Otro conflicto dramático escondido por la prensa dominante: el vaciamiento de las políticas de Ciencia y Técnica, despidos, achicamiento, desfinanciación. Las luchas para que eso no ocurra.

De seguir las cosas tal como están, el día lunes 26 de febrero se cumplirá un mes de ocupación del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) en reclamo por la reincorporación de sus 258 trabajadores despedidos. Será un mes completo de permanencia pacífica de los trabajadores del INTI en el Parque Tecnológico Miguelete para visibilizar lo que representa uno de los casos más radicales de persecución política e ideológica por parte del gobierno a los delegados sindicales y trabajadores que no están dispuestos a doblegarse ante las políticas antipopulares de Cambiemos y sus aliados.

Estado policial contra la Ciencia y la Tecnología.

En las dependencias provinciales del INTI, las asambleas, paros, movilizaciones y cortes de ruta en conjunto con otros trabajadores organizados han sido también moneda corriente. El apoyo de legisladores, organizaciones sindicales, de derechos humanos y otras personalidades muestran la visibilidad y la legitimidad que tiene el reclamo el día de hoy.

Esto ocurre, y es menester exponerlo, pese al amedrentamiento e intimidación constante por parte de la gerencia y de ciertas mafias sindicales que incluye desde el armado de listas negras de quienes hacen paro, pasando por el robo de pertenencias en el domicilio de los delegados de ATE-INTI así como el despliegue de un exorbitante y permanente aparato represivo.

Mientras se escriben estas líneas –martes 20 de febrero- los trabajadores del CONICET han vuelto a ocupar pacíficamente el edificio central del organismo en el Polo Científico Tecnológico, en el marco de la primera reunión de su directorio.

En CONICET, 411 jóvenes científicos –la mayoría de los cuales venían desempeñándose como becarios– fueron despedidos tras haber sido evaluados positivamente para ingresar a la carrera de investigador. Al mismo tiempo, otros 411 postulantes aún esperan ser evaluados, debido a que el organismo no se ajustó en tiempo y forma a la ley nacional que elimina las restricciones de edad, ley que se promulgó como producto de la lucha infatigable de los jóvenes científicos precarizados a lo largo de diez años. Esta organización junto a ATE-CONICET y la Red Federal de Afectados –como parte de un conjunto más amplio de trabajadores del CONICET– han decidido ocupar el organismo reclamando contra el ajuste, por la incorporación de los postulantes que aprobaron las evaluaciones para ingresar a la carrera de investigador, por la evaluación inmediata y en igualdad de condiciones de los postulantes a la carrera de investigador que están “pendientes de evaluación” y por un aumento salarial urgente.

Contra el vaciamiento

El contexto general en que se desarrollan estas experiencias de resistencia es el del vaciamiento del sistema de Ciencia y Tecnica (CyT) como parte del desguace del sector público en general para beneficio del sector privado; la tercerización de los servicios; la reducción de la planta y el gasto público. Para los trabajadorws, despidos y precarización; represión y mano dura. Como corolario, familias en la calle y destrucción de gran cantidad de líneas de investigación y desarrollos tecnológicos.

El apoyo de Nora Cortiñas, siempre en primera fila.

En definitiva, un enorme abanico de “atractividades” para transferir los escasos recursos de quienes viven de su trabajo al bolsillo de los empresarios, ricos y poderosos.

Las jornadas de lucha suelen ser pedagógicas y dejan enseñanzas. Las medidas que con mayor eficacia han logrado herir la política de despidos y recortes del macrismo son aquellas que han dejado de lado mezquindades y faccionalismos para impulsar medidas unitarias antes que mirar el color de cada bandera o de cada pechera, priorizaron una mirada clasista: de un lado los trabajadores, los asalariados y del otro los ajustadores y las burocracias sindicales, los traidores al decir de Raymundo Gleyzer. No ha habido una sola lucha que haya alcanzado presencia y masividad que no supusiera medidas de acción directa como ocupaciones, cortes y movilizaciones. No existen ejemplos de conflictos importantes en este tiempo en los que las asambleas, la democracia de base, el debate entre laburantes no fuera una característica saliente. Así fue el caso de los mineros de Río Turbio, de los trabajadores del Hospital Posadas, del Diario Hoy, del Canal de la Ciudad y otros tantos.

De las trabajadoras al Gringo Tosco

En varios de estos conflictos han tenido particular presencia y dinámica las trabajadoras, que resultan doblemente afectadas por el ajuste al tener en cuenta la opresión de un sistema patriarcal que las penaliza por el simple hecho de ser mujeres. Resulta un gran avance para el sector la gran asamblea de mujeres que se desarrolló hace unos días y que dejó un importante saldo organizativo de cara al 8M.

Si algo hizo bien el actual gobierno es dividir, atomizar trabajadores, sectores, conflictos. Así es que cuando se unificó la resistencia contra la reforma previsional y tributaria, el país se prendió fuego literalmente.

El miércoles está prevista una gran movilización de diferentes sectores y organizaciones. Un elemento destacado será la presencia de un gran bloque unificado de trabajadores de CyT, producto del crecimiento en la unidad y la conciencia del sector.

Quizás estemos a tiempo aún de darnos cuenta de que los trabajadores no sobran. Acaso se nos ocurra que lo que sí sobran son los CEO y las timbas financieras. Ese día, quien dice, estaremos un poquito más cerca de que la tortilla se vuelva.

Al respecto, decía lo siguiente el Gringo Tosco, que un poco entendía del tema:

“Nuestra experiencia nos ha enseñado que, sobre todas las cosas, debemos ser pacientes, perseverantes y decididos. A veces pasan meses sin que nada aparentemente suceda. Pero si se trabaja con ejercicio de estas tres cualidades, la tarea siempre ha de fructificar; en una semana, en un mes o en un año. Nada debe desalentarnos. Nada debe dividirnos. Nada debe”.