Se realizaron más de 80 movilizaciones en todo el país en reclamo de la ley de despenalización del aborto. Frente al Congreso, los manifestantes celebraron el anunció de que el proyecto será tratado el 8 de agosto en Senadores.

Unas cuatro mil personas se juntaron anoche frente al Congreso de la Nación para reclamar la media sanción de los senadores que falta para completar la aprobación del Aborto seguro, legal y gratuito. La sorpresa fue que poco antes de las 20 llegó al escenario de la Radio Abierta la noticia de que los jefes de los distintos bloques de la Cámara Alta llegaron a un principio de acuerdo para que la iniciativa aprobada por Diputados llegue al recinto el 8 de agosto.

“¡El ocho hacemos la vigilia!”, anunció la conductora del evento, ante los gritos entusiastas de los concurrentes, mayoritariamente mujeres.  El acto, convocado por los colectivos feministas que vienen movilizando con potencia creciente, fue uno entre otros ochenta que se realizaron en todo el país, convocados bajo el esquema de un Pañuelazo Federal.

El escenario, de frente a las escalinatas del Palacio, dio espacio a más de una docena de oradoras. Romina del Pla, dirigente de SUTEBA y referente del Partido Obrero dijo que las maniobras de Michetti (en referencia al pase a cuatro comisiones del Senado para dilatar y trabar el debate) “no van a prosperar, porque es tratar de tapar el sol con las manos, porque en la calle fuimos un millón de personas para que aparezcan los votos de los diputados, y si quieren dos millones, vamos a tener dos millones de pañuelos verdes movilizados”.

Las banderas daban cuenta de una gran pluralidad de organizaciones, desde la izquierda más contestataria hasta el kirchnerismo y el Partido Socialista. Siempre, claro, en sus “ramas femeninas”: Plenario de trabajadoras (vinculado al Partido Obrero), Juntas y a la izquierda (del MST), Mala Junta (de Patria Grande), Isadora (Izquierda Socialista) y Pan y Rosas (del PTS). Cuando tomó la palabra una dirigente de este último movimiento, planteó que  “Ayer, (por el lunes) en Puente Pueyrredón hicimos retroceder a la Gendarmería con este pañuelo, con el pañuelo verde”, en referencia al intento de las fuerzas de seguridad de impedir el acto recordatorio de la muerte de Kosteki y Santillán. En otro momento de su discursó, pateó el tablero de la negociación legislativa: “este es el puntapié para que el Senado nos dé la media sanción que falta, no mendigando el poroteo de votos que vayan cambiando por oportunismo y esa sororidad transversal de que se estuvo hablando en estos días, sino con la movilización de mujeres y hombres en las calles”.

En los alrededores del acto, los vendedores de pañuelos verdes los ofrecían a 100 pesos cada uno, mientras que en las veredas se extendían los paños con remeras con consignas como “Lo personal es político” y “Típico de Machirulo, tratar de loca a una mujer”.

El acto tuvo lugar poco después de que la Selección Argentina de Fútbol lograra el pase a octavos de final con apenas lo justo. Tal dato no tuvo ni una sola mención en el acto, salvo por los colores de la bandera argentina pintados en las caras de algunos asistentes. Lo que si tuvo varias menciones fue la lucha que están dando los periodistas de la agencia oficial Telam, con la toma pacifica del edifico contra los despidos decididos por el Ministro de Cultura, Hernán Lombardi.

Mas tarde habló Daiana, del Partido Piquetero, quien dijo sentirse orgullosa “de la victoria que logramos en Diputados y que logramos también en Irlanda donde pudimos arrancar la enmienda  constitucional que prohibía el aborto” y dijo que “la movilización tomó las escuelas y peleó contra Feinmann y contra Lanata”.

El dato de color lo dio el recientemente creado Movimiento Feminista Tanguero que se presentó bajo la consigna “atenti muchachos, el tango no es más macho”. Y en el mismo sentido colorido, se inauguró la sección “buscando un dueño para une perrite”, con lenguaje inclusivo, porque según la conductora “todavía no sabemos si se autopercibe hembra o macho o qué”.

Luego fue el turno de una metrodelegada presentada como Carina, quien dijo “los trabajadores del subte acompañamos este momento histórico que es resultado de una construcción colectiva que venimos realizando desde hace años”. A cada rato, los cánticos recordaban esa  laboriosa creatividad con que el movimiento feminista viene elaborando sus consignas desde hace años con prisa y sin pausa. Con la música del carnavalito “El Quebradeño”, se cantaba: “Si el Papa fuera mujer/ el aborto sería ley/ basta de patriarcado/ y que nos digan lo que hay que hacer/ aborto libre y gratuito/ y que lo decida la mujer.”

Poco antes de las 20, y ya en la finalización del acto, se efectuó el famoso pañuelazo, que consiste en la elevación de todos los pañuelos verdes con el acompañamiento de un alboroto alegre como para señalar que esta lucha por las muertas de todos los días en abortos clandestinos no se va a hacer llorando.

Y ya en el cierre, con la música de la canción “Tengo un tractor amarillo”, cantaron: “A la Iglesia Católica Apostólica y Romana/ que se quiere meter en nuestras camas/ le decimos que se nos da la gana/ de ser putas, travestis y lesbianas”. En rigor, a la métrica le sobra la palabra “apostólica”, pero como dice la canción de Liliana Herrero, cuando el viento lleva razón, vaya, ¿quién quiere pararlo?