Los extremos absurdos del avance de la ultraderecha en la educación en EE.UU. llevan a esta historia del despido de una directora de escuela en Florida porque un profesor mostró en clase una foto del David de Miguel Ángel. La defensa del despido es un tanto aterradora.

Ah, el Renacimiento, esa época que fue testigo del desenvolvimiento de la razón intelectual, del florecimiento del arte y la cultura, y de un montonazo de pornografía pero que muy dura.

Tal es la opinión de los padres de los alumnos de la escuela clásica de Tallahassee, en Florida. A sus alumnos de sexto curso (que tienen entre 11 y 12 años) les enseñaron una foto de la escultura del David de Miguel Ángel durante una clase de arte del Renacimiento. Algo normal, se podría pensar, sobre todo para una escuela que se anuncia como escuela de educación clásica. Pues no: es un delito merecedor de despido. Uno de los padres calificó la escultura de “pornográfica” y la indignación fue tal que la directora del centro, Hope Carrasquilla, se vio obligada a dimitir.

A muchos nos puede parecer una locura, pero Carrasquilla, la ex directora, declaró al Huffington Post que la reacción no le sorprendió del todo. De vez en cuando hay algún padre que se enfada a causa del arte renacentista”. De hecho, normalmente se envía una carta a los padres de los alumnos avisándoles de que sus hijos van a ver una imagen de una de las esculturas más famosas del mundo (creo que esto se conoce como “advertencia de contenido sensible” [“trigger warning”], algo en contra de lo cual se creía que estaba vehementemente la derecha). Este año, sin embargo, debido a una “serie de errores de comunicación”, no se mandó la carta, lo cual exacerbó el enfado de los padres.

De acuerdo con lo declarado a Slate, que entrevistó a Barney Bishop III, presidente del consejo escolar responsable de obligar a Carrasquilla a dejar su puesto, tres padres eran los que estaban detrás del grueso de la indignación motivada por el David. Tres padres. Tres. Pero el número de padres enfadados no importa, porque, según Bishop, los padres siempre llevan razón. “Los derechos de los padres están por encima de todo, y eso significa proteger los intereses de todos los padres, ya se trate de uno, 10, 20 o 50”, declaró Bishop al Tallahassee Democrat.

¿Qué saben los profesores?

Bishop, por cierto, niega que Carrasquilla se viera obligada a marcharse únicamente porque le enseñara a los niños el David de Miguel Ángel. Sin embargo, no pudo explicar del todo por qué la obligaron a irse, pero en su entrevista con Slate reiteró su idea de que los padres siempre llevan razón. “Los derechos de los padres están por encima de los derechos de los niños”, declaró a Slate. “¿Son los expertos los profesores? ¿Los profesores se lo saben todo? ¿Me está usted tomando el pelo? Conozco a muchos profesores que son muy buenos, pero sugerir que son autoridad, eso es andar más drogado que yo”. Lo que plantea la pregunta: ¿qué tipo de drogas son las que toma Bishop?

Este drama ocasionado por el David podría resultar ligeramente divertido si se limitara a una escuela disfuncional. Por desgracia, se trata tan solo del último ejemplo de un aterrador bandazo hacia la censura y el autoritarismo en el estado de Florida. El gobernador Ron DeSantis, que ha sido descrito como el “Gobernador de la educación”, anda en una cruzada de censura y su primer gran campo de batalla han sido las escuelas. DeSantis quiere remodelar completamente la educación K-12 [de la guardería al instituto] y superior en el estado y, hasta ahora, se ha salido con la suya. El parlamento de Florida, dominada por los republicanos, ya ha aprobado una serie de leyes que limitan de qué manera se puede enseñar en materia de género, sexualidad y raza. El estado anda ahora está tratando de limitar la educación sexual con un proyecto de ley que prohibiría a las escuelas instruir acerca de los ciclos menstruales antes de sexto curso. Dentro de unos años, mostrarle a un niño una imagen del David de Miguel Ángel constituirá un delito penado con el pelotón de ejecución.

Con esto último bromeo sólo a medias. Como DeSantis no es tan errático como Donald Trump, y dado que habla bien y fue a Yale y Harvard, creo que ha habido una tendencia en algunos sectores a minimizar los peligros que plantea, a pensar que no es tan temible como Trump. Si esto es lo que creen, aténganse a las consecuencias. No habría que comparar a DeSantis con Trump, sino con el líder de la extrema derecha húngara, Viktor Orbán, tan caro a los conservadores norteamericanos. Orbán ha puesto en marcha un manual autoritario que es el que DeSantis parece estar siguiendo: se piensa, por ejemplo, de modo generalizado, que la ley “no digas gay” [que prohibe enseñar acerca de la orientación sexual y la identidad de género] de Florida se modeló siguiendo las leyes anti-LGBTQ+ de Hungría. “Si quieren ver a dónde nos lleva esto, Hungría tiene mucho que enseñarnos”, escribió en un artículo reciente la columnista del New York Times Michelle Goldberg. Y esas lecciones no son agradables.

Fuente: The Guardian, a través de sinpermiso.info.