EL 1° Foro por un Programa Agrario Soberano y Popular, concluyó el año en el Aula Magna de la Facultad de Medicina, donde ante una importante presencia de militantes de las organizaciones y funcionaros, presento los 21 puntos programáticos a desarrollar y conquistar en los próximos cuatro años.

La agricultura familiar no escapó al ataque y desmantelamiento que perpetró el macrismo contra los aparatos productivos que sostienen la economía del país. Es un sector que sufre de la invisibilización por parte de los medios hegemónicos, que se encargan de identificar al campo productivo con la agricultura industrial y el agronegocio, cuando en la práctica y en la realidad es exactamente al revés, si tenemos en cuenta que el 75% de los alimentos que consume la población provienen de los cultivos de campesinos y agricultores familiares largo y ancho del país.

Esto produce un fenómeno particular y masivo, entre aquellos que aunque no posean un metro de tierra se alarman y quejan por la adecuación de las retenciones que deben pagar los grandes latifundistas, pero que ignoran la quita de beneficios o subsidios para quienes trabajan de sol a sol en sus chacras, quintas o parcelas. Entre esos derechos se encuentra el Monotributo Social Agropecuario, con el cual se tiene acceso a una obra social y a una jubilación digna y la errática función del Registro nacional de Agricultores Familiares

Sin embargo, las cosas han comenzado a cambiar con la llegada de la nueva administración de Alberto Fernández y el nombramiento de Luis Basterra al frente del Ministerio de Agricultura, quien además dispuso poner a Miguel Gómez, referente del Movimiento Nacional Campesino Indígena en la Secretaría de Agricultura Familiar. Este cambio, tampoco ha operado por sí solo y mucho se le debe a lucha y la unidad forjada por las organizaciones en cortes de rutas y verdurazos, para resistir las políticas neoliberales del macrismo en los cuatro años de genocidio a los que fue sometido el sector. Pero la unidad no solo se plasmó en la protesta, sino en la concreción del Primer Foro por un Programa Agrario Soberano y Popular, donde más de un centenar de organizaciones discutieron las problemáticas y soluciones a las mismas. Estos debates que se fueron federalizando, es decir, estuvieron presentes en todo el territorio, concluyeron este 18 de diciembre en el aula Magna de la Facultad de Medicina, donde fueron presentados los 21 puntos o conclusiones consensuadas y aprobadas por las organizaciones.

Miguel Gómez y Luis Basterra.

En estos 21 puntos hay viejos reclamos presentes, como el de reglamentar y dotar de presupuesto a la Ley de Reparación Histórica de la Agricultura Familiar y otros que atañen a la promoción de la agroecología y al control y limitación del uso de agrotóxicos, la fijación de precios, el acopio estatal de granos y oleaginosas en puertos secos por regiones y a precio justo, priorizando el consumo interno y la producción industrial. Entre estas medidas, cuya propuesta es garantizar que la Argentina alimente de modo sano y soberano a todas y todos sus habitantes, generando trabajo digno y exportando alimentos en condiciones competitivas, va en contra posición al modelo agro exportador, extractivista y expulsivo, para enumerar alguno de sus males. Por eso destaca entre ellos el punto 2, en el cual se convoca al debate e implementación de una Reforma Agraria. Una formulación nunca realizada en la Argentina y cuya necesidad es urgente para la concreción de la vuelta y/o permanencia en el campo.

Ateniéndonos a la dinámica que marca la coyuntura social y política, los aires que soplan en la agricultura familiar, promovidos desde las bases pueden garantizar la realización de las propuestas, si el trabajo del estado se lleva adelante en conjunto con la reactivación en la cual también están implícitos otros actores como las pymes y las cooperativas productivas. La convocatoria al Congreso de la Madre Tierra para el 17 de abril, día en el que se conmemora a las luchas campesinas, sería un buen lugar para ver cuánto o no se ha avanzado en las propuestas. En ese sentido la convocatoria a reunir nuevamente al Consejo de la Agricultura Familiar, una vez que las autoridades estén formalizadas, para avanzar en la reglamentación de la Ley de Reparación, fue tomada como una buena señal por parte de las organizaciones.

En el cierre del encuentro, se pudo escuchar las voces de campesinos y campesinas, referentes de las organizaciones quienes hicieron mención a los derechos a conquistar y otros que deberán ser recuperados, pero, también celebraron el nombramiento de Luis Basterra, por la cercanía en su pensamiento y por el trabajo llevado a cabo en Formosa con las agremiaciones locales, mientras fue Ministro de la Producción en esa provincia. El mismo Basterra en una alocución salutatoria al encuentro, dijo: “Las puertas del ministerio están abiertas para acercar propuestas y trabajar en ellas”. Palabras que fueron en sintonía con las expresadas por el Secretario de Agricultura Familiar, Miguel Gómez, quien se comprometió a que no haya un campesino más expulsado de su tierra y “abrir la secretaría para trabajar en conjunto con las organizaciones”. Una promesa que se puede efectivizar entre otras cosas con la creación de una Asignación Universal por Hijo Rural y que es uno de los puntos del documento del foro.

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