Se equivocan seguido, pero nunca en contra de sus ideas. Una práctica constante que revela el profundo desinterés por todo lo que no sea negocios y poderes propios y ajenos.

 

Para ser tan poco tiempo de gobierno, la lista de pifias es inversamente proporcional a las precipitaciones pluviales de inversiones.

Hagamos una lista seguramente incompleta:

Para homenajear a Borges, armaron unos plots con una frase que no era suya (y eso que Borges escribió tanto y habló muchísimo más)

En la Biblioteca Nacional organizaron una serie de conferencias sobre distintas obras de Shakespeare; la gacetilla de prensa anunciaba una de ellas dedicadas a Mc Beth (una de las tantas influencias de McDonald’s en nuestra cultura)

A la hora de celebrar a Cortázar eligieron una frase de uno de sus libros, pero que en realidad es una cita de Bettinotti

La vicepresidenta quiso participar en un debate cuando el reglamento del Senado se lo prohibía expresamente. Su respuesta: Tengo derecho  a hablar porque soy un ser humano

Para adherir al luto por la muerte de Andrés Percivale, el INCAA publicó una foto de Carlos Perciavalle

Para homenajear a Horacio Guarany el ministerio de Cultura eligió una canción de otro autor

A la hora de armar la bandera para el palco desde donde se asistía al desfile del 25 de mayo, les pareció que 1816 pegaba más con la Revolución de Mayo que 1810, pese a lo que nos repitieron hasta el hartazgo en el colegio. Los números redondos siempre despiertan sospechas.

El presidente, en tertulia con Mirtha Legrand, informa que los jubilados que perciben la mínima ganan un poco más de dos mil pesos por encima de lo que realmente cobran. El optimismo de la voluntad sin la parte de “la voluntad”.

Una o dos pueden considerarse  un error, pero detrás de esta cantidad hay una política. Una de las razones tiene que ver con la pobreza en la formación de los cuadros de Cambiemos y con una decisión de priorizar  la lealtad por sobre la capacidad. (En otro país, Bergman ya habría sido eyectado hace tiempo del ministerio de Medio Ambiente y Arribas no hubiera llegado a ser titular de la AFI con el solo antecedente de haber sido representante de jugadores de fútbol). No importa tanto lo que se sepa sino lo que se esté dispuesto a obedecer. Y la marca de estilo que impone el presidente es que sus colaboradores sean leales y,  de ser posible, gente a la que se conozca de antes. La camaradería es un componente indispensable para Cambiemos, de allí los coachings compartidos y los mal llamados retiros espirituales, porque de lo único que se trata es de consolidar el espíritu de cuerpo. Aunque se hable permanentemente de diálogo, para adentro no se aceptan disidencias, lo que quedó demostrado en el caso de las renuncias forzadas de Prat Gay y de Isela Costantini.

Esto lleva inevitablemente a que no sólo se execre el pensamiento crítico sino también el autocrítico. Ante la pifia borgeana, los responsables respondieron con un simpático y despreocupado “mala mía”. Por eso los errores se suceden sin sanción interna. Tengo para mí que Macri cree realmente en aquello del “mejor equipo de los 50 años”, así que son tropiezos propios de gente que está embarcada en cosas verdaderamente importantes.

Otra cuestión a considerar es el valor que se adjudica a la ignorancia. No saber escribir Macbeth, ni elegir una cita correctamente o desconocer cuánto gana un jubilado sería considerado por muchos como un déficit,  en Cambiemos es visto como un motivo de orgullo. La ignorancia es una demostración de pragmatismo. Y claro, a los efectos de la política oficial, ¿qué importa que el 25 de mayo haya tenido lugar en 1810 o en 1816? Es un detalle que no cambia nada, ni el pasado ni el presente, así que,  bueno, no vale la pena perder tiempo en una cuestión de fechas ni en diferenciar a Percivale de Perciavalle (apenas un par de letras entre uno y otro).

En cierto sentido, la ignorancia es estar fuera del mundo, uno de los pecados capitales condenados por la liturgia macrista. El tema es qué mundo es el queda afuera. Y es un mundo que nada tiene que  ver con los negocios, que es la única verdad y la única realidad en el ideario de Cambiemos. Pero qué es el que funciona como patrimonio en común de la sociedad: la patria, la cultura, el dinero de los pobres. La pifia permanente es el estilo despreocupado de Cambiemos para que sepamos que no les preocupamos.