El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación creó la Unidad Coronavirus Covid-19. El objetivo: financiar proyectos en marcha para reorientarlos al desarrollo de tests de diagnóstico rápido como alternativa al método Real Time PCR. Capacitación, Big Data y laboratorios en todas las provincias, otras de las claves.

La Argentina continúa en fase de contención ya que la mayoría de los casos registrados son importados y solo algunos productos de contagios locales por contacto estrecho. Sin embargo, no hay evidencia de transmisión comunitaria. La pandemia, que impulsó al gobierno a tomar medidas de distanciamiento social y cierre de fronteras para evitar el crecimiento exponencial de los casos, pone a prueba los sistemas de salud en todos sus niveles. Una de las claves es evitar su saturación.

En este contexto, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación (MINCYT) anunció la creación de la Unidad Coronavirus COVID-19, que coordinará las capacidades del sistema científico-tecnológico para ponerlas a disposición del sistema de salud. Uno de sus objetivos será financiar proyectos avanzados que puedan aportar al diagnóstico e investigación sobre coronavirus. La unidad también está integrada por el Conicet y por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Productivo y la Innovación (Agencia I+D+i).

“La conformación de la unidad cubre dos aspectos centrales. Uno es el desarrollo de tests de diagnóstico rápido, que funcionen como alternativa al método que hoy se utiliza (Real Time PCR). Esto nos va a permitir descartar casos y aliviar la demanda que hoy tiene el sistema de salud. El segundo punto es relevar todos los laboratorios que pertenezcan a institutos de investigación y universidades que estén en condiciones de realizar el diagnóstico convencional que actualmente se realiza el Instituto Malbrán para ponerlos a disposición si fuera requerido”, explicó el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza.

Roberto Salvarezza encabezó la primera reunión del equipo de trabajo. Participaron la presidenta del Conicet, Ana Franchi; el titular de la Agencia I+D+i, Fernando Peirano; y el Subsecretario de Coordinación Institucional del MINCYT, Pablo Nuñez. (Foto: MINCYT).

La inversión destinada a esta etapa inicial será de 25 millones de pesos y está compuesta por partidas provenientes del Banco Interamericano de Desarrollo. “Hemos trabajado con ellos para poder reasignar los créditos a esta necesidad”, informó Salvarezza. Para seleccionar los proyectos a financiar que podrían reorientarse al desarrollo de test de diagnóstico, los funcionarios están trabajando junto a especialistas en virología, diagnóstico molecular e informática.

Al mismo tiempo, el MINCYT está elaborando el texto para abrir una convocatoria a otros proyectos en marcha que pudieran ser reorientados a atender la pandemia. En ese caso, realizarán una evaluación y, una vez hecha la selección, si se trata de proyectos que ya son financiados por la Agencia I+D+i, extenderán su contrato y ampliarán el financiamiento. Si son proyectos externos a la agencia se les asignará una nueva partida.

Con respecto al otro eje de la unidad, Salvarezza explicó: “Actualmente, el Malbrán está capacitando a diversos laboratorios del sistema de salud para poder descentralizar el diagnóstico. Si esa primera línea de laboratorios fuera desbordada, ya relevamos al menos doce laboratorios que pertenecen a centros de investigación del sistema científico que podrían incorporarse a la realización de las pruebas de diagnóstico convencionales”. Estos laboratorios forman parte de institutos del Conicet, universidades y otros organismos de investigación situados en diversas partes del país, como la Ciudad de Buenos Aires, La Plata, Mendoza, Córdoba, Jujuy y Chubut.

El Conicet hará uso del instrumento llamado “Investigadores a la empresa” para destinar recursos humanos a las firmas que están desarrollando los tests, o a cualquier otra tarea que fuese necesaria. Además, dentro de la unidad se está organizando un grupo de trabajo que se encargará de analizar toda la información internacional que se va generando en materia de investigación sobre la evolución de la pandemia para estar al tanto de los desarrollos y estrategias aplicadas por otros países del mundo y, en particular, en la región.

Si bien una de las cuestiones positivas a la hora de enfrentar una pandemia es que las áreas de Salud y Ciencia han recuperado su rango ministerial, lo cierto es que esa reconstrucción recién empezaba a realizarse y las consecuencias del ajuste que se implementó en los últimos años todavía son bastante visibles.

“El sistema científico argentino está dañado y estábamos empezando a repararlo. Los salarios continúan muy bajos, a pesar de los esfuerzos que se han hecho desde un principio por parte del Ministerio y del Gobierno nacional para aumentar las becas, los ingresos al Conicet y los subsidios. Sabemos que es necesario tener mejores remuneraciones, pero confío en que todos, en la medida de lo posible, querrán aportar sus conocimientos y desarrollos a la sociedad argentina en un momento de crisis”, finalizó Salvarezza.

La red de detección

En tanto, ya comenzó el proceso de descentralización de las funciones del Laboratorio de Virología del ANLIS-Malbrán, hasta ahora el único habilitado para realizar las pruebas de detección del coronavirus en la Argentina. El objetivo es que pronto haya al menos una institución habilitada en cada provincia para llevar adelante esta tarea.

“Desde que se conoció el primer afectado en el país, hace poco más de un mes, ya se han procesado más de 900 muestras y actualmente no queda ninguna sin procesar”, explica Fabián Martín, virólogo y farmacéutico del Departamento de Virología del Malbrán. Sin embargo, los casos confirmados se cuadruplicaron en una semana. Por eso, a partir de la velocidad de propagación del virus y la experiencia que están atravesando otros países, el Gobierno decidió descentralizar las funciones del Malbrán.

Hoy, comenzarán las capacitaciones a profesionales de 24 instituciones de la Red Nacional de Laboratorios de Influenza y Virus Respiratorios para que lo antes posible se puedan realizar las pruebas de detección correspondientes en todas las provincias del país.

El objetivo es que, posteriormente, se sumen nuevos laboratorios de esa red, hasta tener un total de 35 habilitados en todo el país. “En alrededor de dos semanas la descentralización debería estar puesta a punto”, estimó Martín y explicó que las capacitaciones se realizarán por teleconferencia, durante uno o dos días. “Esto es posible ya que el Malbrán, que es centro nacional de referencia de todas las virosis respiratorias acreditado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), trabaja en red con estos laboratorios provinciales, que ya cuentan con personal especializado que está trabajando en detección de otras enfermedades virales”, aclaró.

El proceso para detectar si una persona con síntomas sospechosos es portadora de coronavirus comienza en el centro médico público o privado en el que se atienda, adonde se hace un primer testeo para descartar alguna otra virosis respiratoria, como gripe A o B. Cuando esas pruebas dan negativas, o si se presentan síntomas son muy característicos o se cumple alguna de las condiciones que indica el protocolo, las muestras se mandan a analizar al Malbrán.

“La capacidad de procesamiento actual en el Malbrán es de 180 muestras diarias”, explicó Fabián Martín, virólogo y farmacéutico del Departamento de Virología del Instituto Malbrán.

Para analizar las muestras -que son hisopados nasal y faríngeos-, se utiliza una técnica denominada PCR-Real Time, similar a la que se emplea en la detección de otros tipos de virosis respiratorias. Para ello, se requiere un kit particular que incluye reactivos y lo que se denomina “primer”, que amplifica regiones del ADN y permite corroborar si efectivamente se trata del Covid-19 o no.

“Inicialmente, las organizaciones panamericanas y mundial de la salud nos entregó esos kits, junto con lo que se denominan controles positivos, que son necesarios para analizar los resultados, y nos capacitó para que pudiéramos hacer los análisis en el país”, recordó Martín y aclaró que luego el Estado compró nuevos kits para abastecer a la demanda de análisis.

Ahora, para concretar la descentralización, el gobierno también prevé, no solo la compra de más kits sino también la adquisición de nuevos equipos termocicladores que se distribuirán en los distintos laboratorios del interior del país que se sumen a esta tarea.

“A nosotros nos compraron dos termocicladores, uno al inicio de este proceso y otro que esperamos que llegue en los próximos días”, detalló Martín, y aclaró que en cada uno de esos equipos se pueden analizar hasta 30 muestras en simultáneo de todo tipo de enfermedades virales. La capacidad de procesamiento actual en el Malbrán es de 180 muestras diarias.

 

La incorporación de estos equipos aumentará la cantidad de muestras diarias que se podrán hacer pero no la velocidad para conocer los resultados, que seguirá siendo de alrededor de 24 horas desde que las muestras llegan al instituto. En paralelo, la descentralización de los tests agilizará las tareas que hoy son realizadas por un equipo integrado por once profesionales, que durante las últimas semanas ha estado trabajando en horario corrido, incluyendo sábados y domingos.

“Tuvimos que cambiar la rutina de trabajo. Como hacemos tareas de riesgo, la jornada laboral es de lunes a viernes de seis horas, pero en este momento la gente está trabajando doce horas todos los días, de siete a veintuna, los siete días a la semana”, precisó Martín, que además es secretario general adjunto de ATE Malbrán. Con ellos colaboran colegas de otros servicios de virología del ANLIS, que pueden ayudar en algunos pasos del proceso. Por otro lado, advirtió que tampoco es posible incorporar gente nueva en esta instancia, porque se trata de tareas “demasiado especificas”.

El equipo que trabaja en los test de virosis respiratorias del Malbrán está compuesto por un administrativo, dos técnicos y ocho profesionales, la mayoría mujeres. Entre ellos, solo cuatro son personal de planta, mientras que los otros siete trabajan en condiciones precarizadas, con contratos que deben renovarse cada año.

Además, según advierte el dirigente gremial, en la institución también hay más de cien monotributistas que trabajan en otros laboratorios, muchos de ellos con salarios muy bajos. “Un técnico que recién entra gana alrededor de 23 mil pesos en mano”, ejemplificó Martín y recordó que, durante los últimos años, los trabajadores del ANLIS-Malbrán han sufrido un recorte salarial del 65 por ciento, una reducción presupuestaria del 50 por ciento, una baja en el personal del 10 por ciento y un abandono en la compra de equipos y obras de mantenimiento durante los últimos dos años.

“Los cuatro años de macrismo dejaron tierra arrasada en la parte científica y de salud. Somos el único organismo de salud que hace ciencia básica y aplicada, pero por los bajos salarios, hay gente muy formada que termina yéndose del instituto a hacer guardias en hospitales o a contar glóbulos rojos”, se lamentó Martín.

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