Si algo dejaron las PASO, fueron muchísimas dudas. No sólo en la población sino también en Unidad Ciudadana, que decidió abrir el paraguas antes de las elecciones del próximo 22 de octubre para evitar que se repitan maniobras sospechosas de fraude durante el escrutinio, tal como sucedió en las primarias del 13 de agosto.

Tras un conteo provisorio a cuentagotas, que a la hora del prime time televisivo daba como ganador indiscutible a Cambiemos para darse vuelta casi al amanecer a favor del frente electoral que encabeza la ex presidenta Cristina Fernández, Unidad Ciudadana decidió exigirle ciertas garantías al gobierno. Se trata de tres medidas preventivas “para impedir la manipulación del escrutinio”. Entre ellas, una auditoria del software que utiliza la empresa INDRA para realizar el escrutinio, la renuncia del responsable de la carga segmentada de datos en el Correo Argentino, Alejandro Tullio y el apartamiento de la Gendarmería Nacional del control de los comicios.

Los candidatos a diputados de Unidad Ciudadana Fernando Espinoza, Leopoldo Moreau y Vanesa Siley, junto al apoderado de la coalición Gerónimo Ustarroz y la abogada Graciana Peñafort fueron los encargados de presentar el listado de condiciones en el Instituto Patria. “Exigimos a Macri y a Vidal que lo que pasó en agosto no vuelva a suceder en octubre porque no queremos que la democracia argentina sea el hazmerreír del mundo”, subrayó Espinoza durante la presentación. El hombre fuerte de La Matanza opinó que lo ocurrido en agosto “fue un escándalo para el país”.

“Queremos descartar que el software tenga un algoritmo que altere los resultados, que no tenga jerarquías de carga en aquellas ciudades donde Cambiemos logra mejores resultados y queremos saber qué tan seguro y confiable es el programa”, precisó Peñafort durante la presentación el Instituto Patria. En otras palabras sospechan que pudo haber corrido un programa de carga paralelo para manipular la carga de votos. La abogada también adelantó que le solicitarán a la Universidad Tecnológica Nacional (UTN)  que se encargue de auditar el software y también, que exigirán el apartamiento de la Gendarmería del control comicial.

En ese sentido, Moreau agregó que están solicitando que personal de las Fuerzas Armadas reemplace a Gendarmería porque se registraron “denuncias de injerencias indebidas de personal de esa fuerza en los comicios”. Además, “la cúpula de la Gendarmería mal predispuso a sus efectivos respecto de algunas fuerzas políticas que participaban del comicio”, al enviarles un radiograma el 23 de agosto advirtiendo sobre “un panfleto anónimo que circulaba por las redes sociales en el que se llamaba a una semana de agitación por parte de grupos vinculados según el gobierno con la izquierda radicalizada y con el kirchnerismo”.  Según el dirigente radical, con esa advertencia “se apuntaba específicamente a una de las fuerzas participantes del proceso electoral”.

Por su parte, Ustarroz afirmó que “el domingo 13 de agosto en el Correo Argentino lo que se realizó primero fue una carga segmentada y luego cuando Cristina Fernández de Kirchner estaba por pasar al candidato de Cambiemos se cortó la carga”. En ese marco afirmó que “el 13 de agosto tuvo un responsable que fue el Dr. Alejandro Tullio por lo que vamos a solicitar a las autoridades del Poder Ejecutivo su reemplazo o al propio Alejandro Tullio su renuncia, ya que las elecciones son en siete semanas y no podemos confiar en quién ya no actuó conforme a derecho”.

Lo cierto es que el flujo en la carga de datos le sirvió a Cambiemos para festejar un triunfo ajeno y para escamotearle a CFK no sólo la tapa ganadora de los diarios sino la estela benéfica que cualquier resultado favorable deja entre los electores. De cara a octubre, Unidad Ciudadana quiere evitar que se repitan los mismos errores, pero hasta ahora no logró que el resto del arco opositor se haga eco las denuncias de irregularidades y del reclamo de medidas adicionales para prevenir una nueva manipulación de la carga. Pero como en la Argentina pasan muchas cosas todos los días, no está dicha la última palabra.