, aunque haya buenas intenciones, las cosas terminan mal con un sistema político de reelecciones indefinidas, se empiezan a generar círculos de impunidad. Una de las entrevistadas en el documental dice que la democracia recién llegó a la provincia con la intervención que sacó a los Juárez.
-¿Cuáles fueron claves de la permanencia de Juárez?
-No creo que hubiera otro mejor, porque la gente no es tonta cuando vota. Había mucha pobreza y mucha dependencia del Estado para conseguir trabajo vivienda o un plan social. La estructura es la misma con Zamora. Hay algo enquistado en la provincia, un modelo que permanece.
-¿La gente en Santiago del Estero estaba dispuesta a hablar de esta historia?
-Las personas que yo vi, sí. Hubo gente que no me quiso dar entrevistas, pero los que me recibieron tenían muchas ganas de hablar. Me sentí bastante segura hasta el último día, cuando pasaron cosas raras. Cuando llegaba al hotel, ya sabían lo que yo iba a hacer. Yo pensé que la compañera que fue conmigo lo había comentado, pero no fue así. Tiene que ver con que es una ciudad chica, y en una ciudad chica todo se sabe.
EL INFORME SANTIAGO (Argentina, 2019) Realización Cecilia Miljiker / Producción Cecilia Miljiker, con el apoyo del INCAA (premio desarrollo de proyecto para documentales digitales) / Asistente de realización María Guadalupe Morales Sosa / Producción periodística en Santiago del Estero Leonel Rodriguez Romagnoli / Asistente de producción en Buenos Aires Ludmila López / Fotografías Soledad Dhabar / Entrevista a Olga Villlaba y material de archivo Silvia Nassif (Cronopios Producciones, Santiago del Estero) / Diseño de “El Mapa del Crimen” Tomás Barrandeguy sobre plataforma Flourish / Programación y diseño web Julieta Raggio y Belén Ferrero para Alegra Studio / Entrevistados Olga Villalba, Younes Bshier, Luis Santucho, Mariana Contreras, Sergio Lamberti, Pablo Fontdevila, Leonel Rodriguez Romagnoli, Julio Rodriguez, Hugo Frola, Marta Cejas, Moisés Azar, Susana Habras, Luis Garay, Gladys Sosa (Madres del Barrio Pacará).
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