Durante el siglo pasado, diferentes camadas de jóvenes formados en la contracultura, la protesta social y la revuelta política encontraron en esa modalidad llamada underground, su principal modo de expresión. Hoy, la utilización masiva de internet, no hizo desaparecer todas las expresiones nombradas, sino que funcionando como una gran aspiradora, ubicó todo en un nuevo soporte.
Sin la más mínima intención de realizar una apología generacional, es inobjetable que entre mediados de los 60 y pasada media década del 70, se produjo en el mundo un cuestionamiento global a la sociedad existente, como tal vez no se hizo en ningún otro tiempo. Lo más interesante es que ello fue llevado adelante por los jóvenes de entonces casi sin mediaciones. No era algo que se heredaba sino la irrupción de lo nuevo. En muy pocos casos se podría decir que los padres de aquellos jóvenes estaban de acuerdo con las actividades de sus hijos. Era un tiempo de ruptura en la que las relaciones familiares se tensaban en su aspecto generacional.
Era el tiempo en el que el pelo largo o la barba eran vistos tanto con desprecio como peligrosidad. Gran parte de los jóvenes “sin la gomina, ni la oficina” –como rezaba aquella canción del dúo Pedro y Pablo- emprendían un nuevo rumbo. Esta pequeña introducción sobre un tiempo aún poco estudiado, fundamentalmente en su aspecto cultural e ideológico, sirve para adentrarse en lo que por entonces se llamaba underground o subterráneo, y que prosiguió de diferentes modos hasta la actualidad. Imposible llevar adelante una apología generacional, cuando también hubo jóvenes que sí usaban “gomina” -metafóricamente hablando-, como muchos otros que comprometidos en su tiempo, luego renegaron de todo y también aquellos que al igual que el personaje de Guillermo Francella se quedaron en ese tiempo, vestidos de blanco y negro, sin incorporar todo lo nuevo que fue emergiendo.
Las diferentes camadas de jóvenes formados en la contracultura, la protesta social y la revuelta política encontraron en esa modalidad llamada underground, su principal modo de expresión. Una cultura que intentaba escindirse de la masividad generada por la televisión y los otros medios de ese tiempo. Si bien en su gran mayoría las diferentes vetas artísticas y estéticas no pretendían salir de ese plano, ya que a sus creaciones las consideraban a un nivel que no debiera contaminarse con lo masivo; se puede decir que eso podía ser lo reverso en lo concerniente a las vanguardias políticas que sí pretendían y también necesitaban alcanzar la atracción de las masas.
Una manifestación musical como fue Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota que naciera en ámbitos casi reducidos y que lograra una masividad considerable, sin perder su espíritu contracultural, es un fenómeno bastante interesante que como experiencia incluso podría servir a las expresiones políticas de izquierda, para exceder el rango de elite. Considerando las obvias diferencias.
Si bien la irrupción de lo subterráneo se pudo percibir durante los sesenta, resulta un antecedente considerable el surgimiento de la Generación Beat tras la posguerra, en los años 50. De todos modos las condiciones materiales para que exista lo under ya comenzaron a darse con el surgimiento de las grandes ciudades y principalmente con la irrupción de la sociedad de masas, propia a la existencia de medios de información y reproducción ampliada del quehacer cotidiano. Lo under vendría a ser ese recoveco en donde se puede reproducir todo ese inconformismo y desencanto que genera la sociedad de masas.
Con la irrupción generalizada en los 80 tanto del Pop como de la cultura mainstream, convencional, no son pocos los que intentaron mostrar que el underground había sido completamente sepultado bajo tierra y que ya ni siquiera tendría la posibilidad de retornar como aquel Viejo Topo del que hablara Karl Marx en El 18 Brumario de Luis Bonaparte.
Lo cierto sí es que entre el tiempo señalado (Los 60-70) a la actualidad es posible rastrear diversas modalidades de expresión y comunicación que se fueron dando hasta la irrupción del uso masivo de internet, y que hoy también tienen cabida en esa imponente red de conexión. Describir o señalar todo eso tal vez sea una labor bastante ardua, y por tal motivo nos referiremos sólo a algunos casos significativos. Un término que comenzó a utilizarse durante los 80 para nombrar o asociar al espacio del que se viene hablando, fue también el de lo alternativo.
Desde inicios de los 80 se produjo la propagación de las radios de Frecuencia Modulada, las FM, que con bajo costo y llegando a un radio geográfico reducido de oyentes, lograban introducir temas propios a esa zona, o ser difusoras de música que no se escuchaba en las radios AM. Nacidas bajo la impronta de las radios piratas, poco a poco fueron sucumbiendo no sólo por dificultades económicas, sino porque las grandes emisoras de Amplitud Modulada fueron creando sus propias FM con recursos y tecnología imposibles de equiparar e incluso con una amplitud de llegada comparable a las AM.
Un fenómeno bastante interesante, surgido con el retorno de la democracia en el 1983, fue la aparición de diversas revistas y publicaciones de circulación alternativa. En estos medios impresos era posible leer a poetas desconocidos, encontrar entrevistas a artistas e intelectuales de los que ningún medio masivo podría interesarse. Ahí podía encontrarse información sobre determinadas actividades, como el Teatro Independiente, talleres literarios o grupos de estudio tanto de filosofía como de psicoanálisis lacaniano (que por entonces no se había pasado al mainstream). Estas publicaciones se vendían mano a mano, en las mesas de diferentes agrupaciones estudiantiles y principalmente en eventos como podría ser un recital, una marcha o cualquier encuentro cultural. Tanto las FM como las publicaciones alternativas, tuvieron gran incidencia hasta los primeros años de este siglo.
Algo sumamente de interés fue, en 2001, la irrupción de diversos centros culturales surgidos en espacios recuperados, ya sea viejas fábricas o casas abandonadas o clubes de barrio en los que ya no había casi actividad. Se dio esto bajo una oleada popular que propiciaba la recuperación del espacio público, entre ellos construir plazas o parques o incluso huertas colectivas en lugares como ser vías por las que ya no pasaba ningún ferrocarril. Esos centros culturales cobijaban, entre otras cosas; a músicos, artesanos, actores, poetas que brindaban talleres o realizaban actividades públicas. La aparición masiva de las murgas se fue dando en este contexto.
La utilización masiva de internet, no hizo desaparecer todas las expresiones nombradas, sino que funcionando como una gran aspiradora, ubico todo en un nuevo soporte. Esta acción se produjo duplicando la realidad, haciendo que la denominada virtual, pasara paulatinamente a ser preponderante. Hoy se puede ver que el tradicional diario de papel, va quedando relegado a partir de que el mismo contenido es posible encontrarlo en la red. De todas formas el uso indiscriminado de internet provoca más allá de la supuesta hiperconexión, un estatus certero de desmovilización en cuanto a la relación efectiva entre los cuerpos.
Si bien Internet comenzó a utilizarse de forma domiciliaria promediando los 90, recién con la aparición de la Banda Ancha desde los primeros años de este siglo, fue cuando comenzó su irrupción masiva. El uso particular implicaba que el usuario conectara su computadora a la línea de teléfono con una velocidad de conexión muy baja. La Banda Ancha por su parte es una conexión propia de mucha mayor celeridad. Desde su aparición produjo el surgimiento casi masivo de los cibercafés que se extendió hasta aproximadamente el 2007- 2008, cuando la mayoría de la población pudo acceder a su conexión casera.
Con internet se comenzó a dar el hecho de que muchas de las viejas expresiones subterráneas volvieran a cobrar vida de otra forma. Desde ese tiempo hasta la actualidad, transcurridas poco menos de dos décadas hay cosas que fueron cambiando sustancialmente. La proliferación de los llamados algoritmos y el condicionamiento que fueron generando los buscadores hizo que hoy la vida en la red ya no sea igual, y que la variedad de expresiones contraculturales ya no tengan las mismas licencias, con las que se contaba en ese tiempo.
En una próxima nota, que será la continuación de ésta, nos referiremos a esas diversas expresiones de lo under que fueron cobrando vida con la utilización masiva de internet.
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